A José Stalin

A José Stalin
(en el primer aniversario de su muerte)
por Rafael Martinez Navia, de Santiago.

Quizá no nazca otro ser
sino después de milenios
como el genio de los genios
que hoy lloramos como ayer;
pero antes de fenecer
le dio al pueblo libertad
paz, unión, fraternidad
y le dejó su renombre;
resplandecerá su nombre
mientras haya Humanidad.

Este hombre extraordinario
celoso de su ideal
conservó hasta el final
su afán revolucionario;
a su empuje libertario
rodó sin vida el tirano
y echó con espada en mano
al invasor extranjero
estremeció al mundo entero
su heroísmo sobrehumano.

También su pluma invencible
fue un ariete destructor
contra el vil explotador
y la canalla insensible;
su espíritu incorruptible
jamás conoció el desmayo
su pensamiento fue el rayo
que anunció una nueva aurora
¡cuando sonará la hora
que haga feliz al vasallo!

El libro por él escrito
abridlo, leed su texto
¡cómo brilla su intelecto
y remonta el infinito!
Al viejo dogma y el mito
sucede la realidad
ilumina la verdad
como un faro refulgente
y muestra su faz sonriente
el sol de la libertad.

Pero aun hay algo más
que inmortaliza su nombre:
él construyó para el hombre
un mundo nuevo de paz;
él, más que todo, veraz
él mal cortó de raíz
y convirtió a su país
en un campo floreciente
en la URSS vive la gente
libre, contenta y feliz.

Por eso están contra él
pero no sirve el puñal;
él es el fino metal
donde se mella el cincel;
él es el regio clavel
de purpurino color
y no el insecto traidor
que impunemente lo hiere:
¡La grandeza nunca muere
ni la virtud ni el honor!

Un varón tan noble y fiel
no se consigna en la historia
en el templo de la gloria
el más prominente es él;
hoy mil hojas de laurel
cubren sus yertos despojos
lo lloran blancos y rojos
peñas, valles, montes, ríos
ciudades y caseríos
y también mis tristes ojos.

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Lo pintoresco del carbón

Lo pintoresco del carbón
Por Jorge, obrero del Carbón

Aquí hay nombres curiosos
de herramientas y materiales
donde en estos minerales
resulta algo muy gracioso;
yo, como soy generoso
les proporciono estos datos
por aquí hay monos y patos
yeguas, machinas y ganchos
burros, choroyes y chanchos
iguales, perros y gatos.

De las puertas del chiflón
hasta donde llaman frentes
hay maestras y corrientes
toscas, bronces y carbón,
gases, polvos de frentón
sinfines, locomotoras,
ruidos de ventiladoras
desde el tráfico a la veta,
bombas, como la del zeta,
que trabaja a todas horas.

Hay chicharra y circadoras
combos, picos y martillos
palas, cuchara y rodillos
winches, tornos, cargadoras,
canoas, transportadoras
también ladrillos y arenas,
explosivos y barrenas
rolletes, cabos, motores
masillas y atacadores
como campana y cadenas.

Hay cortinas, tachuelones,
sapos, ranas, guardarrieles
cortafríos y cinceles
pernos, cuncunas, cañones,
moscos, lauchas, y ratones
baterías y punteros
chuzos, diablos y tableros,
uñas, santiago y mangueras
limas, tangues, chupaderas
palos, alambres y acero.

DESPEDIDA

Total, que para abreviar
hay lámpara, aceite, charras
guantes, cascos, y antiparras
tres turnos en trabajar;
carros, plomos pa’ tumbar
con carbón pa’ Huachipato,
perdonarán que este rato
ya dé fin a esto curioso
y yo pase por gracioso
pa’ hacer cualquier garabato.

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Un recuerdo en la distancia

Un recuerdo en la distancia
Por Alejandro, de Santiago

Caminito campesino
caprichoso y polvoriento
en tí jugueteaba el viento
con alegres remolinos;
un arroyo cristalino
serpenteando te cruzaba
y su agüita derramaba
para regar los rosales
los ciruelos y zarzales
que a tu vera se criaban.

Siempre recuerdo, camino,
que fué una noche de enero
que bella como un lucero
la hija de aquel vecino
vino a unirse a mi destino
y perdimos la cordura…
No sé si fué su hermosura
o mi ardiente juventud
o la callada quietud
de esa noche de ventura.

