Recabarren no ha muerto

Recabarren no ha muerto
Por Fernando Torres, poeta popular de Curicó

Recabarren no se ha muerto
vivo está en la clase obrera
y en la pampa salitrera
y en la mina y en el puerto;
en la montaña y desierto
en el corazón del pobre
en el carbón y en el cobre
junto al arado y el buey
y en la lucha por la ley
estará siempre su nombre.

Quien no siente la emoción
cuando nombran al maestro
al insigne guía nuestro
al más grande luchador
cuando dice el orador
Luis Emilio Recabarren
gritos de esperanzas salen
mezclados con rebeldía
esperando el nuevo día
en que los pulpos se acaben.

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Estoy esperando

Estoy esperando
Por Pedro Maria Tejos, poeta popular de Valparaiso.

Septiembre de la esperanza
me dijo: tu día llega
cambiara tu vida, espera,
espera con fe y confianza;
vi terminar mi desgracia
y esperando esperé
pero la promesa fue
como muchas solo canto,
y en medio de mi quebranto
estoy esperando ¿qué?

Y algo ha cambiado mi vida
algo ha avanzado mi muerte
siento rasguñar más fuerte
su garra sobre mi herida;
hoy es menos la comida
que cuando el canto escuché,
y es menos de lo que fué
mi ilusión en la promesa,
hay menos pan en mi mesa
estoy esperando …¿qué?…

Subio el precio el aceite
en un sesenta por ciento
de un quince será el aumento
de mi sueldo mensualmente;
y sigo siendo paciente
aunque se cumple al revés
vendrán más alzas después
hasta hacerme reventar
ya me empiezo a preguntar
estoy esperando … ¿qué?…

Han subido los arriendos
y esto no lo ataja nadie
y se ha lanzado a la calle
a algunos pobres, lloviendo;
con esto que se está haciendo
se está quebrando mi fe
por eso hoy grito ¿por qué?
se engaña de esta manera?
ahogándome en la miseria
estoy esperando …¿qué?…

DESPEDIDA

Subió la carne y la harina
la luz, el gas y el carbón,
los generos y el jabón
la leche y las medicinas;
el Pueblo vive en la ruina
y su salvación no vé
su esperanza va otra vez
derecho al despeñadero
y yo con el Pueblo, espero:
estoy esperando…¿qué?

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A mi compañera

A mi compañera
por Victaliano Nova, poeta popular de Santiago.

EL POETA DEDICA ESTA COMPOSICION A SU COMPAÑERA DE INMENSO CARIÑO

Tengo una fiel compañera
que merece mi atención
ella merece mi amor
bella flor de primavera
siempre ha sido la primera
dentro de mi corazón
la  más perfumada flor
que alegra mi humilde hogar
dichoso me hace soñar
con su belleza y primor

Es una perla sureña
que le robé al Bío Bío
crucé el caudaloso río
y la hice mi única dueña;
como el pan me salió buena
de espíritu comprensivo
hoy me siento agradecido
de Dios y mi buena estrella
un angel yo tengo en ella
en un jardín florecido.

Porque cuida con amor
el fruto de sus entrañas
veo un brillante mañana
me alumbra espléndido el sol;
tengo en mi rancho el calor
y la luz de cada día
todo lo vuelve alegría
con su preciosa sonrisa
ella es mi fiel Doralisa
encanto del alma mia.

Es valiente en el sufrir
como mujer proletaria
nunca la asusta el mañana
confía en el porvenir;
nunca la siento gemir
ni quejarse sin razón
tiene energía y valor
lleva y aguanta su carga
por eso su amor me embriaga
de honda satisfacción.

DESPEDIDA:

Al fin le quiero decir
cuánto la quiero y la adoro
cuánto en silencio yo lloro
cuando la veo sufrir;
cómo sufre mi alma ruin
cuando la veo marchita
y su boca rosadita
me deja de sonreir
para mi va a ser el fin
si se acaba mi negrita.

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El guaso creído

El guaso creído
POR Alejandro, poeta popular de Santiago.

Yo soy guaso campesino
soy harto trabajador
y soy bravo como lión
si alguna vez yo me indino;
cuando paso p’ol camino
del fundo pa la ciudá
en mi yegua colorá
y mi sombrero ladiao
¡chitas que voy encachao
con mi manta atravesa!

Hago sonar las espuelas
pa que se oiga el tintineo
y con disimulo veo
si se asoman las chicuelas;
en el despacho ‘e la Adela
yo me pongo a platicar
pa que me pueda mirar
la tonta de la Delmira
yo sé que por mi suspira
pero ella se hace el rogar.

Con mis zapatos de guaso
y el pantalón ajustao
me veo yo re encachao
llevando mi yegua al paso;
yo le doy un rebencazo
pa hacerla así mañosear
y que me salga a mirar
la hija del mayordomo
pues, la veo no sé como
cuando me mira al pasar.

