Disputaban un amor

Disputaban un amor
por Pedro González, poeta popular de Rancagua

En un jardín una rosa
‘taba muy enamorada
y a una violeta azulada
le sucedía igual cosa;
en esta tierra frondosa
– dijo la rosa – una tarde
– qué lindo, que dios lo guarde –
dirigiéndose al Jacinto,
la violeta con su instinto
lo miraba con alarde.

– Jacinto, yo soy pequeña
ambos somos parecidos
yo te quiero por marido
sólo yo seré tu dueña;
yo sé que conmigo sueñas
con tu violeta amorosa,
– tú mientes – dijo la rosa
haciendo un guiño al clavel
llámalo que diga él
a cuál quiere por esposa.

Estando en presencia de ellas
el Jacinto se detuvo
su admiración no contuvo
al ver violeta tan bella;
dirigiéndose hacia ella
la recibió por esposa
le dijo: “te haré dichosa,
por el resto de tu vida”
mientras de pena transida
se deshojaba la rosa.

Fué grande aquel regocijo
de alegría general
y fué un viejo cardenal
que el matrimonio bendijo;
serán felices les dijo
y vayan por buen camino
sirvió el clavel de padrino
madrina la margarita,
y reina Luisa chiquitas
tirábanles flor de espino.

DESPEDIDA

Al fin de la ceremonia
todos brindan con afán
alelíes y tulipán
y de blanco una varsonia
de jaspeado una begonia
con su nardo enamorado
y un lirio muy deshojado
junto a fresca clavelina
miraban desde una esquina
a los que estaban curados.

Volver

Por los caminos del pueblo

Por los caminos del pueblo
Por Luis Polanco

Cuando viene el torbellino
me acurruco en el barranco
después que pasa por alto
de nuevo salgo al camino;
soy como el noble costino
que no teme al ventarrón
cuando retumba el furor
del huracán en las cumbres
le quito el cuerpo al derrumbe
y sogo con más pasión.

Soy de tormentas cantor
desafiador de centellas
voy por las sangrientas huellas
gritando contra el dolor;
tengo rosales en flor
que convertiré en trincheras
el día en que las laderas
de mi patria sobre el llano
quiera encumbrarse un tirano
para manchar mi bandera.

Le dí a los cañaverales
mis ansias de libertad
pa que salgan a cantar
mientras ella exista a la calle;
le dije: protesta el valle
si ellas arrastran cadenas,
le dije a la cordillera
que se vacie a la ciudad
que ahogue la iniquidad
si ella aparece en mi tierra.

Y le dije a la trutruca
que está llorando en Arauco
que se hermane con el sauco
para defender sus rucas;
que diga a los indios: nunca
se ciñan a la coyunda,
que hagan su tierra fecunda
y que griten en la loma,
que nueva aurora se asoma
con su luz que los circunda.

Y dije al yunque sonoro
que me diera dura espada
para defender mi amada
que ha de vivir con decoro;
yo quiero que sea de oro
su porvenir y su estrella
rutilante, siempre bella
en la estampa de su cielo,
yo soy su sangre y espero
ser lienzo en su cordillera.

Y pedí a mi sentimiento
me dé fraternal anhelo
en mi verso, porque quiero
ceñir mi patria en el tiempo;
que en ella ponga el acento
fraternal el mundo entero
que en el tiempo venidero
deberá sembrarse amor
y entre otros su pabellón
tendrá paz bajo su cielo.

Volver

Brindis por El Siglo

Brindis por El Siglo
Por Julio Solis, poeta popular de Chimbarongo.

Si es “El Siglo” nuestro diario
es justo que lo ayudemos
pero más que en él gastemos
lo damos muy voluntarios;
aunque humilde funcionario
y más pobre que una rata
no me importa andar a pata
pa ayudar nuestro vocero
nuestro diario es el primero
los demás son pura lata.

Volver

Los enemigos de la paz

Los enemigos de la paz
Por Edison Grandón, poeta popular de Concepción.

Conversaremos un rato
dime tú, qué vale más;
llevar una vida en paz,
o como el perro y el gato;
no he de pensar mucho rato,
dirás, para contestarte,
pero mucho has de fijarte
en la respuesta de dés,
porque hay sabios al revés
voy a intentar explicarte.