Pero ay, que lo supo el viento
y lo contó a los perales,
a los pinos y sauzales
sacudiéndolos violento;
y al arroyo muy contento
también le oí murmurar,
ninguno supo callar:
sólo tú quieto mirabas
y tal vez filosofabas
que eso tuvo que pasar.

No pueden culparme a mí
si yo tanto la quería,
porque si ella a mí venía
tenía que amarla así;
con calor, con frenesí
y delirante locura,
si ella me dió su ternura
y anhelante me besaba
yo con mi amor ofrendaba
homenaje a su hermosura.

DESPEDIDA

Por fin, camino lejano,
aquello sólo es recuerdo
y acá muy lejos yo pierdo
hasta el fuego del verano;
mi primavera no en vano
con largueza la he gastado
y este recuerdo ha quedado
en el fondo de mi alma
y voy entrando en la calma
de los paisajes helados.

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El cosechero

El cosechero

NOTA.- Esta composición nos fué enviada por el poeta Alejandro, de Linares, quien la oyó de boca del señor Juan Morales, de Llepo, provincia de Linares. Esta composición es, sin duda, antigua y se ha conservado por tradición oral. Pedimos que si algún lector sabe la despedida, tenga a bien enviárnosla para completar esta hermosa décima.

En una piedra frondosa
yo tengo un palque plantado
cuando está recién regado
da unas flores muy hermosas:
da margaritas y rosas
almendras y peras chinas
en las tardes da manzanas
en las noches da avellanas
y guindas por la mañana
muy buenas para las niñas.

Yo también tengo un maitén
vivo con él muy a gusto
me dicen que no da fruto
cosecho cebada y mey;
los cosecheros por hey
que dicen que se envanece,
yo les digo les parece
se da como un zapallar
cuando se cansa de dar
da papas, cocos y nueces.

Niuno de los cosecheros
me ganarán a sembrar
en una tierra muy buena
he de plantar un peral;
en medio de un pedregal
que se riegue con los soles
el dé lechugas y coles
también los ricos membrillos
tamién dé para cercar
trigo, boldo y espinillo.

Planté un sauce de Castilla
porque se me hizo preciso
da el bosque por carretadas
y por cargas el carrizo;
esto es tener beneficio
esto es mucha maravilla
da guidón y da varilla
da totora y da mostoza
pa levantar una casa
planté un sauce de Castilla.

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Lo que va de ayer a hoy

Lo que va de ayer a hoy
Por Don Juan del Valle

(COMO ERA ANTES…)

Eran los tiempos, señores,
en que las ranas hablaban
y las culebras bailaban
con sus vestidos de flores;
eran los tiempo, señores…
La vieja abuela seguía
mientras atentos le oían
los pilluelos de sus nietos,
mientras cual ojos inquietos
los carboncillos ardían.

… En que las hadas vivían
en castillos de cristales
desde donde pa los males
sus virtudes ofrecían;
en que las mozas tenían
corazones bondadosos
y lucían orgullosos
los mozos su gallardía,
en cuya alma florecían
los gestos más valerosos…

En esta forma empezaba
la abuela a narrar un cuento
que desde el primer momento
a sus nietos alegraba;
mientras cantaba al misterio
de la oscuridá un chus-chus
mientras lanzaba su luz
la blanca luna de enero.

(¡Y… cómo es hoy!)

Un croar en la quebrada,
pintas de plata en el cielo,
en pos de un ansiado anhelo
la mariposa dorada;
en rebrote la enramada
del almendro y el manzano,
una chocita en el llano,
un grillo en el trebolar,
un chus-chus sobre el peral
y algún aullido lejano.

La choza se ve alumbrada
por la llama de un chonchón,
un brasero en un rincón
y la abuelita rodeada
por una flaca parvada
de nieto muy harapientos
que se aprestan a escuchar
el cuento que ella a narrar
empieza en ese momento.

DESPEDIDA

Eran los tiempos, señores,
en que todo era barato:
los géneros, los zapatos
y los arriendos, señores;
baratos los alfajores,
el aceite, el pan y el té,
la yerba con el café
y el azúcar se encontraban,
ya que jamás se campiaba
como campiar una res.

