¡¡Viva la unidad!!

¡¡Viva la unidad!!
Por Rafael Martínez Navia, poeta popular de Santiago

Hoy vive el pueblo feliz
porque ya se unió la Izquierda
bajo una idea muy cuerda;
la de salvar al país;
Hay que llevar al Gobierno
a gente de otro matiz
sin echar fuego al infierno
y luchando hasta el final
arrancaremos el mal
de su más honda raíz.

Pero falta el Radical
que complete la victoria
y también para la gloria
la Falange Nacional;
esta unión tan fraternal
la deben firmar hoy mismo
y no dejar que el fascismo
saque su garra y nos mate
ni al otro que nos combate
con un toro: el continuismo.

Pero nos da la confianza
ése que va en nuestra fila,
la gente que no vacila
y esa juventud que avanza;
juventud que no descansa
y cuyo pecho se expande
para hacer de Chile un grande
y soberano país
y ver al pueblo feliz
coronado por el Ande.

Nosotros los que luchamos
con un fin glorioso y digno
y que cumplimos el signo,
por Chile todo lo damos,
no queremos más por amos
a torpes y viejos patriarcas
ni a otros tipos de otras marcas
que están oliendo a traidores
ni queremos más tutores
que saqueen “nuestras arcas”.

Hoy día sabemos cuales
son los falsos redentores
y cuántos son los autores
que ocasionan nuestros males,
más, caerán esos tales
y el clarín por la ciudad
resonará sin piedad
de otro Mane, Thecel, Phares,
y no habrá nunca más traidores,
sino patria y libertad.

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Hay una escuela sin techo

Hay una escuela sin techo
Por José Mur, poeta popular de La Calera

Hay una escuela sin techo
que se precisa de urgencia
para capear la inclemencia
del invierno, y este hecho
yo lo relato en provecho
de una vasta población
que lo sepa la nación
y que lo sepa el Gobierno
como se transformó este infierno
en progresista región.

Hicieron colonización
proletarios desplazados
como todos amargados
por falta de habitación,
con barro, piedra y sudor
algunos ranchos alzaron,
luego, en seguida, pensaron
dotar de escuela al lugar,
alimento espiritual
pa sus hijos, anhelaron.

En seguida levantaron
los muros en comunión
fué la primera lección
a los que allí trabajaron
“La unión es fuerza” cantaron
los muros al levantarse,
(y una lección de anotarse
en esferas oficiales);
que no habrían tantos males
si al pueblo dejan formarse.

Todos deben informarse
que aún redoblando el esfuerzo,
aún achicando el almuerzo
no ha podido terminarse;
deben todavía armarse
piso, ventanas y techo,
lo relató con despecho
ante desidia oficial,
bien podrían ayudar
para hacer pródigo el hecho.

Del río Aconcagua el lecho
algo al Sur de “La Calera”
esta población obrera
hizo zona de provecho:
es un feraz corto trecho
que lo llaman “Las Cabritas”
yo lo bautizo en su agüita
“Colonia Aconcagua”…amén
¡Que sacramenten también
la ayuda pa su escuelita!

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Reflexiones

Reflexiones
Por José Mur, poeta popular de La Calera.

¿Y ahora es en Panamá?
¡Ay, Señor, cuanta ignominia!
Los tiranos en familia
nunca en pos de la verdad;
¡para una subasta más
de la América sufrida!
se rematan: la Argentina
y también el Uruguay.
Chile, Perú y Paraguay,
toda América Latina.

¡Y todo a un solo postor…!
Martillero de la insidia
el mismo liberticida
de nuestro suelo invasor.
Cada patria un impostor
mandará para su afrenta
No toman al pueblo en cuenta
los exigentes verdugos
ni los sirvientes del yugo
En Panamá es la reventa.

El comunismo es fantasma
del que se dicen librar,
huyendo van, sin dudar
de su conciencia en alarma.
El comunismo se arma
más potente y victorioso
del suceso delictuoso
que es la patria traicionar
él la quiere liberar
para un porvenir hermoso.

De la muerte van huyendo
y a la muerte van buscando
mal remedio ir aplicando
el mismo que los va hundiendo
traicionando y persiguiendo
lo único que están logrando
que el comunismo ganando
va cada vez más adeptos,
denunciando a los abyectos
a los que gozan matando.