Cualquier seso bien centrado
se define por la paz
y no reniega jamás
de lo que ha manifestado;
pero hay hombres descarriados
que malgastan su talento
en diseñar armamentos
para matarse después;
son los sabios al revés
de que hablaba hace un momento.

Quiénes son, querrás saber,
esos viles guerreristas;
los mismos imperialistas
que no nos dejan mover;
hombres que para comer
tienen hombres que matar;
hombres que pa’ conservar
su régimen decadente
hacer guerras, matan gentes
en la tierra o en el mar.

Y han de seguir masacrando
mientras tengan poderío
con mayor o menor brío,
habrán de seguir matando,
y si no… ¿que harán con tantos
muchachos uniformados?
¿con los talleres montados
en la industria belicosa?
y las armas y otras cosas
¿a quien venden si no hay caos?

Por eso, al hablar de paz,
dije, bien has de fijarte,
que si estamos de una parte,
quizá no estén los demás;
para ellos vale más
un mundo convulsionado;
cada cartucho quemado
en un campo de batalla,
cada bala de metralla
es dinero que han ganado.

Y ya que hemos conversado
de estas cosas de interés,
que a los “sabios al revés”
los hemos analizado
según hemos estudiado
veamos qué vale más:
para los pueblos: ¡la paz!
pero algunos depravados
prefieren la guerra, el caos
está visto: ¡ganan más!

Volver

Stalin el grande entre los grandes

Stalin el grande entre los grandes
Por Alejandro Quintana, poeta popular de Santiago

Ha muerto ya el forjador
de la patria y del obrero
aquel de temple de acero
y de noble corazón;
el que con clara visión
prosiguió el leninismo
y construyó el socialismo
en la patria del futuro
que va con paso seguro
afianzando el comunismo

Stalin fué grande en vida
y su muerte hoy lo agiganta
su figura se levanta
sobre las nubes erguida;
por las acciones tenidas
su vida de luchador
en que siempre fue el mejor
sea en Yalta o en Teherán
y muy firme fué en Postdam
su inteligencia y valor.

Stalin fué y será honrado
cual ninguno fué en la historia,
y vivirá en la memoria
por las obras que ha dejado;
el mundo que ha edificado
cual un moderno titán
su nombre conservará
en la sociedad futura,
¡quien fué acero y fué dulzura
fué gigante y fué bondad!

Como estratega mejor
él se destacó en la guerra
y al enemigo destierra
con firme resolución;
defendiendo su Nación
de la fuerza nazi armada
y que fué al fin derrotada
por la patria socialista
con su mano siempre lista
su inteligencia y su espada.

DESPEDIDA

Se llenó su alma sincera
de amor por la humanidad
quien fué grande en la humildad
y la Paz fué su bandera;
dedicó su vida entera
a forjar el socialismo
que brotó desde el abismo
del cruel régimen zarista
y en la Europa progresista
dejó afianzado el marxismo.

Volver

Disputa de amor

Disputa de amor
Por Rafael Martínez Navia, de Santiago

Disputaban por saber
tres galanes con ardor
que cosa tendrá mejor
en el cuerpo la mujer;
dijo el primero a mi ver,
y no soy hombre de antojos
me gustan los labios rojos
bucles rubios, permanentes,
unos blanquecinos dientes
y sobre todo los ojos.

Casi no me dejas nada
y me reduces a cero,
dijo el segundo al primero
con voz alta y bien timbrada;
francamente es alabada
una hermosa criatura
por su delgada cintura
y su nariz afilada
pero a mí lo que me agrada
es un talle con soltura.

Señores, dijo el tercero,
andan los dos muy errados,
sé que están equivocados
y a probarlo me refiero,
siempre será lo primero
no aquello que no se ve,
si no un pequeño pie,
coquetón y zalamero,
y unas piernas con salero
no me pregunten, ¿por qué?

Yo intervine con presteza
al fin de la discusión
y dije en tal ocasión:
una mujer con belleza;
no vale ni una paveza
si le falta animación;
y lo lindo, en conclusión,
y mejor, es su sonrisa,
con que a veces nos hechiza
¡y nos roba el corazón!

Volver

Problema del azúcar

Problema del azúcar
Por Miguel Luis Castañeda, poeta popular de Cogotí

L’azúcar ‘ta por las nubes
solo se alcanza en avión
y allí anda el Pelucón
y al pobre no le sacuden;
materas todas acuden
a hacer pública protesta
porque les duele la testa
de ganas de tomar mate
y no tiene ni un empate
la escasez que nos afecta.

