Un ave en la laguna de Cahuil
Por Avelino Contreras Martínez
De las aves del lago de Cahuil
más que todas, una me fascina
es aquella de alas pintadas
y de cuello color de sardina.
Se ve sola en ambas orillas
esa es su costumbre muy rara
y si no la hubiera observado
de la cual yo no me ocupara.
Se asemeja mucho a la perdiz
eso si, que no en lo silenciosa;
pues la otra al emprender el vuelo
impresiona por lo bulliciosa.
Su plumaje es también café claro
de estatura es un poco menor,
se ve siempre en la orilla del lago
o en el agua cuando hace calor.
Sólo el cuello y las alas parecen
hasta cierto punto desiguales
y si no fuera por ese detalle
de seguro serían iguales.
Yo la admiro porque es diferente
de la variada fauna marina
cuando cruza la extensa laguna
ciertas veces nadando se empina.
Y se encuentra en lugares propicios
que se acostumbra siempre recorrer,
de los cuales se aleja en la noche
para el día siguiente, volver.
Y el ave misteriosa que recuerdo
cuyo nombre es el de perdicilla,
yo la he visto en Llille y Longosto,
en La Boca y enfrente de La Villa.
Aun conserva las mismas costumbres
que yo bien le observé en mi niñez
anda sola y con el paso lento
así la he vuelto a ver otra vez.