Por el campo y los campesinos

Por el campo y los campesinos
Por Cristobalina Salgado, poetisa popular de Coihueco

A Miguel Luis Castañeda
poeta de Cogotí
le escribo yo desde aquí
en verso o como se pueda;
digo que obligado queda
a contestar mi misiva
perdóneme que le escriba
siendo señora mujer
más busco su parecer
no pelea ni distriba.

También yo soy campesina
y harto que quiero mi tierra
más lo que veo me emperra
y a todos se me imagina;
es esa clase mezquina
formá por latifundistas
que actúan a simple vista
como señores feudales
con poderes colosales
y la bolsa bien provista.

Explotando al campesino
han explotado riquezas
y en cambio le dan pobrezas
y alegan que es su destino;
sean obrero o inquilino
sea ajuerino o mediero
recibe trato muy fiero
impropio del ser humano
y así se dicen cristianos
y no son más que negreros.

El campesino no gana
ni siquiera pa comer
harto menos va a poder
comprarse ropa o su cama
le dan paja en vez de lana
para que estire sus huesos
y si protesta va preso
por ser regolucionario
y exigir que su salario
se lo suban de dos pesos.

DESPEDIDA:

Para despedirme al fin
Miguel Luis, le contaré
que en mi tierra lucharé
junto a Peiro y Valentín;
saldré con el retintín
de Sindicatos formar
y en ellos se va a agrupar
el obrero campesino
pa seguir justo camino
y la pelea ganar.

P. D. PREGUNTA

Algo me quedó en el buche
se lo voy a preduntar:
¿dígame si puedo errar
pensando esta pensadura,
o si es cosa de locura
el tener un güen par de ojos
o si necesito anteojos
o está güera mi visión?
contésteme por favor
no me contraríe el antojo.

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La rubia de “El Patagual”

La rubia de “El Patagual”
Por Luis Polanco, poeta popular de Conchalí

¡Buen dar con la guasa linda!
si es pa comérsela crúa,
labios guinda y ojos de uva
le dicen la “Rubia Chinda”;
ella se llama Celinda
y es del fundo “El Patagual”
es bella como un sendal
de aurora cordillerana
la conocí onde una hermana
que tengo en el Romeral.

Las doce estaban tocando
cuando llegué a la estación
ella bajó el quitasol
allí me estaba esperando;
me dijo como cantando
retorciendo la pollera
“le tengo al laito afuera
la mula en que va a viajar
pa que la haga galopiar
tiene que ponerse espuelas”

Partimo a trote tendío
orillando río y cerro
y por esquivar un perro
la mula me tiró al río;
mojao y medio aturdio
me juí haciendo río afuera
mientras Chinda la pollera
y la blusa se sacaba
y riendo me las pasaba
pa que yo me las pusiera.

Yo estaba todo turbao
y no sabía qué hacer
si vestirme de mujer
o seguir viaje mojao;
como mirando a otro lao
me dijo: “vístase altiro,
sin vergüenza, yo no lo miro,
y si miro ¿qué más da?
vístase luego no más
y sigamos el camino”

DESPEDIDA

Por fin, con blusa y pollera
arranqué como un demonio
de esto tiene testimonio
la Chinda y su parentela;
no quedó quién no se riera
de mí en la forma más cruel
al verme en el traje aquel
sin sombrero y con espuelas
sin darse cuenta siquiera
si yo era hombre o mujer.

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Ante la muerte de Stalin

Ante la muerte de Stalin
Por Ricardo González I., poeta popular de Viña del Mar

Un homenaje sentido
de adentro del corazón
rendiré con emoción
por el hombre más querido:
combatiente decidido
de la Paz y Libertad,
fué su personalidad
símbolo de la Esperanza,
infundió siempre confianza
su augusta serenidad.

José Stalin, arquitecto.
José Stalin, constructor.
Stalin trabajador
Stalin, gran intelecto;
hoy por millares sus textos
orienta la Humanidad,
supo afianzar la unidad
del martillo con la hoz,
fué siempre clara su voz:
quedará en la Eternidad.

Como el trigo de sus campos
su recuerdo ya es perenne,
su cuerpo quedará indemne
bajo millones de llantos;
sus ejemplo que son tantos
contienen gran enseñanza:
dan a los pueblos pujanza
para la Paz afianzar,
para no dejar pasar
a los que quieren matanzas.

