Matices del canto

Matices del canto
Por Luis Polanco, poeta popular de Santiago

Sea el canto, sin cercado,
dueño del espacio abierto,
ancho como el firmamento,
para todos entregado.
Sea el futuro enlazado,
afianzado en la hermandad
que exalte la libertad,
en el corazón del mundo:
tierno, fraternal, profundo,
buscando la eternidad.

Amo la voz que resuena
como al aurora clara;
la espada que proclamara
su divorcio a las cadenas
Amo la meta en las penas
la largueza, en el contento
la fe, en el advenimiento
de un mundo, para el amor
Amo al que apunta mejor
al corazón del tormento.

Amo el corazón henchido
para el cariño cordial,
ardiente en el palpitar,
mensajero, en el latido,
sin penas para el olvido,
alegre para el querer,
siempre presto a florecer,
en emoción concordante
y ante la ilusión distante,
fiel como el amanecer.

Amo la pluma acerada,
templada en sinceridad,
que al fustigar la maldad,
penetre como una espada;
libre y desapasionada,
balsámica y justiciera,
para el ideal sincera,
y para el tirano, esquiva
contra la vileza, altiva,
de la libertad bandera.

Amo los sanos motivos
del hombre para cantar;
los que hagan despertar
a todos los oprimidos;
en los campos redimidos;
amo el surco y la semilla;
en la aldeana sencilla;
a la paz para su camino;
y el mañana campesino
hecho esperanza en arcilla.

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Entrevistando a Cachico

Entrevistando a Cachico
Por Juan Quiriñeo, poeta popular de La Rúa.

Cachico es un hombre de nuestros campos. Corredor de aventuras y conocedor de nuestras tierras, a las que vive apegado sin dar muestras de cansancio.

Nuestra primera pregunta
fué: ¿Cómo estaba el arroz?
–Muy bien granado, señor,
como no lo ha estado nunca.
Tal es así, que tres lucas,
paga el futre por cogerlo.
Distinto es para comerlo,
tiene otro precio por kilo,
pelado sin capotillo,
nos conformamos con verlo.

¿Cómo es eso? No entendemos.
Cuál es su alimentación?
la constituye, señor,
el poroto con el trigo.
¿Es usté algún inquilino?
–Peor que eso. Soy forastero
Si aquí hasta los tractores
comen del fondo hollinado,
y no hay sitio reservado.
ni para el mismo vaquero.

¿Ha notado algún progreso,
en los últimos siete años?
Nada que no sea daño,
y la caída del peso.
¿Quiere decirnos, con eso,
que usté también ´ta embromado?
Mucho, si los hacendados,
nos hacen cargar el muerto,
y todos los desaciertos,
los paga el asalariado.

¿Quiere decirnos el precio
que tiene este grano en era?
Este año las arroceras,
pagaron dieciocho pesos.
Y no se asuste por eso,
la impureza la descuentan.
Figúrese lo que cuesta,
después de purificado.
Quien quiera comer graneado
debe pagar los setenta.

Dice que no come arroz.
¿Es que nunca lo ha comido?
A precios prohibitivos,
¿cómo lo voy a hacer yo?
No me diga, por favor,
si no me alcanza el salario,
con sólo cien pesos diarios
con que me renta el patrón,
ni un guiso de macarrón
podría condimentarlo.

Díganos: Cuando trabaja
¿también le dan familiar?
Si, pero es pa despistar
otro juego se baraja.
¿Cuántos son los de su casa?
Mi mujer y tres chiquillos,
los que con otros sobrinos,
en un total ya de seis:
Como vosotros lo veis,
se confunden con el hilo.

De todos estos muchachos
¿cuántos hay matriculados?
El más grande en el arado.
Los otros cuidan los chanchos.
El más pequeño, en el rancho,
se queda con la Carmela.
No se merecen escuelas
donde poderlos mandar.
La suma debilidad,
los va dejando sin muelas.
(CONTINUARA)

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Ronda en azul

Ronda en azul
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto

Ronda a la fuente el murmullo
del agüita cristalina,
ronda la nota argentina
en el prado en mil capullos
y del amor, el arrullo
el beso ronda en primor;
la ley ronda al resplandor
del relámpago furtivo,
y en el bosque, estremecido,
ronda de alas y esplendor.

