Aniversario patrio

Aniversario patrio
Por René del Cerro, poeta popular de Linares

Septiembre viste de gala
y adórnase de pañuelos
de bandera junto al cielo
y vestidos de percalas;
Todo el color se intercala
en armonioso conjunto
porque Chile todo junto
su aniversario celebra
regia fiesta que se enhebra
a través todo punto.

Flotando queda en el aire
el trinar de mis guitarras
incitadora a la farra
de alegre son y donaire;
sus cuerdas no son desaires
son lamentos armoniosos
como el eco rumoroso
del murmullo de la fuente
y a veces grita la gente
¡Viva el dieciocho glorioso!

Al compás de la vihuela
baila el huaso y el voltario
con su pecho legendario
y el tilín de las espuelas
bailan viejas y chicuelas
en alegres sandungueo
la cueca de sus deseos
expresiva y popular
chicha en cacho del lugar
hay al fin del zapateo.

Empanaditas calientes
ofrece bella ventera
caldo de polla soltera
grita otra los clientes
también ofrecen sonrientes
picarones y bizcochos
El pueblo desea mucho
más, no lo puede comprar.
Nube gris que ha de empañar
el brillo de este 18.

DESPEDIDA:

Al fin de esta alegría
y el rumor de las ramadas,
las mentes algo atrofiadas
recuperan lozanía;
sólo quedan las heridas
de pensar en cruel herencia,
de la pobreza en potencia
y del pueblo el gran sufrir,
mal que habrá de concluir
con la nueva Independencia.

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Verso de paz

Verso de paz
por Luis Polanco, poeta popular de Santiago

Torna paloma al olivo
tus arrullos a entregar,
que suba el amor esquivo
a la copa del palmar;
Que lo lleve el viento al mar
y que lo extienda en el llano;
que en la palma de la mano
lo lleve al prado el labriego
que sea el agua del riego
del alma del ser humano.

Paloma vuelve al alero
del caserón campesino,
echa tu arrullo al reguero
para que riegue el camino;
que adentre en el peregrino
tu voz de fraternidad;
que se haga honda ansiedad
tu ancha emoción de paz,
que no se ahogue jamás
en sangre la Humanidad.

Haz de abanico las alas
remonta las cordilleras,
toma las brisas del aura
para apagar las trincheras
que se arreen las banderas
donde el odio se proclama,
que nadie encienda la llama
para forjar las espadas;
multiplica las llamadas
a la paz, en la campana.

Con la fragancia el trigo
y el cariño de la flor,
reparte al mundo el abrigo
de surcos para el amor;
que barra tu ala el dolor
que a las almas da la guerra,
Que no se siembre en la tierra
el espanto de los niños;
echa a volar tus cariños
paloma: en la palmera.

Lleva el mensaje, paloma
en lenguaje universal
que al igual en todo idioma
el amor es inmortal;
el rubio o el negro, el mal
del mismo modo lo siente
el sur, el norte, el oriente
tiene meta parecida,
dale tu arrullo a la vida
y tu aletazo a la muerte.

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Al régimen capitalista

Al régimen capitalista
por Hugo Amador, poeta popular de Chuchunco

Canta falsa mascarada
tu podredumbre y mentira,
que tu régimen ya expira
de cobardes canalladas;
Capital: tus emboscadas
de tan visibles errores
han sido los surtidores
que te van cerrando el paso
y es ahora por tu ocaso
que redoblan los tambores.

Ya nada podrá salvarte,
ni el fuego de los cañones,
ni el oro de tus ladrones,
ni democracia estandarte
que mancillas sin fijarte
y que te desenmascara
que tu condición aclara
porque ya a nadie convences
y es tiempo de que ya pienses
que sólo el crimen te ampara.

Tu inmundo vasallaje
te condena y amortaja
pues otra era aventaja
a tu esclavo coloniaje.
No puedes con el ultraje
dominar la clase obrera.
Ya no pueden tus ojeras
justificar tu insolencia
te pudres en decadencia
y la muerte te es postrera.

Comprende con claridad
que la eterna evolución
termina tu condición
que es una eterna maldad;
Hoy que reina la unidad,
arañas desesperado,
pues te sientes aplastado
por esta enorme masa
que no teme a la amenaza
de tu guardián derrotado.

Nadie, sino que vos mismo
precipitas tu caída;
tu represión sin medida
es orden de imperialismo;
El arma del patriotismo
va salvando las naciones
y la paz con sus canciones
te derriba tu control
y te pasan otro gol
las justas aspiraciones.