Su nombre quedó grabado
en la unión de 5 mares,
en los bosques singulares,
en los campos alumbrados;
Stalin fué un gran soldado,
Stalin fué Mariscal,
en una marcha triunfal
aplastó al fascista impío,
libró pueblos oprimidos
con sus huestes sin igual.

DESPEDIDA:

Termina aquí mi cantar
por el hombre más fecundo
que dió sus obras al mundo
para dicha y bienestar;
propongámonos honrar
su memoria dignamente
batallando ardientemente
por librar a nuestra tierra
de traficantes de guerras
para una PAZ permanente.

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A Stalin, genio de los genios

A Stalin, genio de los genios
“Llorando esta mi laúd” (Versos de redondilla)
Por Rafael Martínez Navia, de Santiago

NOTA.-El autor de esta redondilla es un caballero que pertenece a sectores cultos de la sociedad. Cuando apareció esta LIRA POPULAR, recibimos sus felicitaciones como poeta culto, admirador de la poesía popular y, aunque no había intentado nunca este género, nos trajo una hermosa composición que se publicó en uno de nuestros primeros números. Hacía tiempo que no recibíamos nada suyo. Ahora ante la muerte de Stalin, nos envía esta bella “redondilla” o pie forzado para todas las estrofas.

Llorando está mi laúd
cubierto de obscuro manto
por el hombre que amó tanto
la justicia y la virtud;
él guió a la juventud
por la senda del deber
y enalteció a la mujer
con celosa pulcritud:
por ese querido ser
llorando está mi laúd.

Llora tu inmenso pesar,
laúd de mi corazón
llorar en esta ocasión
es justo y noble a la par;
quien llora y sabe llorar
demuestra su gratitud
por el ser cuya actitud
sólo alabanzas merece:
por ese, no más, por ese
llorando está mi laúd.

Aunque te enluta el dolor,
laúd, no pierdas la calma:
hay quienes no tienen alma,
porque no saben de amor;
odian al hombre de honor,
fingen amar la virtud
y al que encierra el ataúd
difaman de modo cruel;
por él, tan sólo por él
llorando está mi laúd.

Ahora que estás tranquilo,
deja, laúd, por favor,
que llore el vil impostor
lágrimas de cocodrilo;
bien sabes cuál es su estilo
cuando esconde su inquietud,
no te inmute su acritud
déjale que pague así:
por ti, Stalin, por ti,
llorando está mi laúd.

Yo conozco tu altivez,
tú no lloras por llorar,
laúd mío, sin pensar,
llora por última vez;
llorar por tu líder es
orgullosa gratitud,
¿no ves a la juventud
cómo llora en este mundo?
Por ti, Padre, sin segundo,
llorando está mi laúd.

Todo ser ante la Muerte
dobla la cerviz y calla,
pero existe una canalla
que en carnaval la convierte;
en su nombre se divierte
con falsa solicitud,
no recata su actitud
cuando la mira pasar:
por el que van a enterrar
llorando está mi laúd.

Allá en lejana región
va pasando el funeral
del Maestro más leal
que fué todo corazón;
se estremece de emoción
la apretada multitud,
al ver pasar su ataúd
todos lloran por igual:
solo por ti, Mariscal,
llorando está mi laúd.

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Stalin universal

Stalin universal
Por Luis Polanco, poeta popular de Conchalí

Gran redentor de los pueblos,
Jefe y constructor genial,
tu muerte abrió el lagrimal
del Moscú de tus desvelos:
por Vos es fecundo el suelo
de las estepas desiertas,
por Vos las regiones muertas
tienen luz, vida y aliento,
por Vos cesó el sufrimiento
y el amor abrió sus puertas.

Stalin está en la sal
de cinco mares unidos,
en los canales y ríos,
en la espiga y en el pan;
él está en cada aclarar,
sobre la brisa que pasa,
en la nieve y en la brasa
del Cáucaso y la Siberia,
en la sangre y en la arteria
del Socialismo que avanza.

