El cantar de una fea y el poeta

El cantar de una fea y el poeta
Por Luis Polanco, poeta popular de Conchalí.

GLOSA

Soy fea, ya me lo han dicho,
de cuando niña y después,
y yo lo digo esta vez
que no rechazo el bautizo;
no soy fea, por capricho
más, lo soy, a pesar mío,
pues, yo hubiera preferido
ser bonita y agradar
a tener que soportar
mi dolor incomprendido.

Me pasan cosas tan raras
que a veces no las entiendo
en el alma las retengo
sin que asomen a la cara;
siento como si gritara
dentro de mí, con terror,
un tan amargo dolor
que no se atreve a aflorar,
lo suelo a veces curar
con un canto o una flor.

Evito cuanto más puedo
el espejo y la mirada
y en la celeste alborada
mis pensamientos recreo;
y es el mejor galanteo
que desde niña he sentido;
el del jardín florecido,
el de la vertiente clara
el trino que al aire enviara
el ave tejiendo el nido.

Al espejo he ensayado
dulce sonrisa ensayar
sólo he podido lograr
ver mi dolor reflejado;
el dolor de haber amado
y de no ser comprendida;
de no hallar para mi vida
sino triste soledad,
sentir de amor ebriedad
para beberlo a escondidas.

DESPEDIDA

A través del ventanal
pupilas al cielo estiro,
le envío al alba un suspiro,
y ella me viene a encontrar;
me pide en dulce arrullar
que no escatime el amor,
que lo entregue en el rumor
de la brisa y la vertiente,
y lo fecunde en la fuente
que tengo en el corazón.

RESPUESTA DEL POETA

¡Qué linda, qué linda fea …
¡qué linda que yo te encuentro!,
no, si te miro por fuera,
sí , si te miro por dentro.

Echa tu alma en el agua,
tiende tu voz en el viento,
hazte llama de la fragua
que templa los sentimientos.

Dadle al ensueño de sol
transparentado en el lirio,
ya que es azul tu ilusión
que cante la flor tu idilio.

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Respuesta a Edmundo Lazo

¡Sigue el contra punto!
Respuesta a Edmundo Lazo
por el Diablo Cojuelo, poeta popular de Llayllay

Al colega Edmundo Lazo
que hace tiempo no escribía,
no sé qué le pasaría
sus versos son muy buenazos;
lo seguía paso a paso
y sacaba una enseñanza,
así cualquier barco avanza
en ese mar tan profundo;
yo le advierto don Edmundo
me tengo mucha confianza.

Me pregunta de Llayllay
y le hablaré de Las Vegas,
donde hay bastante pega,
pero dinero no hay;
es igual que en Colligüay,
andan siempre con embuste
no han pagado reajustes
ni tampoco el familiar,
nadie se puede explicar
que el dinero no se busque.

Construyen ahí unos muros
para acueducto del agua
que atraviesa el Aconcagua
por un túnel muy oscuro;
nadie puede estar seguro
de salir de aquí con vida,
es muy larga la corrida
para darle a usté agüita,
que tanto se necesita
para el aseo y comida.

Luego, sobre el campesino
como lo pasa el fundo,
le ha de decir don Edmundo
es lo más triste y cochino;
explotan al campesino
como una bestia de carga;
es su vida muy amarga
trabaja de sol a sol
pá enriquecer al señor
y hacerle la vida larga.

El niño sin educación
desde muy  temprana edad
no conoce la verdad
porque no quiere el patrón;
y trabaja en un galpón
o también en el potrero,
para ayudar al puchero
del salario miserable
que gana su pobre padre
desde que salta el lucero.

En esta agraria región
término medio el salario
son sesenta estrafalarios
pesos que paga el patrón;
y es común y corrientón
que nos echen al camino;
vida cruel del campesino
trabajar como los bueyes
sin amparo de las leyes
que aseguren su destino.

La mujer ordeñadora
también recibe el zarpazo
le diré mi amigo Lazo
y pronto ha de llegar la hora;
habrán de hacerse mejoras
terminar con el cinismo
que tiene el imperialismo
de arrebatarnos riquezas,
con gran audacia y destreza
y refinado oportunismo.

Luego daré mi opinión
–porque sé que es necesaria–
hacer la Reforma Agraria
será la gran solución;
salvaría la nación
y esto no sería solo,
no habrían mas monopolios
–no es así, pues, don Edmundo–
comercio con todo el mundo
es  mi pensar y mi modo.