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Vendiendo fruta en Combarbalá

Vendiendo fruta en Combarbalá
Por Juan Castañeda, de Cogotí
(Dedicado al pueblo de Combarbalá)

Para mi buena clientela
traigo naranja y limones,
también traigo mis amores
que serán pa alguna dellas;
ésta será la más bella
de todo Combarbalá,
puesto que en esta ciudá
hay muy hermosas chiquillas…
¿se me ahumará la tortilla,
o bien me resultará…?

Cuando me miran venir
salen varias a encontrarme,
pero en vez de saludarme
al cajón se dejan ir;
la fruta empieza a salir
y yo no veo la plata,
sólo me queda la lata
que resultó muy amena,
intertanto una morena
sonriendo me hace la pata.

Chao, mis bellas muchachas,
¿no me compran nada más?
¡No me pensaba jamás
que eran tan buenas pal hacha!
Una de ellas se encaracha:
“Puchas que sos bien fijado…
Miré para el otro lado,
viene el sargento primero:
como él es carabinero
puedo salir abollado.

De Feria Libre, anticipo,
soy ardiente partidario,
soy pequeño propietario
y pienso así por principio;
cuando el nuevo Municipio
muy concienzudamente obre
y a estos negocios no cobre
podremos vender barato,
y así comprarán los ñatos
a pesar de estar tan pobres.

Que no hayan intermediarios,
éste será nuestro lema,
no seguir aquel sistema
anticuado y rutinario;
claro ven los propietarios
robar al consumidor
mientras el explotador
hace sus pingües ganancias:
¡que termine la ignorancia
que es la causa del dolor!

Esta es mi proposición:
se fije un día de Feria,
pero como cosa seria
que no admita discusión;
debe haber obligación
para los autorizados
tener precios rebajados
para que compre la gente,
incluso los indigentes
que son los más jorobados.

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Así fue el temporal en el Sur

Así fue el temporal en el Sur
Por Fernando Torres, poeta popular de Curicó.

El domingo que pasó
con uno de mis chiquillos
me fuí al río Gualquillo
que pasa por Curicó;
pero mi alma se me heló
contemplando con tristeza
al ver que con la pobreza
el temporal se ensañó
porque allí sólo quedó
palos, latas y malezas.

Una población callampa
era lo que había sido
a cuatro metros del río
la miseria se levanta;
es la tragedia que espanta;
que estremeció a todo Chile
porque hay docenas de miles
sin tener dónde vivir
teniendo así que sufrir
y sus vidas se aniquilan.

Entre el croar de los sapos
con su cara vuelta al cielo
se ve tendida en el suelo
una muñeca de trapo;
todos han dicho yo escapo
cuando vino la tormenta
su dueña sin darse cuenta
dejó su hijita botada:
llorará desconsolada
la dulce harapienta.

A mucha gente albergaron
en las escuelas primarias
varias cosas necesarias
también se les regalaron;
pero les notificaron
tener que desalojar
y vinieron a quedar
metidas en otro lío
teniéndose que ir al río
a seguir la vida igual.

DESPEDIDA

Pongo fin al comentario
pensando por el camino
que no se les da un comino
la vida del proletario;
su existir será un calvario
mientras haya explotación
por eso hay que hacer la unión
firme pa frenar al rico
que dice: “el pobre es borrico
que se joda por jetón”.

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Contrastes

Contrastes
Por Pedro María Tejo1, de Valparaíso

Ancho rutilar de estrellas
sobre el polvo del camino,
largo mensaje de pinos
tendido en las carreteras;
esplendor de primavera
con toldo multicolor,
con aromos de oro en flor
desplegados en la estancia,
exhalación de fragancia
como un cántico de amor.

Ebria de luz se resbala
la noche en la oscuridad
donde una triste verdad
en triste lenguaje le habla;
allí jamás entró el alba
para cantar alegrías,
siempre fué negra la vida
y helado el anochecer,
de sangre, sudor y hiel
la tierra está humedecida.

Allí floreció la herida
cuando se parió el dolor,
allí se mató el amor
apenas nació la vida;
sobre jergón extendida
la caricia se hizo amarga
y la garra se hizo larga
en la injusticia y la pena,
se hizo hiriente la cadena
sobre la carne y el alma.

Noche de pobres llorando
bajo la suntuosidad,
dolor que en la oscuridad
rasga los cielos gritando;
dolor de estar amasando
para otros felicidad,
en tanto que sin piedad
se ensaña la explotación,
semillero de rencor
que un día habrá de estallar.