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Recetario satírico

Recetario satírico
(para Rafael Pérez, de Graneros)
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.

Tomas revuelo en la estrofa
para cantarle a un fantasma
pues me hizo daño en el alma
tu lira tan dolorosa.
¿No ves lo maravillosa
que es natura, sin retoques?
¡Ay! me obligas la convoque
para que espante tu tedio
y como dulce remedio
sin rebuscar musa y toque.

En la selva el alcornoque,
sobre el alcornoque¹,
en el orbe mil abismos,
para el verso mil enfoques;
Que tu lira no disloque
lo musical de lo bello.
Que la imagen sea el sello
de la pluma creadora,
que igual que el ave canora
no sienta jamás el tedio.

No vengo a darte un consejo
Sólo propongo un remedio
para que mates el tedio:
Deja a tu espíritu el estro
y seguro que perplejo,
verás, cómo lo entretiene
la ola que va y viene,
el planeta por su ruta,
los amores, las disputas,
los que piden, los que tienen.

Te asegura que conviene
no rebuscar la palabra
ni la empinada metáfora.
La palabra escrita tiene
un algo que bien se aviene
a una placa fotográfica:
mientras más fluida, más gráfica
al mostrarnos las imágenes,
pero al salirse de márgenes
nos resulta… pornográfica.

Tienes una lira mágica
en tus soles y tus lunas
¡Baña, pues, en tus lagunas
tu alma tan triste y trágica!
Suéltala que vuelve herrática
por bondades o por males
de las cosas terrenales
y feliz te volverá
a la inmensa realidad
sin un tedio que te amargue.

El planeta al deslizarse
por su comba milenaria,
el sin fin de luminarias
en abismos de mirajes,
los cincuenta mil paisajes
que nos brinda el universo,
el alado fluir del verso
y el gusano que te coma,
Dios del caos o la poma:
son motivos contra el tedio.

1  Error en el impreso

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El traidor de la salud

El traidor de la salud
por Maresool, de Santiago.

Payaso fuera de pista,
comerciante sin comercio;
La carabina de Ambrosio
la tuviste siempre lista.
Si ahora pasas revista
a tu desbandada gente,
verás que por insolente
todos te han abandonado,
y hoy te encuentras más botado
que una colilla indecente.

Con el gremio has traficado
muchas veces lo has vendido
y a fe de ruin, mal nacido,
hasta al Gobierno entregado.
Tú, cobarde has traicionado
la clase trabajadora,
por eso, todos ahora
te repudian y condenan
y en su sentencia encadenan
tu vil conducta traidora.

Traicionaste los partidos
en que audaz has militado
y los has desprestigiado
con estridentes aullidos;
Hoy se hallan arrepentidos
de haber sido tus amigos,
los más grandes enemigos
que has de tener en la vida
y contra tí, en la partida,
serán terribles testigos.

Perseguiste a tus hermanos
de trabajo y sacrificio
vil amarrador de oficio
e instrumento de tiranos
con instintos inhumanos
siervo de latifundista
confeccionaste la lista
con numerosos obreros
que siendo tus compañeros,
tú diste por comunistas.

Cambiando el paso naciste
y aún los pocos que te siguen
–pobres miopes– no consiguen
dejar lo que sugeriste;
Con su candidez hiciste
de las tuyas sin demora
¡Víbora audaz y traidora!
Pero ya, zorro ladino,
se ha cumplido tu destino
y acabó tu cuarto de hora.

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El beso de mi madre

El beso de mi madre
por Rafael Pérez Cabello, poeta popular de Graneros.

Vistiendo tules de azahar
y un manto de eternidad,
viniste en mi soledad
madre mía, a mitigar
mi angustia. Tú al penetrar
a mi cuarto, vacilante.
Yo vi una nube radiante
que a tu sien la aureolaba,
y olor a incienso exhalaba
aquello tan rutilante.

Permaneciste a mi lado
contemplando mi semblante,
que antaño era arrogante
y hoy yace triste y ajado;
Seguramente ha pasado
por tu recuerdo tal vez
madre, ahora en tu vejez
cuando mecías mi cuna,
bañada por luz de luna
en mi primera niñez.

