De Wall Street vino el crimen

De Wall Street vino el crimen
por Pedro María Tejos, poeta popular de Valparaíso

¡Espada! Asesina espada
envenenada en Honduras,
de sangre es tu empuñadura
por la traición empuñada;
el corazón de la indiada
hoy sangra en tu acero vil
y en la mano del servil
vendido a extranjeros amos,
por servir a los tiranos
que a tu patria hacen sufrir.

Espada que templa el odio
del amo de garra larga
en versos de sangre amarga
que engulle sus monopolios;
forjó tu filo el demonio
en el alma de un villano,
contra un pueblo soberano
que libertarse quería.
¡Espada…! Ya vendrá el día
en que cambiarás de manos.

Quiebra el colmillo sangriento
de Wall Street, Guatemala,
a quien te hirió a la mala
no des instante de aliento;
busca todos los momentos
para dar rienda a tu rabia;
niégale el sorbo de agua
al Caín que te deguëlla,
que tu cielo y tus estrellas
le nieguen luz al canalla.

Acorrala entre tus moscos
a las víboras malditas,
que le destrocen las tripas
y las cuencas de los ojos,
vacía en caudal tus enojos,
sécales el platanal,
quémales el cafetal,
provócales el incendio,
hazle la vida un infierno
que se achicharre el chacal.

Que el títere Castillo Armas
se le agusane la lengua,
que su corazón de piedra
le agujeree la sarna;
que el gemir de tus campanas
le revienten los oídos
y que agonice podrido
entre jergones sangrientos
que ni los perros hambrientos
olan el cuerpo al bandido.

En mi pluma combatiente
te doy mi voz pueblo hermano,
mi patria es bosque de manos
que se alzan por defenderte;
para tu anhelo no hay muerte
lucha y sabrás tú vencer
diez años con tu querer,
Guatemala se hizo hermosa;
para el ideal no hay fosa
nadie lo hará perecer.
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Carta para Lázaro Salgado

Carta para Lázaro Salgado
por Pedro González, poeta popular de Rancagua.

Señor Lázaro Salgado
saludo a usted sin demora
igualmente a su señora
que nos los he olvidado;
que ese día fué sellado
un muy serio compromiso
que el recuerdo así lo quiso
en el Congreso el destino
cuando al tomar el camino
regresó a Valparaíso.

Escríbeme pues González
así sus palabras fueron:
pero los días corrieron
haciendo recuerdos tales;
La tortura de mis males
ya retarda mi memoria,
para contarle la historia
de mi triste sufrimiento.
Pero todo este lamento
se lo contaré en la gloria.

San Lázaro como yó
somos del reino de los cielos
que San Pedro es el portero
y estamos cerca de Dios;
Allá estaremos los dos
junto a la virgen María,
cantaremos de alegría,
pidiéndole al Poderoso
que castigue al caprichoso
que nos da tan mala vida.

También oiga Lazarito
rogaremos a San Antonio
que castigue a los demonios
que hambrean nuestros hijitos;
sin leche los pobrecitos
ya están como esqueletos,
pa que les dé un tate quieto
y usted le echará los perros
y yo las puertas les cierro,
pa que a Dios tengan respeto.

DESPEDIDA:

Y por fin castigaremos
a todo facineroso
que ha pecado e’ veleidoso
cuando allá en la gloria estemos;
Las cuentas ajustaremos
sin hacer un sólo pero,
seremos dos justicieros
haciendo ley por parejo.
¿Qué le parece pues viejo?
de usted la opinión espero.

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Mi petición

Mi petición
por Pepe Valén, poeta popular de Valparaíso

Porque ya conozco el tema
de la nueva sociedad,
brindo con gran seriedad
y arengando en este tema;
“Quien el bote bien lo rema,
llega al final con su fe”.
Es por esto que yo sé
que esta nueva agrupación
tendrá gran aceptación
con don Diego y doña Inés.

