Para la mujer celosa,
Es un remedio probado
Darle una frisca en ayunas
Recien se haya levantado.
Con su amada complaciente
Sale el marido a pasear:
Si otra le va a saludar
Se le vuelve una serpiente
Delante toda la jente
Le insulta la veleidosa;
Como si no fuera esposa.
Le trata de monigote;
Se pronosticó el azote
Para la mujer celosa.
Si le vé con cualesquiera
Algunas conversaciones,
Principia con maldiciones
Hablar como pregonera.
Calla, mujer bochinchera,
Dice el marido enojado;
Pisa con mucho cuidado.
Celosa en tu gabinete,
Que un ajiaco de puñete
Es un remedio probado.
Trabajaste la semana
Dice la soberbia ingrata,
I le darías la plata
A una mujer mundana;
Yo te he visto coa la Juana
I en seguida con la Bruna.
Para mujer importuna,
Yo me valgo de este medio
Que creo el mejor remedio
Darle una frisca en ayunas.
Si adonde el vecino pasa
El hombre a tomar un trago,
Ella va i forma estrago
Insultándolo en su casa
I publica esta diablasa
Las faltas del desposado;
I sucesos ya pasados
Le echa en cara en la borrasca
Persígnala con la huasca
Recien se haya levantado.
Al fin, es mui trajediosa,
Esta gran discordia i riña;
Tomen esperiencia, niñas,
Lo que sufren las celosas.
Si mas tarde son esposas
No abusen de esa manera:
Siempre en la casa se espera
Al marido, i no habrá riejo.
Tomarán este consejo
Todas las niñas solteras.