Anoche soñando vi
Que cantaban unas diosas;
Como las ví tan hermosas
En ellas me divertí.
Con un amor frenesí
Quise abrazarte en el sueño
I al despertar dije así:
Aquel mi precioso dueño
Anoche soñando vi.
En el letargo, dos rosas
Sentí que me acariciaban
I eran bellas mariposas
Que llí mui bien presenciaban
Que cantaban unas diosas.
Mis caricias mui penosas
Las ofrecí dispertando,
I por ser también dichosas
En ellas quedé pensando
Como las vi tan hermosas.
Tan denodado me vi,
Que hube de perder la calma;
Sin poder volver en sí
Alegrándoseme el alma
En ellas me divertí.
Al fin, pues esta ilusion
La percibí de tal suerte
Diciéndole con pasión:
Yo te quiero hasta la muerte
Con todo mi corazón.