Me siento pueta a rabiar
y no sé si es lo que soy,
pero la cosa es que hoy
yo me he propuesto payar
no paré hasta terminar
estás modestas carillas
para mi fueron sencillas
pero fumé hasta cansarme
también se cansó d´esperarme
mi primorosa chiquilla.

COmo esa frase que dice
“Para muestra hay un botón”
muestro mi gran vocación
con estas lineas que yo hice;
empezaré como vice
para a maestro pasar
y si es que llego a triunfar
alegre me sentiré
sin parar escribiré
en jubiloso cantar.

Quiero pedirle señores
con mi sublime emoción
que guardo en mi corazón.
Que me inscriban con sus valores
aunque sea de los peores
en la “LIRA POPULAR”,
la cosa es que he de versiar
y decir lo que yo siento,
créanme que no les miento,
hasta lo puedo jurar.

DESPEDIDA:

Mansa alegría la mía
cuando anuncien: “fué aceptado”
será mi sincero agrado
más que agrado un galardón
soñé con esta ocasión
que brinda para payar
esta página ejemplar
donde mucho han empezado
con fragmentos del pasado
o con moderno pensar.

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Recuerdo a los poetas populares

Recuerdo a los poetas populares
por C. Rebolledo, poeta popular de Santiago

En la Lira Popular
hay poetas muy buenazos
entre ellos Edmundo Lazo
que es tieso para versiar;
mucho lo hei visto pallar
con unos cuantos poetas
que no han llegado a la meta
¿o irán a seguir cantando?
y en la Lira estoy mirando
si veo alguna respuesta.

También don Luis Castañeda
es magnífico cantor,
don Hugo Sergio Amador
y la poetisa Agueda;
hay un tal Juan Castañeda
que se hace el zorrito manco
otros son don Luis Polanco
con José del Carmen Yáñez
no creo que yo me engañe;
son cantores de alto rango.

Muy rápido y sin demora
como cuando el agua corre
recuerdo a Fernando Torre
y a Sergio Valentín Mora;
me retiro, pues, ya es hora
y convido a José Riel
para luego irme con él
porque él es compaña buena
también la Roja Azucena
siempre que ella sea fiel.

El señor Paredes Luis
Jorge Obrero y Alejandro
Cristobalina versando
pa la Lira con Solís;
todos versean aquí
López, Carrasco y del Valle
aquí no hay naide que calle
aunque sea de muy lejos
ni Pedro María Tejos
ni don Ricardo González.

DESPEDIDA

Por fin, para terminar
enviaré a los directores
a poetas y cantores
un saludo fraternal;
y por saca sin nombrar
alguno se me ha quedado
perdón ´toy desmemoriado
¿será falta de puchero…?
¡pues ya no alcanza el dinero
porque todo lo han alzado!

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Aquí me presento

Aquí me presento
Por Guillermo Hernández, poeta popular de Santiago

Soy simplemente un obrero
que quiere colaborar
en la Lira Popular
junto al guaso y al minero;
trataré con todo esmero
a los grandes de igualar
una muestra yo hei de dar
y aquí espero impacientado
y el saberme publicado
será alegría sin par.

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Los hijos

Los hijos
Pedro González, poeta popular de Rancagua

Cuando nace algún varón
se siente feliz el padre
igual pasa con  la madre
que lo cuida con amor;
olvidando el gran dolor
que éste le causó al nacer
pone todo su querer
en aquel recién nacido
y como es su hijo querido
ni llorar lo quiere ver.

Cuando está ya algo crecido
alegran sus travesuras
hace olvidar amarguras
echa el dolor al olvido,
aunque el padre haya tenido
una muy dura jornada
siempre alguna carcajada
lanzará con gran cariño
para alegrar a aquel niño
luz de su humilde morada.

El padre no siente frío
tampoco siente calor
y desprecia hasta el dolor
por el pan del ser querido;
y si otro niño ha nacido
aumentando el sufrimiento
siempre el padre está contento
todo lleno de confianza
pues ha puesto su esperanza
en el hijo y su talento.