La chancaca y miel de abejas
están pagando la pata
se llegan a poner ñatas
tomando mate las viejas
llegan a fruncir la ceja
demostrando el descontento
ha sido un gran sufrimiento
la tragedia de este vicio
causando grandes perjuicios
la falta de este alimento.

Algunas hasta han llorado
porque el vicio las atraca
o la muerte han encontrado
con el mate con chancaca;
un viejo dobló la estaca
porque tomó sin medía
y amaneció al otro día
tomando mate en el cielo
con todos sus bisabuelos
en una grande armonía

DESPEDIDA

Por fin llega el azuquita
la pesca el comisariato
y hay que pasar malos ratos
formando haciendo colita;
a veces con fatiguita
allí esperando toditos
a veces por un kilito
hay que perder casi un día
por Diocito ña María
que cuestan los matecitos.

Volver

Recado a Lazo

Recado a Lazo
Por Sergio Valentín Mora, poeta popular de Renca

No quiero polemizar
te lo advierto, pueta Lazo,
tú no debes hacer caso
Si no te han de contestar;
¿por qué ofreciste capar
si no lo vas a cumplir?
Si lo haces se va a morir
de seguro el afectado
siendo poeta afamado
déjalo reproducir!

He pensado, oyéme Edmundo,
puesto que eres gallo tieso,
desafiar a un palogrueso
con ese tono iracundo;
a cualquier dueño de fundo
con el más grueso calibre
luchándoles por ser libre
con peso de artillería
nuestra clase bien unía
combata firme y que vibre!

Volver

Romance y alegoría de la cueca chilena

Romance y alegoría de la cueca chilena
Por Luis Polanco, poeta popular de Conchalí

Hermosa danza es la cueca
romántica, castiza alegre
y en el requiebro de vuelve
pasional y picaresca;
es expresión que refleja
el alma de un pueblo altivo
la danza donde Cupido
pone la flecha en los ojos
donde florece el sonrojo
arremangando el vestido.

Es el vuelo de la enagua
alegoría de ensueño
y el revolar del pañuelo
es caricias que tiene alas;
música que nada iguala
la melodía en la espuela
y es picardía que vuela
el verso sentimental
y es prosaico madrigal
cuando ambos se hacen la rueda

Es un hechizo el clavel
en el pelo ensortijado
y es el chamanto floreado
de la ilusión un joyel;
promesa de luna e’ miel
hay en el brujo mirar
mientras se escurre a enlazar
el pañuelo la cintura
o el chamanto con finura
se despliega pa abrazar.

Es un romance sin letras
el fulgor de las pupilas
y es un poema con rima
la liga rosa y violeta;
es pregunta o es respuesta
el suspiro apasionado
y es el pañuelo rosado
primor de esencia y de seda
donde alguna vez se queda
un corazón enredado.

Volver

Tres pies de Maclovio Fuentes

Los Clásicos
Tres pies de Maclovio Fuentes

NOTA: Esta es una primicia que publica la Lira de EL SIGLO, ya que las composiciones que han quedado de este gran poeta están solamente en la memoria de quienes lo oyeron y aprendieron de sus versos. Si alguien sabe alguna décima de este poeta rogamos enviarla para así recoger en parte siquiera su vasta obra casi totalmente desconocida, pues no fué publicada ni él dejó escritos.

Chile es rico en naturales
más su producción es poca
de Cordillera a la boca
tiene ricos minerales;
en el Centro los parrales
y en la playa harto marisco
si la industria toma el fisco
y a todas hace chilenas
inflaremos nuestras venas
y parecemos priscos

Pasan los años y meses
pasa invierno y primavera
sufriendo la clase obrera
por culpa de los burgueses;
no es cosa que me parece
¿dónde está la producción?
la madre sufre dolor
los hijos sufren la pena
el que manda y el que ordena
debe poner atención

En Chile nuestra moneda
es de lo más inferior
porque perdió su valor
cuando se fué Balmaceda;
nuestra historia nos comprueba
quienes fueron los agentes;
jué el capital inconsciente
que mata, asesina y hiere
dominio en esto se quiere
¡pa’atajarlo, Presidente!

Volver