Al dinero la codicia
le tienen esos mandones;
al pobre nadie considera,
no le valen sus razones.
I
Ya es una temeridad
la que aquí en Chile sucede,
en ninguna parte se puede
vivir con tranquilidad;
vemos que la autoridad
al pobre no hace justicia
porque siempre la avaricia
los lleva por mal camino.
Dicen ellos: le tenimos
al dinero la codicia.
II
Todo el mundo habrá sabido
lo que en Junín ha pasado,
el Administrador condenado
En Judas se ha convertido;
lo que á ese se le ha ocorrido
conmueve los corazones,
se encarachan como leones
en esa caleta los tiranos:
Para amansar bolivianos
le tienen esos mandones.
II
Toda la gente chilena
ese dictador ha cambiado
por las tropas que han llegado
de indios que da hasta pena.
Dígame: ¿será gente buena
siendo criados como fiera?
ye esta no es la primera
que nos vemos tiranizados
En este país mal gobernado
al pobre nadie considera
IV
De qué nos sirve á los rotos
esta tierra tarapaqueña
cuando el estranjero se adueña
y á nosotros nos ponen cotos?
de Junín el alboroto
no hay nadie quien lo pregone
á los mandarines se les pone
la autoridad para cuidar.
Y si un chileno va á reclamar
no le valen sus razones.
V
Por último vendrá ocasión
Que tendremos que emigrar
y nos tendremos que cobijar
al amparo de otra Nación.
No es para menos la situación
según lo que está sucediendo,
pues se están comprometiendo
las principales autoridades,
y por causa de sus maldades
tendremos que estar sufriendo