Campanas sus melodías,
tañeron con majestad,
porque era la Navidad
y anunciaban al Mesías;
Aquel momento en que hacías
entrada a mi cuarto oscuro,
yo lo sentí, te aseguro,
cuando enjugabas mi llanto
con tu vaporoso manto
plena de amor santo y puro.

Luego que en los campanarios
cesara el gran repicar,
empezaste tú a rezar
a mi Dios de los Sagrarios;
“Ampara a los solitarios
como a mi hijo doliente”
Tú lo dijiste entre dientes,
pero con santo embeleso
para luego darme un beso
sobre mi afiebrada frente.

Sentí yo un gozo infinito
que inundó todo mi ser,
me hizo a mí estremecer
aquello creí inaudito;
Entonces di un leve grito
para abrazar con unción
la sacrosanta visión
de mi madre idolatrada;
Pero se esfumó en la nada
dentro de mi habitación.

Otra ofrenda de ternura
luego mi ser constató,
cuando en mi frente brotó
una rosa blanca y pura;
Se disipó mi amargura
y toda entera ansiedad
porque aquí en mi soledad
vino mi madre amorosa,
a regalarme una rosa
y un beso en la soledad.

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Explotación en el Cajón del Maipo

Explotación en el Cajón del Maipo
por Antonio Villatoro, poeta popular de San José de Maipo

El pueblo les pide coto,
pa la enorme carestía,
que suben ya, sin medía,
la carne, leche y porotos.
Sufriendo está el pobre roto,
la brutal explotación,
y en el campo no hay ración.
Los salarios son de hambre,
y estamos como un alambre,
en todita la nación.

Miles bajan, en montón,
en trencito militar,
y a Puente van a comprar,
porque, aquí en este Cajón,
ya no tienen compasión,
y sin trámites ni boches,
de la montaña a la noche,
nos cobras los nuevos precios,
y nosotros, los muy necios,
pagamos este derroche.

Mineros son explotados,
son también los campesinos,
los salarios son mezquinos,
y los tienen siempre hambreados.
En escuelas no han estado,
pues no pueden asistir,
no tienen con qué vestir,
ni tampoco hay otros medios,
y yo digo: sin remedio,
de hambre se van a morir.

De la línea al terminal,
empieza la zona minera.
Trabajan en la Yesera,
Mercedita y Romeral.
Y a poco más de andar,
encontramos la Vipato,
donde no hay nada barato
que ver en la pulpería,
además, que cada día,
[s]e¹ reciben malos tratos.

DESPEDIDA:

[Al]¹ escribir estas glosas,
de males de mi nación,
me acuerdo, en esta ocasión,
de un crimen, entre otras cosas.
Eran tres vidas preciosas,
que servían en Cantón,
con base en este Cajón,
muriendo electrocutadas,
y en la impunidad dejada,
la cobarde y vil acción.

1  Impreso dañado, suponemos que ese es el texto faltante

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Gran experiencia de las luchas campesinas

Gran experiencia de las luchas campesinas
Por C. Castillo, poeta popular de Rengo, activista de la Federación de Trabajadores Agrícolas.

Tiempo hace que no escribo
en la LIRA POPULAR;
Ahora vuelvo a cantar,
volviendo el pájaro al nido;
Mil disculpas yo les pido
por todo mi alejamiento
pero siempre el pensamiento
está con nuestros poetas.
Sus décimas y cuartetas
leo con contentamiento.

A contarles paso ahora
de las luchas campesinas,
en donde la alondra trina
desde que nace la aurora;
Yo les digo sin demora
que en la hacienda de “Las Nieves”
el obrero se la puede
y junto con sus ordeñas
ha puesto una gran enseña
pa que el labrador la lleve.

El actual arrendatario
don Antonio Tocornal
ha sido muy informal
con todos sus operarios;
Con el gesto retardario
de su apellido vinoso,
ha salido muy tramposo
para cumplir compromisos;
pero lo ha puesto sumiso
un empuje vigoroso.

No pagaba los feriados
las “casas” pior que chiqueros,
los víveres para el puchero
tampoco eran llevados;
Convenios eran burlados
con insolencia cretina
galleta dura y cochina
hería los paladares.
El decía: son manjares,
¡De afrecho, la muy ladina!

El ministro gran patero
que cuida sus intereses,
a él le paga con creces
del Diciembre hasta Enero;
Se le olvidó que era arriero,
que vivía de los burros,
que se comía el pan duro
y recordarlo no quiere,
porque es don Peiro Pérez
de pasado muy obscuro.

