Verso de paz
por Luis Polanco, poeta popular de Santiago
Torna paloma al olivo
tus arrullos a entregar,
que suba el amor esquivo
a la copa del palmar;
Que lo lleve el viento al mar
y que lo extienda en el llano;
que en la palma de la mano
lo lleve al prado el labriego
que sea el agua del riego
del alma del ser humano.
Paloma vuelve al alero
del caserón campesino,
echa tu arrullo al reguero
para que riegue el camino;
que adentre en el peregrino
tu voz de fraternidad;
que se haga honda ansiedad
tu ancha emoción de paz,
que no se ahogue jamás
en sangre la Humanidad.
Haz de abanico las alas
remonta las cordilleras,
toma las brisas del aura
para apagar las trincheras
que se arreen las banderas
donde el odio se proclama,
que nadie encienda la llama
para forjar las espadas;
multiplica las llamadas
a la paz, en la campana.
Con la fragancia el trigo
y el cariño de la flor,
reparte al mundo el abrigo
de surcos para el amor;
que barra tu ala el dolor
que a las almas da la guerra,
Que no se siembre en la tierra
el espanto de los niños;
echa a volar tus cariños
paloma: en la palmera.
Lleva el mensaje, paloma
en lenguaje universal
que al igual en todo idioma
el amor es inmortal;
el rubio o el negro, el mal
del mismo modo lo siente
el sur, el norte, el oriente
tiene meta parecida,
dale tu arrullo a la vida
y tu aletazo a la muerte.