DESPEDIDA

Por fin, si algo necesita
ya me despido de usté,
conteste si ha visto el té
que se ha perdido de vista;
responda pero no embista
si sabe los movimientos
y si usté tiene talento
¿terminará la inflación?
éste es un mal sin perdón
que cargamos como muerto.

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Canto a mi pueblo

Canto a mi pueblo
por Jorge Obrero del Carbón, de Coronel.

GLOSA

Quiso ser puerto mayor
mi gran pueblo Coronel,
por industrias que hay en él
principalmente el carbón;
se produce al por mayor
poco menos que el de Lota,
con fuerzas de los patriotas
que siempre han sido sinceros,
con mi cantar de minero
escribo otra vez estas notas.

Tiene el género humano
mi tierra que ha sido estoica,
las historias más heroicas
de las luchas e mis hermanos:
somo bravos araucanos
que fueron los indomables,
también Coronel estable
no deja de batallar
hasta ver y terminar
con la vida miserable.

A pesar que hay cachureo
se ven apreciables cosas,
hay chiquillas muy hermosas,
cerros, playas y paseos:
tratándose de causeos
hay pescada de destajo,
camarones en el bajo,
pan caliente, tritres, guatas,
es decir, hablando en plata
hay de todos comistrajos.

Hay edificios flameantes
como casas insalubres,
y calles de puras mugres
donde se ven los vagantes:
hay comercio abundante,
pero decirlo da pena,
porque al pueblo se envenena
vendiéndoles tan caro,
sin que se vea reparo
por salir de esta condena.

DESPEDIDA

Aquí habemos dos cantores
y quizás sin competencia,
considerando a Placencia,
que es uno de los mejores:
que cantamos con amores
a esta apreciable región:
del dolor se hace canción,
combatiendo por supuesto
y quien escribe todo esto,
Jorge Obrero del Carbón.

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Grave ofensa

Grave ofensa
por el indio Mora, poeta popular de la Frontera.

GLOSA

Señores, voy a contarles
un suceso criminal,
gran vergüenza nacional
lo que voy a relatarles;
por gusto a los yanquis darles
se vejó a un gran periodista,
un renombrado pacifista
de prestigio universal,
fue victima policial
de métodos gestapistas.

Corriendo como celaje
llegaron algo atrasados,
el avión había llegado
dieron comienzo al ultraje;
registraron su equipaje
luego también lo allanaron,
con violencia abusaron
estos malos policías
a las trece horas del día
al gran Ilya insultaron.

Fué feroz la tropella
cometida en Los Cerrillos,
pues llego una banda é pillos
en lugar de policías:
y a plena luz del día
infirieron grave ofensa,
a esa nación inmensa
la sexta parte e la tierra
que lucha contra la guerra
con una pasión intensa.

Conviene que aquí se sepa
que estos malos policías
actuaron con cobardía
la menor duda no quepa;
nada poseen de cepa
ni representan a Chile,
son de sus  amos serviles,
del yanqui soez, venal,
y a Chile causaron mal,
con procederes tan viles.

DESPEDIDA

Al final, no me despido
sino que exijo prudencia,
y que se dicte sentencia
ya que el pueblo lo ha pedido;
que se aclare lo leído
sobre ese gran contrabando,
que no sigan abusando
porque ésa no es su labor
y den cuenta sin rubor
ya que le estamos pagando.

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Recuerdos de un guaso

Recuerdos de un guaso
por Alejandro, poeta popular de Santiago

NOTA: Como en el número anterior pedíamos a los poetas nos enviaran datos de su persona, el poeta Alejandro nos ha enviado esta hermosa décima en que describe su vida.

Yo nací en la ciudá
y en el campo me crié
es por eso que yo sé
del campo en la realidad;
conozco la calidá
de la tierra y la sandía
y al arado y yo seguía
bien firme de la mancera
y pa trillar en la era
a ninguno le temía.

Era regüeno pal lazo
y pa apialar un vacuno
no le temía a ninguno
que se las diera de huaso;
yo le daba un rebencazo
si el pingo pedía rienda
para que entonces comprienda
que arriba tenía un peón,
sabía la profesión
pa ganarme la merienda

Comía el ulpo clarucho
y los porotos con col
trabajé de sol a sol
en la hacienda de don Cucho;
de chacras entiendo mucho
y le trabajo un sandial,
y con sólo un bozal
amansé un pingo ‘e mi abuelo,
yo mataba un pato al vuelo
cuando salía a cazar.