Perfume ronda a la flor
y la brisa que lo mueve
ronda al mar, que se conmueve
en rondas de onda y fragor;
al iris ronda el color
cuando circunda un paisaje,
la selva ronda su traja
de verde y de mil rumores
y la fiera, en sus ardores
sensual ronda entre el boscaje.

Ronda música al cordaje
del arpa y de la guitarra;
la bullanguera chicharra
ronda en rumor el ramaje;
adorna, el talle, el encaje
a la niña casadera,
feliz la nube viajera
ronda la nevera altiva
y mi estrofa sensitiva
ronda eternas primaveras.

Muselina pasajera
rondando en gris las colinas
y en ronda de rutas líricas
ronda el ave mensajera,
del amor y la belleza
el nido, en ronda de trinos,
en el cielo mil caminos
en min¹ rondas estelares,
mil órbitas colosales
por abismos de infinito.

Lo eterna o lo infinito
ronda de vida y de muerte;
ronda el pobre tras la suerte
de la fortuna proscrito.
Ronda mi soberbia al grito
por la humana redención.
Por una ronda de unión
en que todos, de la mano
en ronda feliz, de hermanos
cantemos, puro, al amor.

1  Probable errata, podría ser “mil”.

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¡Chile avanza!

¡Chile avanza!
Por Carmelo Reyes Morales, poeta popular de Santiago

Poco a poco cada día
Chile se va unificando,
su herramienta va forjando
con decisión y energía;
Más de alguno ya creía
poder desorganizar
para poder maltratar
a este pueblo glorioso
estos pillos peligrosos
que dividen pa reinar.

Los patriotas de verdad
están todos empeñados
en aplastar a malvados
con esta gran unidad;
Esto es una realidad
que Chile la necesita
para que no se repitan
las hazañas de los traidores
que matan trabajadores
para servir al taitita.

Estamos todos cansados
de tanta provocación
alzando todo a montón
estos crueles y malvados:
los porros más encumbrados
gozan de todo derecho,
le ponen pistola al pecho
al pueblo por no aceptar
su manía de explotar
y robarnos pan y techo.

Hasta cuándo nos mantiene
con esas grandes patrañas,
acudiendo a la artimaña
y a guiñas como pequenes;
está bueno que ya suene
el clarín o la corneta,
cada cual con su barreta
con su serrucho y martillo
otros con plana y plomillo
a la calle, a buscar veta.

DESPEDIDA:

Por fin, amigos queridos
todo habrá de terminar
si queremos bienestar
luchemos todos unidos;
Derrotemos a bandidos
incapaces y burgueses
causa que lo malo crece
por ser ellos de otra clase.
Dejen al pueblo que pase
pa superarlos mil veces.

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Polonia inmortal

Polonia inmortal
Por Máximo Ramírez, poeta popular de Santiago.

La gran Polonia hoy asciende
velozmente a las alturas
y encauza sus fuerzas puras
que a la perfección propende;
su gran pueblo bien atiende
lo que es loable y humano
porque unidos como hermanos
rehacen lo destruido
por el nazi envilecido
cruel, nefasto e inhumano.

La bestia facinerosa
que a ese pueblo masacró
solo el recuerdo dejó
de su etapa deshonrosa,
hoy sólo esplende gloriosa
la Polonia popular
que en todo aspecto triunfal
cual Ave Fénix renace
y sin distinción de clase
sólo anhela progresar.

Deseaban tu destrucción
esas hordas inhumanas
de las huestes hitlerianas
sin miras de compasión;
más tu heroica decisión
de luchar hasta morir
ayudó a la bestia herir
hasta quedar derrotada
y en el averno arrojada
sin su logro conseguir.

