El combate

Esmeralda y Covadonga,
de nuestra escuadra chilena,
eran los buques mas débiles
y de mas mínima fuerza;
pero el almirante Williams
en Iquique a ámbos. deja
bloqueando el puerto, en el tiempo
que él con la escuadra anduviera
persiguiendo al invencible
Huáscar y a la Independencia.
Pasáronse algunos dias
sin que nada sucediera
a los buques bloqueadores,
pero una mañana bella
divisóse al lado norte
espesísima humareda.
Poco a poco se distingue
que vienen a toda fuerza
hácia el puerto, los blindados
HuáscarIndependencia.
ARTURO PRAT, cuando vió
que estaban los buques cerca,
arengó a toda su jente,
recordóles el dilema:
VENCER o MORIR peleando,
mandó izaran la bandera
estando toda la jente
reunida sobre cubierta.
Después tomó la bocina
y a Condell con voz entera
gritóle: “Mi comandante
ya se acerca la refriega;
no se aleje de la costa,
que la suerte lo proteja.”
El bravo Condell a Prat
un “Viva Chile” contesta
y prepárase al combate,
a la desigual contienda.
Los dos blindados peruanos
adelantan, ya están cerca;
el Huáscarrompio primero
el fuego, y la Independencia
al Covadonga persigue:
se pierde en Punta Gruesa.
El Huáscar y la Esmeralda
continúan la contienda,
aquel desigual combate
entre un buque de madera
y un poderoso blindado:
diez cañones por cuarenta!
ARTURO PRAT ve su buque:
la arboladura deshecha,
sin movimiento la máquina,
lo mas de su jente muerta,
el timón mui destrozado,
inmóvil, virando apénas;
pero en el palo mayor
ve la bandera chilena
y por su alba estrella jura
con su sangre defenderla.

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