Versos para un hombre que se preocupa de los pelambres
por Juan de la Cruz Herrera, poeta popular de Quillota
CUARTETA
Siento que un perro me ladra,
un toro me corretea,
un gallo me cacarea
a distancia de 2 cuadras.
GLOSA
En el lugar que yo habito
eside un hombre muy malo
pelando al género humano
halla los días cortitos;
Es un hombre muy maldito,
parece tener bisagras
en la boca cuando habla,
adentro le echara un quisco
por Darme feroz mordisco
siento que un perro me ladra.
Este viejo es revoltoso
y de espíritu infernal,
con todos nos pone mal
y es además veleidoso;
él se cree muy valioso
y fachoso se pasea
a todos nos calumnea
este diablo pelambriento
muy cerca de mi aposento
un toro me corretea.
Oficia de gran burlisto
muy amigo de hacer risa,
detesta la santa misa
y el testimonio de Cristo;
nunca habíamos visto
un viejujo de esta idea
para el que la Lira lea
le aseguro que es así;
como riéndose de mí
un gallo me cacarea.
Lo que tiene es que es patero
con nadie demuestra enojo,
es semejante en los ojos
a Judas el traicionero;
él se entra a los potreros
antes que la puerta se abra
y si oye una palabra
en enredos la convierte,
quisiera zumbarle fuerte
a distancia de 2 cuadras.
DESPEDIDA
Por fin este hombre hablador
habla de vivos y muertos,
lo que afirmo es muy cierto
y es bastante ofendedor;
deshonra con gran furor
a todito el vecindario;
pela al pobre, al millonario,
nunca lo pasa en sosiego,
el viejo lengua de fuego
pela a medio mundo a diario.