En la infame operación
de liquidar patrimonio
los va a premiar el demonio
con la condecoración;
Mandados por la reacción
los flamantes presidentes,
–o títeres complacientes–
consumarán la traición
de entregar cada nación
al ladrón del Continente.

Estarán el tal Trujillo
y Somoza, otro tirano
y dándose todos la mano
otra cáfila de pillos;
todos de horca y cuchillo
con signos que los consagra.
En la espalda dos bisagras
para mil genuflexiones,
la venta de estas naciones
no puede ser pues más magra.

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Del panorama de Arauco

Del panorama de Arauco
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel

Voy por las calles de Arauco
desde la avenida Prat,
de esta gloriosa ciudad
desde el mismo Gallarauco;
citando Traucos y Maucos
de su parte, alrededores,
hay lindas plantas de flores
desde el gran copihue rojo
la dicha de tantos ojos
que hechizan con sus colores.

Desde el cerro Colo Colo
y su gran hermosa falda
se ve la calle Esmeralda
y chiquillas con pololos;
nunca el pueblo se haya solo
pa el que no sabe su afán,
allí el hombre gana el pan
siempre con sus buenas manos
y hay calles como Serrano
y plaza Caupolicán.

Siguiendo calle Lautaro
Carrera con Galvarino
todas han tenido el tino
como el propio Pelantaro
que en estos versos declaro
como a la gran calle Fresia
que entre las otras se aprecia
igual que Guacolda y Blanco,
con calles que hace buen tranco
y que nunca han sido necias.

Ahí hay canchas, media luna,
se hacen corridas de vacas,
sean gordas, chicas o flacas
y apuestan unas fortunas;
no son huesos que en laguna
se embarcan con cualquier truco
porque siempre el “tío Luco”
los lleva en buen plantel.
Hay calles como Condell
y famosa Chacabuco.

DESPEDIDA:

Pa darle a estos versos fin
digo del pueblo de Arauco
que ahí donde crece hasta el sauco
no son tierras de Caín
calles hay, la San Martín,
O’ Higgins y Covadonga
donde el hombre no rezonga
ni aunque se arrastre en el suelo.
Hablando con justo anhelo
no hay otro que se le ponga

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En contra de la ley del hambre

En contra de la ley del hambre
Por M. N., de Cerro Blanco de Polpaico

La población se da cita
por la no congelación
ya viene la rebelión
de un pueblo que necesita;
ha de cuidar sus conquistas
este pueblo organizado
y un día determinado
él solo se hará justicia
y al burgués con su codicia
lo dejará aplastado.

Es el tiempo muy precioso
para nuestra comprensión
¡qué venga la rebelión
del pueblo que está sin guiso!
Ya no puede ser sumiso
y con toda decisión
derrotará la invasión
cuidando la independencia
que no existen divergencias
cuando se une la acción.

El salario ya no alcanza
para cubrir el sustento
y pa nuestro descontento
se la dé a la balanza;
nos tomaron pa la chanza
y hoy nos merman el puchero
por eso es que Chile entero
se ha levantado en batalla
contra el hambre y la metralla
de los señores logreros.

A la clase asalariada
nunca la podrán ganar
porque tiene que triunfar
con la lucha organizada
aunque con leyes dictadas
la quieren así vencer
los que están en el poder
tendrán que soltar cadenas.
Desde Arica a Punta Arenas
sabemos lo que hay que hacer.

DESPEDIDA

Que se despida el Gobierno
en el tiempo que le queda
sabe bien que en la Moneda
no se duerme el sueño eterno.
Quien obra mal, el infierno
se le desea por casa
porque la traición no pasa
para el pueblo organizado
y al que ayer fue idolatrado
lo pueden freír en grasa.

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Mensaje a La Calera

Mensaje a La Calera
Por José Mur, Poeta Popular de La Calera

“La Calera” es pueblo hermoso
de porvenir industrial
mas tiene una cosa mal
polvo de cal, sulfuroso
que a su arbitrio y muy rumboso
vuela sobre el caserío,
arruinando los plantíos
que el “Aconcagua” fiel riega.
Ese polvo todo aniega,
hasta el rincón más umbrío.