Las vacas y los terneros,
los chanchos y los caballos,
las gallinas y los gallos,
los bueyes y los corderos;
fueron amigos sinceros
y otros no me habré de hallar
pues, durmiendo en el pajar
en los inviernos helados
me sentía acompañado
con sólo oírlos roncar.

DESPEDIDA

Agora yo me despido
aquello es sólo un recuerdo
aquí en Santiago yo pierdo
la juventud que hey tenío;
y soy un viejo entumío
que duerme bien encerrao
ando un tanto apitucado
trabajo de zapatero
y para hacerle sincero
mis campos no hey olvidado.

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Sucedió una madrugada 

Sucedió una madrugada
por Agueda Zamorano, poetisa popular de Santiago

Con lágrimas que han quemado
mis mejillas al rozar,
participo del pesar
que una tragedia ha causado
desgracia que hoy hay enlutado
a tanto y tantos hogares
que atravesando los mares
dejó sentir su dolor
y ante ese cuadro de horror
manifiestan sus pesares

“Había luz en el puerto
y un derroche de alegría;
un año nuevo nacía
el pasado había muerto;
Celebrábase por cierto
con fuegos y luego cena
pero sonó la sirena
con ese lamento triste
y el voluntario se viste
para ir a la faena.

Se despide de su amada
de sus padres, sus hermanos
promete volver temprano
tal vez en la madrugada
piensa que es sólo llamada
que puede ser un amago
Más ¡ay! el destino aciago
lo esperó con su celada
y en una ajena morada
encontró la muerte en pago”

Voluntarios valerosos
galonados de heroísmo
víctimas del continuismo
de atentados alevosos
como el trágico espantoso
que tan reciente sufrieron
y que sólo presintieron
los cobardes criminales
culpables todos iguales
de los que allí perecieron

DESPEDIDA

Prefiero finalizar,
no puedo seguir narrando
si al recuerdo estoy llorando
y se me atrofia el pensar
pero yo prefiero dejar
mi protesta aquí estampada
por la horrible canallada
de un trío de ruines falsos
que merecen el cadalso
por tanta vida tronchada.

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Los pablos de la paz

Los pablos de la paz
por Ricardo González, poeta popular de Viña del Mar.

GLOSA

Fueron tres las carabelas
que una vez trajo Colón
y entre la constelación
hay tres Marías en vela;
según cuentan las abuelas
tres reyes magos vinieron
y tres regalos trajeron
a Cristo cuando nació,
tres clavos cuando murió
en una cruz le pusieron.

Tiene la Paz tres estrellas
son de vida muy inquieta,
siguen las tres una meta
meta de causa muy bella;
conocidas todas ellas
más que los héroes de Dumas
que las Pascualas son más
y que las Chepas del cielo
iguales por sus desvelos
los tres Pablos de la Paz.

Paul Robeson cantante
su patria es su gran prisión,
enjuicia con su canción
a las castas dominantes;
por la Paz siempre adelante
está su pueblo luchando,
mientras Paul va entonando
orillando la frontera,
cantos de Paz verdadera
en su raza va dejando.

Pablo Picasso el pintor
tiene su obra maestra
símbolo de causa nuestra
es su paloma de amor;
interpretando el dolor
de los pueblos afligidos,
los colores escogidos
nos indican el camino
para un mejor destino
en el mundo redimido.

Pablo Neruda, el poeta,
en el mundo conocido
a cien lenguas traducido
en su poesía1
medio siglo1
y su vida no es ajena
en la mala o en la buena
nunca cambia de postura,
le deseamos ventura
con su pueblo sin cadenas.

DESPEDIDA

He aquí los tres hermanos,
de distintas latitudes
a través de sus virtudes
los tenemos muy cercanos;
en lucha contra tiranos
van por distintos caminos,
siguen el mismo destino
de la Paz en todo el mundo
son los anhelos profundos
y de los pueblos su sino.

1  nuestras copias están rotas en esta zona.

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Yo también vengo a versiar

Yo también vengo a versiar
por S. M. Rotta. S. poeta popular de San Miguel.

GLOSA

Vengo a presentar ante ustedes
y a esta LIRA POPULAR,
para que puedan juzgar
de estos versos los relieves;
los dedico a tí que mueves
el arado día a día,
y al que lucha con porfía
por un mejor bienestar
y aquel que logra ganar
la fe del mundo y la mía.