Ni tus bellos querubines
ni tus mujeres hermosas
respetó esa bestia odiosa
con sus depravados fines,
moristeis miles de miles
y millones de millones
pero vuestros corazones
de espartana heroicidad
asombra la Humanidad
dándole ejemplo y lecciones.

El sol del ideal no muere
porque el bien es perdurable
solo el mal abominable
en su estiércol se revuelve
ahora en Polonia vuelve
otra vez a florecer
en el hombre y la mujer
una nueva primavera
más linda que la primera
de amor, de dicha y placer.

De esos horrores pasados
cual pesadillas siniestras
quedan vestigios de muestras,
que el hitlerismo ha dejado;
ese gran pueblo ultrajado
por el monstruo cavernario
del nazismo sanguinario
de nuevamente surgió,
porque aquel monstruo quedó
para siempre encadenado.

DESPEDIDA

El pueblo martirizado
por la bota del nazismo,
con vil furor y cinismo
su esplendor ha recobrado;
todo se encuentra hermoseado
en gran avance triunfal
y en el concierto estelar
de las gloriosas naciones,
se escucharán las canciones
de la Polonia inmortal.

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Canto a la redención

Canto a la redención
Por Camilo Rojas C., poeta popular de Pupulla.

Justicia siempre soñada
por legiones que cayeron,
que a la metralla opusieron
sus pechos cual barricadas;
Es la luz y clarinada
que resuena y los alumbra,
esperanza que se encumbra,
como el humo en la usina,
del valle a la oscura mina,
es el clarín que retumba.

El pan fraterno y cordial
el aura del nuevo día
es canción de rebeldía
la que murmura el trigal.
Contra la escoria feudal
se alza esta roja flor
que con amargo sudor
la riegan los explotados.
Es un puño levantado
contra el feudo explotador.

Es el más supremo anhelo
de todos los proletarios
y cual sacro relicario
van en la mente de los pueblos;
y es un constante desvelo
que en sus pechos se agigante
cual estandarte que avanza
o bandera que redime,
la canción pura y sublime
que nos llena de esperanza.

Es grito de redención,
que rompe el blando silencio
que llevado por los vientos
se ha convertido en clamor;
Será huracán o ciclón
que ha de arrasar algún día
con la odiosa tiranía
para que deje implantada
esta justicia soñada
que traiga pan y alegría.

DESPEDIDA

Al fin que oseme a la faz
de esta generosa tierra
este anhelo que encierra
pan, justicia y libertad;
y cual símbolo de paz
nazca una dulce canción
que consolide la unión
bajo una sola bandera
y a toda la clase obrera
dé alegría y comprensión.

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Los estudiantes peruanos

Los estudiantes peruanos
Por el INDIO MORA, poeta popular de la Frontera

GLOSA

Vivieron intenso drama,
conocieron el terror,
el hambre y la flagelacion
en sus más variadas gamas;
las policías tiranas
de los crueles dictadores,
les causaron mil dolores.
los trataron inhumanos,
a los jóvenes peruanos
en su detención, señores.

Llegaron los estudiantes,
libres quedaron en Chile
y los recibieron miles
abrazos emocionantes;
y un desfile impresionante
se desbordó por las calles;
atronó el cielo y el valle,
recorrió la patria entera,
fué una nueva primavera
con mil facetas y detalles.

Y Chile limpió una afrenta
que se adjudicó un felón,
éste no tendrá perdón,
contra la libertad atenta;
nuestra juventud contenta
dió gran batalla estos días;
arrancó al tirano Odría¹
y a las garras de Perón,
de la cárcel del Frontón
a los trece con porfía.

Los estudiantes peruanos
pisaron tierra chilena
y se acabaron las penas
de estos jóvenes hermanos,
no fueron esfuerzos vanos
¡Oh! muchachos combativos;
sois firmes, enhiestos, altivos,
¡estudiantes nacionales!
por grandes y fraternales,
libertarios y emotivos.

DESPEDIDA

Al final jóvenes, digo
que Chile entero, orgulloso,
está de ustedes grandiosos
¡estudiantes, mis amigos!;
en mi pensar no consigo
extenderme como quiero;
pero, agradece el obrero
¡y el demócrata empleado;
la afrenta habéis lavado
y hay asilo justiciero…!