Stalin: punto de mira
en el fusil combatiente
del guerrillero de Oriente
que a la Victoria camina;
de Corea en las colinas
es el bravo Capitán,
él es quien manda avanzar,
quien ordena: ¡apunten… fuego!,
él es quien envuelve el cielo
en llamas de Libertad.

En dinamita de Asturias
Stalin es llamarada,
en la España ensangrentada
grita Stalin en la altura;
para él canta Extremadura
la canción de las verbenas,
Málaga ardiente y serena
da más rojo el cardenal,
por él el puquio es cristal
y es estandarte la sierra.

En las noches siberianas
está brillando el Lucero
de luz de bronce y acero
de la Era Staliniana;
ya lloraron las campanas
de Smolensk y Stalingrado,
el dolor se ha disipado,
surge de nuevo el cantar,
los pueblos van a marchar
el futuro señalado.

CUARTETAS

En su casa familiar
de Georgia lo lloraron
las flores de los jardines
que de joven lo miraron.

Se estremeció el corazón
de los muros que lo vieron
siempre cargado de ensueños
qué dulces frutos se hicieron.

Los aleros centenarios
de la virtuosa casona
se hacen torre y campanario
echando a volar palomas.

En todas partes del mundo
las palomas de la PAZ
van escribiendo en el cielo
¡STALIN!… ¡ETERNIDAD!

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Descripción de un día de verano en el campo

Descripción de un día de verano en el campo
Por Miguel Luis Castañeda, poeta popular de Cogotí

EL ALBA

Ta anunciando la mañana
el lucero vespertino
las aves cantan sus trinos
saltando de rama en rama;
se ve que avanza con calma
un reflejo allá en Oriente,
luz del día prepotente
son los primeros albores
esos tintes en colores
claridad resplandeciente.

Se ve despuntar el sol
en los picachos más altos
y después pega el gran salto
vacia en la tierra su albor;
suelta el rebaño el pastor
y los peones van pasando,
una canción entonando
por el callejón abajo
van camino a su trabajo
donde los están explotando.

EL DIA

Empieza ya un nuevo día
muévese hormiguero humano
accionando pies y manos
batallándole a la vida;
el trabajo nos convida
y el sol nos brinda el calor
y todo hombre agricultor
que hace la tierra fecunda
la riega, en agua la inunda,
produciendo pan y amor.

En esos cálidos días
bajo ese radiante sol
que brinda fértil calor
y hace fecunda la vida;
nuestra dicha enardecida
contempla nuestro trabajo
las espigas hacia abajo
se inclinan con reverencia
como pidiendo clemencia
al que las corta a destajo.

LA TARDE

Cuando el día ya agoniza
entre el bello atardecer
horas gratas de placer
dibujan una sonrisa;
la suavidad de la brisa
y ese clima tan normal
se oye al tordo y al zorzal
cantar trino a la frutita,
los corazones palpitan
a l’hora crepuscular.

Cuando se despide el sol
en los amplios horizontes
alumbra débil los montes
con su brillo de esplendor;
forma dorado arrebol
como imitando la aurora
hermosas y bellas horas
serían un paraíso
llenas de brujos hechizos
sin la miseria que aflora.

LA NOCHE

Tiende la noche su manto
sobre la faz de la tierra
grandes misterios encierra
cosas que causan espanto;
se oye de la rana el canto
y el rezo de los sapitos
grillos que gritan finito
cantan gallos misteriosos
perros que ladran rabiosos
y el que da su último grito.

Sombra quietud y penumbra
tinieblas forman la noche
éstas son como un reproche
pa la luz que todo alumbra;
unos pájaros se encumbran
son las aves agoreras
salen de sus madrigueras
en busca de su alimento
su grito es de triste acento
en las nocturnas esferas.

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Por la Central Unica

Por la Central Unica
Por Marcelina Oviedo, poetisa popular del Maule.

Un año cumplió de vida
Central Unica de Chile
y yo aquí quiero decirles
que ella es grande por lo unida;
allí en su seno se anidan
los empleados, los obreros,
y no crean que pondero
si digo que es poderosa,
como a una joya valiosa
se le cuida con esmero.

Los trabajadores saben
lo que vale la unidad
saben que ella en realidad
para triunfar es la clave;
que su poder no hay quien trabe
cuando unidos ellos ‘tan
por eso afianzando van
esa unión más cada día
y libran con valentía
la batalla por el pan.