Cansados ya de bajar
de Las Nieves a Inspección,
buscando una slución
a esta tortura infernal,
con unidad sin igual
se planteó en el Sindicato,
a un patrón de malos tratos
que no respeta las leyes,
que sepa: no somos bueyes
para aguantar la coyunda
y con decisión profunda
paramos el veintinueve.

Nadie a trabajar salió
ese viernes veintinueve.
Dijeron: nadie se mueve
y ni vaca se ordeñó.
Todo esto sobresaltó
al ministro y al cajero,
y este último muy ligero
les dijo: es ilegal
sin pararse a meditar
quien es ilegal primero.

Se le avisó a don Toco
quien llegó muy presuroso.
Venía muy generoso
y discutiendo muy poco;
Eso sí, que como loco
pedía vuelta al trabajo.
Un gran triunfo esto les trajo
a los unidos nievinos
que defienden su destino
entre cerros y cascajos.

Su victoria coronaron,
pues de luz asomó un rayo,
y en este Primero ´e Mayo
muy unidos desfilaron;
las ordeñas transportaron
de la CUT el estandarte,
recibiendo en todas partes
una grandiosa ovación
y una gran admiración
por su unidá en el combate.

Como pueta y dirigente
de nuestra Federación,
saludo con emoción
esta lucha tan valiente,
porque resulta evidente
una grandiosa experiencia.
Campesinos con conciencia
defienden su porvenir
y ya empieza a relucir
esta lucha que comienza.

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Saludo a los amigos de Palmilla de Linares

Saludo a los amigos de Palmilla de Linares
Por Manuel Pinto, poeta popular de San Javier.

GLOSA

Palmilla es una ciudad
de portentos y bellezas.
Voy a cantar sus proezas
ciñéndome a la verdad.
Aquí la comunidad
es una cosa corriente
si hay un asunto pendiente
entre parientes y amigos
les basta un solo testigo
y la cuenta sale al frente.

Las mujeres más bonitas
no tienen ni un sólo amor,
no se calientan ni al sol
porque se enoja el curita;
el noviazgo las irrita
porque es cosa del demonio.
No tienen ni a San Antonio
pa no pensar en pecao,
que sin el Santo pelao
van libres de matrimonio.

Saludo a don Fidel Torres
el gallo de la Palmilla
que no hay vieja ni chiquilla
que el corazon no le robe;
el que con aquel se sobe
ha de ser de pelo en pecho
siendo de cuerpo bien hecho
y de fuerza como un toro
pues Palmilla es un tesoro
por sus hombres bien derechos.

Villalobos, gran poeta,
ante él bajo el sombrero
con un saludo sincero
enteramos la cuarteta.
Así llegando a la meta
en ésta primera etapa,
saludo a don Carlos Tapia,
que para el chiste es buenazo
Para todos un abrazo
y así nadie se me escapa.

Por fin lo que aquí les digo
con razón o sin razón
aprovecho la ocación
pa saludar mis amigos.
No me han de dar un castigo
porque digo la verdá:
si hay una vieja encachá
que le gusten los versitos
yo puedo ser su amiguito
por toda la eternidá.

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Cuatro décimas para Luis Paredes

Cuatro décimas para Luis Paredes
por Pedro María Tejos, poeta popular porteño

Es primera vez, hermano
que hago un verso dedicado
para decirte apenado
que en él te estrecho la mano;
deseo que estés bien sano
cuando estas décimas leas
pues yo no extraño que seas
mirado por sobre el hombro
de esta sociedá en escombros
surge muy mala ralea.

Que ¿por qué sucede esto?
en eso es bueno pensar
porque es preciso buscar
el agua donde está el tiesto;
el capitalismo es diestro
en torcer los sentimientos
él es quien nos mete adentro
la indiferencia ante el mal
por eso en el hospital
pocos buscaron tu encuentro.

Si fueras rico, tal vez
sucediera de otro modo
tendrías en el recodo
de tu muerte la avidez;
de quienes en esta vez
a tu cama no llegaron
y hasta quienes te negaron
el saludo pasajero;
nadie quiere ir postrero
a donde pesos dejaron.

Hoy que ya está declinando
en tu cuerpo el trance duro
piensa que el mundo futuro
por el que estás trabajado
irá los hombres forjando
un sentimiento mejor,
que no habrá extraño al dolor
del hombre en su caminar
que mejor se ha de expresar
por el prójimo el amor.

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