¡Hay chitas la payasá
que me miran las mujeres
casi toditas me quieren
y hasta algunas son casás;
pero yo a mi pior es ná
ya le hey dao el corazón
es la hija del patrón
la que quiero enamorar
me tiene que resultar
si pa eso soy varón.

DESPEDIDA

Yo no quisiera contar
las mujeres que hey tenio
aunque yo no soy creío
de algunas me hey de acordar;
la hija de On Pascual
la María y la Teresa
a la Berta la hice  lesa
por detrás de un matorral
y me lleve pal maizal
a una vieja muy retieza

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La pretensión de un minero ante una joven

La pretensión de un minero ante una joven
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.

Mijita, quiere casarse?
casualmente soy soltero
aunque soy roto minero
puede en algo interesarse;
porque conmigo va a hallarse
yo la amo como caballo
pues no me sale ni callo
pa confesarle mi amor,
¡soy hombre trabajador
y castizo como gallo!

Disculpe mi pretensión,
que al faltarle soy ajeno,
si mi color es moreno
la culpa tiene el carbón;
yo trabajo en el chiflón
con mi oficio ‘e barretero
le pego de enero a enero
en el trabajo más fuerte
por eso vea su suerte
con este roto minero.

No se crea que es palique
lo que aquí estoy contando
lo que usté esté notando
se lo pido no se achique;
soy saltador más que un quique
no crea que soy tan ñaño
tengo cama, catre, escaño,
pesos en la cartuchera
y pa mayor sonajera
soy joven, tengo veinte años.

Aunque usté me oyó explicar
se lo repito mi china.
mientras mas dé carbon la mina
a usté ná le ha de faltar;
estoy dispuesto a luchar
y a vencer los descalabros
si este apetito lo abro
es que soy de buena raza
tendrá asignacion de casa
y familiar de los cabros.

DESPEDIDA:

Al fin, por lo entusiasmado
le pregunto si al terminar
en qué vamos a quedar
con lo que yo le he explicado;
para mi seria un agrado,
porque estoy que me sublevo,
de aceptarme si me atrevo
a estos deseos extraños,
cuestión que para este otro año
tenga mineritos nuevos.

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A la memoria de don Pedro Aguirre Cerda…

A la memoria de don Pedro Aguirre Cerda, querido mandatario
por Pedro González, poeta popular de Rancagua.

NOTA.- El gran poeta rancagüino, con motivo de cumplirse doce años de la muerte del presidente Aguirre Cerda, rinde homenaje al que fuera llamado Presidente de todos los chilenos.

CUARTETA

Harto triste el firmamento
aquel dia se observó
cuando en Chile se perdió
un noble del Parlamento;
muchos quedaron contentos,
pero muchos lo recuerdan,
todo aquel de mente cuerda
siente dolor y tristeza
y comenta la nobleza
del gran Pedro Aguirre Cerda

Doce años han transcurrido
de su muerte prematura,
recuerda con amargura
éste mi pueblo aguerrido;
con su muerte se ha perdido
algo de grande y de bello
y la esperanza en aquello
del gran Frente Popular
con que quiso gobernar
con armonía y destello,

El pensaba gobernar
a su querida nación
con su amante corazón
y el apoyo popular;
don Pedro era radical
y era un hombre muy sincero
respetó a niños y obreros
pensó darles pan y abrigo
fué del pobre gran amigo
hasta sus días postreros.

Siempre vive en la memoria
aunque su sueño es eterno,
muy justo fué en su gobierno
como registra la historia;
llevó su nombre con gloria
fué chileno de verdad
mucho amó la humanidad
y sobre todo a los niños
los miraba con cariño
y pa todos quiso Paz.

DESPEDIDA

Por fin, quiero recordar
tambien a doña Juanita
una muy noble damita
como pocas hay igual;
podrán los años pasar,
pero el pueblo tiene fe
luchando como se ve
en este día recuerda
a don Pedro Aguirre Cerda,
gran maestro que se fué.

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Lo que me pasa por leso

Lo que me pasa por leso
Por Luis Polanco, poeta popular de Conchalí

A chitas que soy releso,
conmigo no hay na que hacer:
no tengo ni qué comer
y m’estoy tirando a tieso;
no quise comerme el queso
que me trajo mi comaire,
tanto tiempo tomando aire,
toy hecho una compasión,
orejudo y narigón
y las tripas como alambre.

Hasta el hambre que hey tenío
me le está poniendo fiambre,
y me cuesta pa acordarme
del tiempo que no hey comío;
me toco y me hallo vacío
y me miro y no me veo,
me soñé vuelto fideo
y esto ha sío pa más pior,
me hallo a fideos sabor,
pero comerme no pueo.

Tengo los ojos aentro
y los dientes tengo ajuera,
me le esconden las caeras,
y la esparda no me encuentro;
en un brusco movimiento
los hombros me le cayeron,
los pantalones se fueron
corriéndoseme p’abajo,
si nues porque los atajo
agora andaría en cueros.