El pueblo trabajador
ya celebró un aniversario
de su organismo unitario
donde lucha con fervor,
con coraje y con valor
con la unidad como emblema
como su bandera y lema
sigue su marcha adelante
combatiendo en cada instante
que se presenta un problema.

La crisis que se agudiza
más y más de día en día
hace imposible la vía
y algo peor ya se divisa;
ni lo que más se precisa
tiene ya el trabajador,
las alzas son un horror
y el dinero pa na alcanza,
estrechando más la alianza
resistiremos mejor.

DESPEDIDA

Por fin para terminar
este verso yo lo brindo
con una rama de guindo
a la gloriosa Central;
y a todo el pueblo a luchar
llamo con voz decidida
pa mejorar nuestra vida
por librar a nuestros hijos
¡a todos yo me dirijo
con la esperanza encendida!

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Promesa de un enamorado a una linda mujer

Promesa de un enamorado a una linda mujer
Por Raimundo Navarro Flores, poeta popular campesino
de la provincia de Santiago.

Tengo que hacerte una casa
con lo fino de mi amor
y ha de ser con corredor
y pilares de venganza;
tijerales de esperanza
también le voy a poner
varillas de querer bien
y guiones de sentimiento
con mi fino amor la techo
pa que aprendáis a querer.

Le compraré zapatitos
de la primera calidad
y unas medias bien calás
y unos suaves calzoncitos;
de seda un buen vestidito
con linda combinación
un paltó de gran valor
que parezca una princesa
viendo toda mi fineza
no corresponde mi amor.

Buscaré en la capital
–esto va a ser prontamente–
un traje lindo y decente
que otras no tengan igual;
un par de guantes mundial
eso será muy preciso
de oro un lindo compromiso
como que la van a ver,
la debo cuidar muy bien
porque es para mi servicio.

El día del casamiento
todito ha de andar sobrando
pa que no salgan hablando
y queden todos contentos;
se tocarán instrumentos
que no han oído jamás
vendrán muchas amistás
porque soy harto querío
gustaremos reuníos
sin ninguna novedad.

DESPEDIDA

Al fin mucho ha de gozar
mientras que se halle a mi lado
todo lo que es de su agrado
nada le podrá faltar;
también le voy a comprar
su quinta bien arreglá
las piezas bien alfombrás
y espejos para mirar
por parques se ha de pasear
en sillas bien adornás.

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Verdejo canta sus penas

Verdejo canta sus penas
por Luis Armando Campos, Doctor en Poesía

Soy cantante de cantores
aunque no escribo cuartetas
soy huaso de las carretas
uso sombrero calao
me río del aniñao
que se las da de palote
y es un pobre monigote
con poca preparación
si que se hace la ilusión
de que es rey hasta el cogote.

Soy Verdejo no lo niego
pero harto trabajador
claro que algo fumador
pero roto de sentido
mis penas canto afligido
pa poderlas espantar
no quisiera ni mirar
todo lo que estamos viendo
el país está sufriendo
un tremendo malestar.

Atestados de miseria
marchamos unos y1 otros
y furiosos como potros
ya no hallamos qué decir
solamente maldecir
todo lo que está pasando
y los que están gobernando
nada han hecho pa frenar
yo quisiera gobernar
para no estar molestando.

Soy palla de palladores
y poeta entre poetas
y si usté hace morisquetas
mostrándose harto burlón
yo canto de corazón
y naide he ofendido
amo a mi Chile querido
tierra donde yo nací
pero veo que hasta aquí
Chile nada ha surgido.

DESPEDIDA

Verdejo canta sus penas
en la Lira Popular
donde se puede cantar
los quejidos y clamores
mientras otros vivasones
la vida de oso se dan
pero luego caerán
en la trampa del olvido
todo lo que hemos sufrido
con creces lo pagarán.

COGOLLO

A todos mis compañeros
que trabajan con ardor
que los afecta el temblor
de la grande carestía
les deseo en este día
una gran satisfacción
que marche todo en unión
en trabajo y en hogar
firmes todos a luchar
no existe la rendición.

1  Aparece corrección a lápiz del editor que borra “y” y escribe “con”.

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