Tu
por Edison Grandón, poeta popular de Concepción
Tus ojos: misterio azul,
quebraron mi corazón;
tu tez: transparente tul,
ha usurpado mi razón.
El ambar de tu sonrisa:
madreperla cuidadosa
es el néctar que suaviza
mi aspiración más golosa.
Tus bucles: suaves capullos
de seda no cultivada,
enmarañan mis arrullos
en el temblor de la nada.
Tu cuello: grácil espiga
por suave brisa agitada
es la paz que mi fatiga
sueña en noches desveladas.
La montaña de tu pecho,
volcán de fecundidad;
naturaleza al acecho
de una feliz realidad.
La suave protuberancia
de tus curvilíneos hombros
es símbolo de arrogancia
que se resume en mi asombro.
La fina sombra del brazo
que tus manitas sujeta,
es el diminuto lazo
que mi fantasía aprieta.
Es la frágil suavidad
de tu vegetal cintura:
pedestal de castidad,
pedúnculo de hermosura.
Tus caderas: geometría
enmarcando mi ilusión,
han reducido en un día
la fuerza de mi tesón.
Tus muslos, que mi ansiedad
adivina primorosos,
paternizan la bondad
de los tiempos caprichosos.
La gracia de tus rodillas
con agilidad de danza,
agita tus pantorrillas
en busca de la esperanza.
De tus pies, los finos dedos
evoco, sucios de mar,
cuando añoro aquel paseo
junto a tu gracia sin par.
Graciosa preciosidad
eres entera adorable
resumen de la bondad
súmmum de amor entrañable
Satisfazme con tan solo
permitir que xxxx1
ponga a tus pies mi tesoro
y mi inspiración de vate.
1 Nuestro impreso está borroso en esta zona.