Toy pareciendo una escooa
con lo de abajo p’arriba,
lo pior es que la comía
no tengo onde echarla ahora;
si ya hasta el aire me atora,
tengo cerrá la garganta
y me silba como flauta,
pero la voz no me sale,
de tanto dale que dale
quién sabe si otra vez canta.

DESPEDIDA:

No comerás más mejor
porque me estoy deshaciendo,
las orejas tan sirviendo
pa abrochar el suspensor;
soy la imagen del horror
que anda asustando a la gente,
si me miro de repente
yo mesmo me tengo mieo,
esto es cuando verme pueo
con la ayúa de los lentes.

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Versos a la Lira Popular al cumplir un año de vida

Versos a la Lira Popular al cumplir un año de vida
Por D. López, poeta popular de Peña Blanca

Nuestra Lira Popular
del pueblo la voz genuina
la senda nos ilumina
con su selecto cantar;
ella nunca ha de callar,
dirá la verdad desnuda,
eso naide pone en duda
en nuestro alegre vocero
que es la antorcha del obrero
y de todo el que él acuda.

En la página gloriosa
coronada de laureles
que cumple con sus papeles
en forma muy exitosa;
y hoy se muestra victoriosa
porque nada la silencia,
vibrando está en la conciencia
y el alma de sus lectores
que reciben sus favores
y reclamaron su ausencia.

Decretando la clausura
de un vocero nacional
se consigue sólo un mal
reñido con la cultura;
cavando la sepultura
de ésta nuestra democracia
ello es, pues, una desgracia
que no debe más pasar,
al pueblo no hay que acallar
porque no es esa la gracia.

Es modesto mi cantar
que va a la Popular Lira,
que con sus cantos inspira
una alegría sin par;
voy también a saludar
aunque no soy de alta escuela
sólo es la manta y espuela
lo que ha inspirado mi voz
al Señor Diego Muñoz
y a doña Inés Valenzuela.

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Mi bienvenida a Hugo Sergio Amador

Mi bienvenida a Hugo Sergio Amador
Por José del Carmen Yañez, poeta popular de Llepo

Con regocijo sincero
yo le doy la bienvenida,
pues, los dos en esta vida
hacemos de zapatero;
por eso saludar quiero
a Hugo Sergio Amador
que será otro luchador
junto a Carrasco y González
y Agueda que sobresale
con Lazo ese gran cantor.

En “La Lira Popular”
junto con Mora estaremos
y con Polanco seremos
amigos en el cantar;
y no habremos de olvidar
a nuestros dos directores
que agrandan nuestros valores
invitando a trabajar
pudiendo así aprovechar
nuestras pobres condiciones.

Martínez Navia, un señor,
poeta de jerarquía
junto a Carrera María
y al Obrero del Carbón;
te abrirán su corazón
si hasta acá quieres llegar,
para con ellos versiar
con tanta buena intención
y por toda esta razón
te quiero felicitar.

DESPEDIDA

Y me despido señor
esperando que he de ver
junto a un poema de Riel
otros versos de Amador;
Rebolledo otro cantor
seguro se ha de alegrar
Camilo Rojas va a estar
con otro que no recuerdo
pues de memoria soy lerdo
y me van a disculpar.

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Retorno al amor

Retorno al amor
Por Alejandro, poeta popular de Santiago

Deseando olvidarte un día
yo me alejé de tu lado
pero hoy cuenta me he dado
que olvidarte no podía;
ya que tu imágen veía
donde quiera que mirara,
en el sueño que soñara,
en el agua que corría,
en la tarde que moría
en la noche que llegara.

Te vi al mirar las estrellas
y caminando ante el sol
rodeándote su fulgor
pareciendo así más bella;
tú fuiste en la historia aquella
la esclava de un gran amor,
yo, el caballero de honor
que rescatara a su amada
y fuiste la inmaculada
en un templo del Señor.

No quiero darte mi amor
pero no dejó de amarte
¿cómo yo podré olvidarte
si estás en mi corazón?;
en el lecho y su calor
estoy besando la almohada
y es ésta tu boca amada
que deseo con pasión,
y es la febril ilusión
de caricias anheladas.

Ya no puedo ya soportar
estar lejos de tu amor
quiero sentir el calor
que tú así me quieras dar;
a tu lado quiero estar
y voy marchando anhelante
si ayer quise estar distante
hoy quiero estar junto a tí
ya no hay voluntad en mí
tu amor me venció triunfante.

DESPEDIDA

He de llegar a tu lado
de mi orgullo ya vencido
desgarrando mis vestidos
y el corazón torturado;
y tú en un trono formado
por mi febril ilusión
me otorgarás el perdón
que yo te quiera pedir
y después he de morir
gozoso de tanto amor.

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