En el invierno con frío
o al verano caluroso
siempre ese polvo mohoso
se mete por los oídos,
pican los ojos dolidos
a quien respire esa cal
que como nube eternal
sobre la ciudad flamea,
pendón fatídico ondea
como bandera del mal.

El hombre es capaz de arar
en el mar y sacar fruto,
yo considero que es bruto
no querer considerar
cómo por fin arreglar
ese defecto maligno,
para mí parece signo
de tolerancia edilicia
que arruina la delicia
de este clima tan benigno.

Yo creo sería digno
de estos tiempos modernos
legislar contra el infierno
de ese polvillo fino,
es fácil yo me imagino
poner remedio integral;
que esa firma industrial
que gana tanto dinero
ponga un poquito de esmero
para el daño terminar.

Quiero en mi verso cantar
a “La Calera” sufrida
porque ya se acerca el día
de las urnas visitar.
La atención quiero llamar
a los nuevos candidatos
que se preocupen un rato
del barrio de “Las Cabritas”
pongan la luz y una pirca
para evitar malos casos.

El río mortal abrazo
tiene en peligro latente
desde compuerta imponente
hasta los primeros ranchos,
otro mal son los caranchos
que allí en la noche sapean
y a los pobres cogotean
para robarles la paga
¡Qué alguno esas cosas hagan
de los que candidatean!

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Unión Soviética

Unión Soviética
Por Rafael Martínez Navia, Poeta Popular de Santiago

¡Unión Soviética…! unión
de pueblos grandes y chicos
donde no hay pobres ni ricos
porque no hay explotación,
ni existe la distinción
de vasallos y señores
ni tampoco hay redentores
en ese bello país
la justicia es un matiz
sin verdugos ni agresores.

Venturosa alza su faz,
altiva y siempre serena,
su voz por el mundo suena
como el clarín de la paz
sin retroceder jamás
avanza del triunfo en pos,
la libertad es su Dios
y al viento su cabellera
la del martillo y la hoz.

Ningún país como el suyo
es tan digno y floreciente
se ilumina el sol de oriente
y él lo mira con orgullo;
la niñez es un capullo
que irradia felicidad,
reina la fraternidad
en el hogar y el taller
y ante todo es la mujer
símbolo de lealtad

Es Moscú la capital
de esa invencible nación
cuyo glorioso timón
lo dirige un mariscal,
por un desarme total
el agoba con pasión
por la paz sin exclusión
lucha sin tregua ni pausa
él es el Dios de una causa
que no admite discusión.

Sin nombrar a Stalingrado
mis versos pasan por alto
donde tras un fiero asalto
von Paulus fue derrotado,
al verse el teutón copado
se rindió sin condición;
que esta sirva de lección
al que gasta prepotencia
pues más vale la experiencia
que la fuerza y la ambición.

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Lo que acontece hoy día

Lo que acontece hoy día
Por Jorge, Obrero del Carbón

Este año cincuenta y seis
es otro año e’ pataleo
que nos tienen pal tandeo
de hacernos comer el buey;
con aprobar esa ley
que es llamada ley del hambre
que en odio echará raigambre
no hay duda en todo patriota
cuando nos veamos de ojotas
y las tripas como alambre.

Esto e’ la congelación
no cuadra entre los mineros
donde hay que echar hasta el cuero
sólo pa alimentación
recibimos en el carbón
sobre esta ley lo más malo;
pa nosotros el peor regalo
es estar más bajo el cerro
volvernos hombres de fierro
o tener guata de palo.

Como es costumbre que a huevo
miren del niño hasta el viejo
no goza el pobre verdejo
ni de Pascua el Año Nuevo
porque al comprar aunque sebo
que en vez de grasa lo usamos
con lo que hoy día ganamos
no queda ni porquería
con la escasez y carestía
de este año que empezamos.

Están con su nuevo trato
después del sueldo vital
¿cómo este Gobierno actual
va a ser digno e’ su mandato?
estamos sólo pal gato
con su misión extranjera
hacen pura barredera
a nuestra infeliz nación
que en vez de hacer solución
joden más la clase obrera.

