Un cochero mui honrado
Sufrió por unos rateros:
Por no haberlos conocido,
Tuvo reo i prisionero.
Estando en mi domicilio
Como a las cinco de la tardo
I como una chispa me arde
Lo que hacen los ladroncillo
Mui pronto le pedí ausiiio
A un guardián comisionado,
—Señor, mi coche han tratado,
De robo nada se yó
I esta mano le pasó
A un cochero mui honrado.
Me dijeron que tirase
Derecho a la Cañadilla:
En un bulto iban dos sillas
Para que no los cachasen.
I el guardián no los pillase
Pero estos tres bandoleros:
Eran finos patraqueros
I le tomaron el coche,
I el pobre en la misma noche
Sufrió por unos rateros.
En aquel punto a la vez
Yo marché a la policía:
Retención por nueves dias
Me aplicaron por el juez.
Por ser la primera vez,
Dijo el mayor entendido,
I por lo desprecabido
I los grandes desacato
Pagué la boda del pato
Por no haberlos conocidos.
Ya cuando al fisco pasé
Por una tan leve cosa,
En cinta quedó mi esposa
I con dos hijos al pié.
De una sierva me amparé
Que fué madre con esmero:
Suplicaba al carcelero
Que me quitara los grillos;
Por estos malditos pillos
Tuve reo i prisionero.
Al fin, salí en libertad
Después de sufrir mi pena
I cumplí ya la condena
Que me dió la autoridad.
Por honra i capacidad
Me disculpó el caballero,
I por falta de dinero
He sufrido mi prisión,
I en la misma población
Siempre existo de cochero.
José Hipólito Cordero, calle de Benavente, núm. 24