Mi nombre no lo pondré
pues hay gente muy hablona,
como cualquier yanacona
que al que la verdad proclama,
va y su ponzoña derrama,
no crean que es cobardía,
antes de andar escondías
la libertad me conviene
“no es cobarde el que previene”,
es un buen dicho, a fe mía.

Le contaré mis amigos
una historia un poco triste,
para un pájaro el alpiste
para los pollos el trigo;
leche, azúcar, té e higos
me mandaron a comprar
y a una cola fui a parar,
¡pero que cola, señor!. . .
si eso era mucho peor
que al vecino oír cantar.

Además tengo un aviso
escrito por San Miguel,
que está hecho para aquél
que creyó a Chile sumiso;
que lo lea, él lo quiso
por intruso el badulaque,
lo digo yo que ya empaque
sus documentos fuleros
que envuelva bien sus sombreros
y se largue con su laque.

DESPEDIDA

Voy ahora a terminar
pidiendo a esta buena LIRA,
que me diga sin mentira,
¿serviré para versiar?;
también voy a preguntar
¿si yo me voy retirando?
o sigo mejor versiando
o hago lo de Mark Clark
que después de conversar
calladito se fué andando.

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A Neruda

A Neruda
Por Guillermo Hernández, poeta popular de Santiago.

Hace años sucedió,
cincuenta para ser fijo,
uno de sus buenos hijos
a nuestro suelo llegó;
este suceso ocurrió
por ahí cerca e’ Parral,
que Chile ha venido en dar
gloria en veces incontables
y en esta fecha noble,
¡Salud, poeta genial!

Fuiste elegido al Senado
por las provincias del Norte,
por el traidor y su corte
quedaste exonerado,
el traidor antes nombrado
al canasto fue a parar
y tú has de ser inmortal
por ser luchador valiente.
Por tu labor combatiente,
¡Salud, poeta genial!

En tu bella poesía
todo lo has interpretado
España, Stalingrado,
China, Polonia y Hungría;
a nuestra tierra querida
pusiste un buen sitial
en el “Canto General”,
latigazo a los serviles.
Por el porvenir de Chile,
¡Salud, poeta genial!

Eres todo realidad,
entre buenos, el mejor,
activo y batallador
por la paz y la amistad;
por Chile y su libertad
siempre habrás de interpretar
con tu palabra sin par
y tus sin iguales versos
por todo lo que es progreso,
¡Salud, poeta genial!

DESPEDIDA

Aquí con esto termino,
diciéndole al gran poeta
que seguiremos tu veta
buscando un feliz destino;
aunque es áspero el camino
no debemos desmayar,
lo mejor hemos de dar
para un porvenir hermoso
por nuestro Chile glorioso,
¡Salud, poeta genial!

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Para el Congreso de Poetas Populares

Para el Congreso de Poetas Populares
Por Pedro Gonzalez, poeta popular de Rancagua.

Es mi mente la que fragua
la que canta a los trigales
y aquí está Pedro Gonzalez,
el poeta de Rancagua;
desde allí hasta las guaguas
me mandan como un escudo
y de Rancagua el saludo
y un abrazo fraternal
pa todos en general
que lo apreciarán, no dudo.

Nuestro arte de versiar
es muy vieja tradición
siempre existió en la nación
el poeta popular;
poeta que en su cantar
descubre los negros mantos
y da a saber por lo tanto
rigor del diario vivir
del anciano el cruel sufrir
y de todo el pueblo llanto.

El poeta mira y ve
lo que el pueblo está sufriendo
y con su pluma escribiendo
su canto de buena fe;
sin tardanza yo diré
el vivir en nuestro Chile
los obreros ya son miles
que la patria los ‘ta viendo
que miseria van sufriendo
por la culpa de los serviles.

Cuántas veces en los fundos
he mirado con tristeza
que atropellan la pobreza
con un proceder inmundo
yo siento dolor profundo
y lo pongo en mi balanza
si de un Dios a semejanza
se formó el cuerpo del hombre
cómo permite que al hombre
lo roben sus esperanzas.

No por esto compañeros
nos sentimos humillados
ya veremos aplastados
a todos esos negreros;
cada día más sinceros
más firmes en el luchar
haciéndonos respetar
aplastando tiranías
guardando soberanía
de la historia nacional.

DESPEDIDA

Hoy digo con gran franqueza
sin tener ningún temor
que de todo este dolor
es causa la gran pobreza
no se cumplen las promesas
no se mira el bien del hombre
nacionalizando el cobre
un paliativo tendremos
de no hacerlo nos veremos
cada día más re pobres.

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