DESPEDIDA:

Pienso al fin de esta versión
lo que el Gobierno va a hacer
¿será cosa de Lucifer
lo que pasa en mi nación?.
Creo que no, en cuestión
hay defensa terrenal
lo hará siempre la “Central”
contra los xxx xxx¹
de atajar a cuatro vientos
cada xxx¹ infernal.

1  Ilegible en nuestros ejemplares.

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A los felones

A los felones
por José Mur, poeta popular de La Calera

Están como anonadados
los guerreristas fogosos
y los pueblos con gran gozo
pues la paz se ha conservado;
mienten como desalmados
como herejes o primates,
retorciendo los debates
del Congreso Comunista,
saben que les toca lista
clamar el orates-frates

Quieren bajar los quilates
de lo que allí se trató
pero el diablo los burló
y chillando, cual orates
inventan cien mil dislates,
manoseando la verdad,
más la cruda realidad
es distinta, por sus males,
el mentir para estos tales
no es pura casualidad.

Este enredo es dualidad
entre los farsantes criollos
y el amo el de los embrollos
conozcan pues la hermandad
de la nueva trinidad
Anglo-Yanqui-Yanaconas
que atropellan el idioma
para orar con tanto celo
tantas mentiras al vuelo
tantas falacias lloronas.

Sin punto, guiones ni comas,
esos redactores sucios
apelan al Dios Confucio
tragando tinta en doblona;
pero se pone verdona
su propaganda guerrera.
Quisiera ver la perrera
de aullidos que lanzarían
pidiendo paz en jauría
si la guerra los hiriera.

Que trille en paz pues sus eras
el país no sometido
no haga caso a los ladridos
de gozque a soldadera
con su montón de leseras
no frenan la evolución,
el Congreso en perfección
filósofos lo mostraron
y a gobernar enseñaron
al gerifalte ladrón.

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La captura de un puma

La captura de un puma
por Miguel Luis Castañeda, poeta popular de Cogotí.

En la alta Cordillera
de este río ‘e Cogotí
–según datos recogí–,
capturaron una fiera;
En una mala ladera
del cerro llamado hornito
andaban los campañitos
y para tomar aliento
se detienen un momento
y allí un hombre pegó un grito.

Manuel Alvarez, el nombre
del que atrapó a ese puma,
que sin el miedo que abruma
demostró el valor de un hombre;
Con un arrojo sin nombre
el modesto campesino
acompañado de un niño
se acercaron a la fiera
y adentro ‘e su madriguera
encontraron al felino.

Andaban buscando cabras
las que estaban extraviadas
ausentas de la majada
en esa tierra macabra;
él iba por una falda
echó una piedra a rodar
ya allí salió el animal
que estaba en un zanjón.
¡On Manuel, hey ‘ia el león!
le gritaba el oficial.

No andaban trayendo perros
y andaban los dos de a pie;
el puma al tranco se fué
por ese fragoso cerro;
en el alto hay un encierro
por un cordón de barrancos
el animal iba franco
y al niño on Manuel gritaba:
¡atájalo en la parada
y el niño gritaba al tranco.

La fiera se había escondido
y con toda precaución
encontraron al bribón
en un peñasco metido;
El puma desadvertido
allí no encontró salida
y por la ruta seguida
lo encontraron en su lecho
en un brete muy estrecho
que le servía ‘e guarida.

Ellos le vieron la cola
y le pi**aron¹ la puerta
trabajando muy alerta
y sin formar batahola;
Y lo dejaron a solas
así medio acorralado.
Al día siguiente armados
con otros cuantos vecinos
llegaron donde el felino
que estaba muy enojado.

Una ventanita abrieron
y ahí lo vieron rabiar;
pa poderlo doblegar
con la escopeta lo hirieron;
todos los que allí acudieron
al sentir esos rugidos
saltaron despavoridos
con intención de arrancar
al ver que ese animal
‘taba tan enfurecido.

Otro tiro dispararon
y lo hirieron con certeza
en la mismita cabeza
y así lo desatentaron;
de las patas lo amarraron,
lo sacaron a tirones
y a los perros comilones
lo echaron sin compasión;
él dio aún su manotón
antes de entregar sus dones.

1  Ilegible en el impreso.

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