Voz de tumbas milenarias
requebrajando la tierra,
negra voz de la miseria
que quiere ser luminaria;
pasado que se desgarra
en clamor desesperado
que fué mil veces burlado
por los amos prepotentes,
augurio rojo, estridente
resurgiendo del pasado.

Quejido en el cielo abierto
que se quebró en el vacío
dejando cansancio y frío
sobre el antiguo tormento;
quejido que en este tiempo
se va haciendo clarinada,
furia que durmió enterrada
largo tiempo fermentando
y que hoy está repuntando para2
hacerse llamarada.

1  En otras liras se lo nombra “Tejos”.
2   La última palabra de esta línea debería ir al inicio de la siguiente.

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Por las memorias mas sentidas del maestro L. E. Recabarren

Por las memorias mas sentidas del maestro L. E. Recabarren
por Jorge Obrero del Carbón

Miles de trabajadores asistieron a los funerales del maestro Luis Emilio Recabarren, organizador del proletariado nacional y fundador de la prensa obrera. En la foto una vista de sus funerales.

Como el minero Nortino,
así el minero’el carbón
siente esta triste emoción
lo que ha dejado el destino
de un gran hombre de buen tino,
Recabarren se llamó,
esto es lo que digo yo
al recordar sus memorias,
cuántos hay que hacen historia
de todo el bien que formó.

Hay un sentido homenaje
de toda esta gran región
pa’ este hombre de corazón
que fué nobleza y coraje;
no era un hombre de linaje
como lo han dicho en versión
los poetas en cuestión
como lo he manifestado
del gran Líder recordado
y que hoy vive en el Panteón.

Aquí en la Zona minera
también hay un sentimiento:
recordamos a Barrientos
que siguió su gran lumbrera,
y supo dejarla entera
antes del triste partir
que fué penoso al decir
de los heroicos mineros,
hay un recuerdo sincero
que aquí lo hacemos sentir.

Como en luchas tesoneras
de todo lo que he explicado
aquí el minero ha luchado
siempre en la defensa obrera;
junto a nuestras compañeras
que han luchado con porfía
en marchas y romerías
del Líder inolvidable,
su memoria es imborrable
porque fué Maestro y Guía.

DESPEDIDA

Al fin ya de esta versión
como obrero proletario
sea esto como santuario
lo que se hace en vocación;
que nuestro sencillo don
que tenemos pa versiar
no sea tan singular
como una débil muralla,
sino un golpe de batalla
con nuestra unión popular.

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¡Salve, glorioso maestro!

¡Salve, glorioso maestro!
(versos de redondilla)
A Luis E. Recabarren
por Rafael Martínez Navia.

SALVE, GLORIOSO MAESTRO,
discípulo de Lenin
y como el gran Stalin,
Genio y Líder, Padre Nuestro;
hoy a modo de un clarín,
feliz te canta mi estro,
aquí tu estatura muestro
de luchador sin igual;
por tu preciado Ideal,
¡SALVE, GLORIOSO MAESTRO!

Tu verba no tuvo fin
en la pampa salitrera
fuiste de la clase obrera
el más digno paladín;
jamás la amenaza ruín
afloró a tu labio diestro
ni el odio cruel y siniestro
se albergó en tu corazón,
por tan noble tradición
¡SALVE, GLORIOSO MAESTRO!

También el eco triunfal
de tu magnífico acento
estremeció al Parlamento
contra el viejo Caporal;
por fin la forma feudal
del dogma frío y siniestro
como ahora lo demuestro
cavó su tumba en el mar,
por tu elocuencia sin par,
¡SALVE, GLORIOSO MAESTRO!

Filósofo y escritor,
fué tu pluma inigualada
una profunda estocada
en el pecho del traidor;
derribaste al impostor,
al necio, al fátuo y al neutro
y clavaste como a insecto
al tirano y su jauría,
por tu ardiente valentía,
¡SALVE, GLORIOSO MAESTRO!

DESPEDIDA

Por último, camarada,
cordialmente me despido,
bien sabes que no te olvido
y estoy en la barricada;
que aguardo una clarinada
para acudir al encuentro
y por fin, Apóstol nuestro,
sigo tu ejemplo genial;
por tu ardiente valentía
¡SALVE, GLORIOSO MAESTRO!

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