La madre velando el sueño
del niño recién nacido
con su rostro enternecido
atiende su bien pequeño;
siendo su hijo el dueño
de su vida y su querer
aun más quiere tener
para aquella criatura
a quien dió su alma y dulzura
al momento de nacer.

DESPEDIDA

Al fin, se cree hombre viejo
cuando empieza a trabajar
y el niño piensa en dejar
sus padres por el mal consejo;
es su anhelo el irse lejos
todo el tiempo con afán
y sus padres quedarán
con el rostro envejecido
y su hijo tan querido
ni les tira con un pan.

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Canto de amor a mi ciudad

Canto de amor a mi ciudad
Por Ricardo González, poeta popular de Viña del Mar

Por todo lo que te quiero
mi ciudad bella y hermosa
a ti dedico la glosa
siéndote siempre sincero;
tú me diste los primeros
soplos del aire a mi vida
en mi punto de partida
ya te di mi primer llanto
tienes , ciudad, mil encantos
a orilla del mar tendida.

Refugio de veraneantes
te llaman “ciudad jardín”
del uno al otro confín
te admiran los viajantes;
por tus calles voy errante
y subo tus altos cerros
entre los niños y perros
y el olor a pozo negro
allí, pues, mi canto enhebro
un dolor en el encierro.

Dolor de quererte tanto
considerándote mía
y no lo eres todavía
sólo tengo tus barrancos;
y por sobre tu adelanto
chimeneas industriales
dejan manchas celestiales
humo de sudor humano
de tus obreros ufanos
agrandando capitales.

Desde tus ranchos más altos
sin agua, luz ni caminos
donde se pega el destino
con fríos y sobresaltos;
con una voz de contralto
canta el viento su canción
en las noches sin fogón
del invierno sin frazada
la cama queda mojada
y el niño sigue llorón.

Aún más van a hermosear
tus playas y tus balnearios
y dejarán el calvario
arriba mirando el mar;
desde allí puedo mirar
sin hospital los pacientes
el Seguro insuficiente
las escuelas insalubres
la miseria como cubre
a las callampas nacientes.

En el burdel un muchacho
cantando por la comía
aprende mil groserías
oyendo cosas de macho;
he visto yanquis borrachos
pisoteando tus jardines
como mugrientos mastines
han orinado tus flores
son los amos y señores
grotescos, crueles y ruines.

Viña del Mar: quiero verte
en tu danza de millones
para aliviar aflicciones
del que construye tu suerte;
tengo yo para ofrecerte
cuando llegue la ocasión
en que el río Indignación
se desborde por tus calles
y solución no se halle
mi cariño y mi canción.

Cuando te guíe mi canto
seguro serás más bella
no quedará ni la huella
del dolor ni del quebranto
tendrás aún más encanto
pero no habrán pozos negros
serán otros los cerebros
que orientarán tu futuro
tus hijos tendrán seguros
una vida sin requiebros.

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Recordando

Recordando
Por Victaliano Nova, poeta popular de Santiago

Hace tiempo me dijeron
que venía un Salvador
a librarnos del dolor
en que al pueblo sumergieron;
todos los que en él creyeron
auguraron bellos días
que Chile se salvaría
de la angustia y del dolor,
pues había un Salvador
de nombrada gallardía.

Una escoba por espada,
llevaba según recuerdo,
y con fuego del averno
al traidor amenazaba;
el pueblo que lo escuchaba
al ver cuanto prometía
desde luego que creía
la escoba maravillosa
porque en forma prodigiosa
ella barría y barría.

Con ella yo vi barrer
a chiquillas muy bonitas
a mujeres con guagüitas
presurosas vi correr;
todos querían tener
en sus manos el emblema
pa barrer con él las penas
y el hambre de cada día
más el tiempo se perdía
como entre viento y arena.

