Un cuento sobre el minero
Por Juan II Placencia, poeta popular de Coronel, vicepresidente de la Unión de Poetas y Cantores populares por la zona sur.
Yo vengo a la capital
de la zona del carbón,
voy a contarle a los puetas
cómo son en mi región.
Son buenos para las tallas
los combatientes mineros.
¡jamás hei visto unos hombres
de corazón más sincero!
Nunca mezquinan a naide
un caldito de pescado,
o una taza de café
o un traguito de harinao.
Los quieren en los negocios
como los mejores clientes,
si dan una sopaipilla
también dan un pan caliente.
No lo hago por ponderarlo
ni por levantarle el tarro,
el minero del carbón
tiene estampa de bizarro.
Esos hombres morenitos
tienen carácter de bueno,
porque lucen la arrogancia
del mejor roto chileno.
Yo que tandeo con ellos
al montar en las corrías,
jamás se siente una pena
estando en las galerías.
Su deporte favorito
es el juego a la pelota;
donde se practica más
es acá en Schwager y Lota.
También se pegan sus farras
en los tiempos de verano,
lo hacen con mucha alegría
como grandiosos hermanos.
Ellos celebran sus triunfos
cuando llegan a la meta
y vuelven a su trabajo
para ir a arrancar la veta
Así es el hombre minero,
batallador incansable
con su traje de cordero,
pero es un león indomable.
Me despido, compañeros,
no quiero hablar en exceso,
y pido a la concurrencia
¡un aplauso a este Congreso!