La verdad llegó corriendo
mucho no se hizo esperar
pues la escoba al empezar
se fué luego deshaciendo;
hoy solo queda el recuerdo
y una amarga rebeldía
al ver que con cobardía
al pueblo se le engañó
hoy al fin se convenció
que la escoba no servía.

DESPEDIDA

Al fin, señores presentes,
entre gritos y alabanzas
un general de esperanza
ganó en forma sorprendente;
pero lo sabe la gente
y razón tengo de sobra
cuando afirmo sin zozobra
lo que cualquiera sostiene
que la esperanza mantiene
pero se vió ¡que no engorda!

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Libertad para Clotario Blest

Libertad para Clotario Blest
Por Marcelina Oviedo, poetisa popular de Maule

Lo que en Chile está pasando
es una cosa inaudita
por causa ‘e la ley maldita
‘tan al justo encarcelando;
en prisión se está encontrando
ese líder tan querido
al demócrata aguerrido,
ese gran Clotario Blest
que ya procesado fué
por hablar lo que ha ocurrido.

El dirige la Central
con amor y patriotismo
lo ayudan con altruismo
todos los que en’ella están;
y que piensan con afán
en el progreso de Chile
y yo aquí quiero deciles
que hay campesinos y obreros
que hay empleados y mineros
que suman bastantes miles.

Ellos no están tranquilos
ni de noche ni de día
mientras en la cárcel fría
lo tengan bajo vigilo;
en decirlo no vacilo
pues mi corazón lo siente
encarcelar a un valiente
es medida peligrosa
temeraria y enojosa:
¡es preciso que lo suelten!

Con el ánimo resuelto
tal como toda su vida
se encuentra en la celda umbría
esperando ser absuelto;
en su porte tan esbelto
su hombría está reflejada
y en su mente ponderada
no cabe renunciación
siempre fue noble su acción
y su fe nunca olvidada.

DESPEDIDA

Al fin, para terminar
yo saludo al gran patriota
que aunque enfermo no denota
que lo quebranta un pesar;
intranquila debe estar
su señora madre, pues
pensando de que tal vez
falto está de su cuidado
y hallándose delicado
desde comienzos del mes.

COGOLLO

Cogollo de flor de espino
sol amarillo y fragante
para el demócrata amante
de Dios y la Libertad;
en honor a la verdad
tendrán que ponerlo libre,
pa que todo Chile vibre
con grata felicidad;
¡pa mientras nuestra unidad
se hace más y más re-firme!

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Canto a la Paz

Canto a la Paz
por Luis Polanco, poeta popular de Conchalí.

Paz a la luz y al ensueño
paz para el vuelo cordial
del alma en cada aclarar;
paz para el sublime empeño
de ser arquitecto y dueño
del mañana de alegría,
paz para la tierra henchida
por el germen del amor
para el amor hecho flor
para la flor hecha vida.

Paz en el surco fiuvial
y en el grano palpitante
paz en la espiga fragante
la levadura y la sal;
y paz para el rubio pan
que se pide en la oración
y para el tierno fervor
que busca el amor futuro
paz en la quietud del muro
y en la sangre y el rumor.

Que no se empañe la aurora
con el fervor de la sangre
y que no queme el estambre
de la magnolia la pólvora
y que a la frágil paloma
no la aturda la trinchera
que sobre la primavera
no se tienda el huracán
que no se apague el cantar
del amor sobre la tierra.

Paz para la vid que crece
y para el ave que canta
para el gorjeo que salta
cuando la cuna se mece;
para el tema que florece
en verso, grito o arenga.
por la paz, y que prevenga
contra la llama del odio
paz al glorioso episodio
en que el crimen se detenga.

DESPEDIDA

Paz para los palomares
en mensaje universal
pa la emoción fraternal
que surca vientos y mares
paz en todos los hogares
a todo lo ancho del mundo
paz para los nuevos rumbos
que busca la humanidad
paz a la continuidad
de los anhelos fecundos.

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