1  General Manuel A. Odría, dictador en Perú 1948-1956.

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Al poeta iquiqueño Arturo Carrasco

Al poeta iquiqueño Arturo Carrasco
Por M. Pinto, poeta popular de San Javier

Contésteme, amigo Arturo
¿Qué es de las oficinas?
Yo creo que están en ruinas
o están en grandes apuros;
Como no estoy bien seguro
que me conteste siquiera
como están las calicheras,
si no enfada mi pregunta,
al recorrer punta a punta
toditas las salitreras.

Principiaré por las Santas,
como ser Santa Lucía.
Iremos por “Tres Marías”
pasando por “Agua Santa”.
Llegaremos a “Sarpampa”
volviendo por “Santa Rosa”,
de “Huara” la muy preciosa,
pasaremos por “Retiro”.
De “Negreiros” no me admiro,
llegaremos a “Papora”.

“Pozo Almonte” qué decir,
“Humberstone” que fué “Palma”,
donde se secaba el alma
al llegar a “Porvenir”;
Solo un mes pude vivir
trabajando allí en los piques.
me trasladé a “San Enrique”,
que es vecino de “san Pedro”,
y trabajé como negro
en “San Agustín” e “Iquique”.

“La Coruña” está en la Historia,
“San Pablo” con “Argentina”
“Santa Clara” estaba en ruinas
y nos fuimos a la “Gloria”
“La Esmeralda” en la memoria
pasando por “San Lorenzo”,
la “Cóndor” está al comienzo
y después “Los Pirineos”
“Providencia” no la veo,
cuando en la “Palmira” pienso.

Si vamos a la “Esperanza”
no olvidemos a ninguna,
que llegando a “Tres Lagunas”
volveremos por “La Granja”.
Alojamos en “La Alianza”,
vamos a la “Alurrera”
sin dejar “Tarapacá”
muy cerquita de “Virginia”,
si pasamos a la “Dina”.
terminamos la jorná.

DESPEDIDA

Por fin, mi querido amigo,
leyendo sus poesías
tuve una gran alegría,
con sinceridad yo digo.
Si igualarlo me consigo,
me considero grandazo.
Vaya para usté un abrazo
y un saludo fraternal
porque llegando el final,
hasta luego mi amigazo.

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El cantar del carretero

El cantar del carretero
(Fragmento)
Por Rafael Pérez Cabello, poeta popular de Graneros.

El carretero va andando
al lado de su carreta.
Con el alma siempre inquieta
va una canción entonando.
A los bueyes va picando
apresuren el andar
al son de aquel su cantar,
que lo entona placentero:
“Tira, tira, carretero,
tira, tira, sin cesar”.

Cuando despunta la aurora
en oriente, se levanta,
al son del ave que canta
su cancioncita sonora.
El ave le dice: es hora
del trabajo, carretero.
Y entonces, él, muy ligero,
la carreta va a cargar
y cantando sin cesar
tira, tira, carretero.

Los bueyes a paso lento,
van la carreta arrastrando
por campos, donde vaciando
está el sol sus rayos cruentos.
Felices esos momentos
lo son para el carretero.
Lleva en la mano el sombrero
y canta, sin desmayar,
tira, tira, carretero,
tira, tira sin cesar.

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El conflicto del calzado

El conflicto del calzado
Por Francisco Astroza, poeta popular de Santiago.

Con permiso, pues, señores
dueños de este conflicto.
Hasta aquí lo tengo visto
que nunca son cumplidores;
son como niños menores
y de malos pensamientos
se olvidan de aquel porcien¹
que esta huelga desató,
porque inconsciencia colmó
por fallos de avenimiento.

En huelga e´ brazos caidos,
pidiéndole al General
que nos pague el industrial
todos los días perdidos,
con efecto retroactivo,
pa´ enseñar a respetar
el acta que fué legal
firmada el cincuenta y uno,
que no ha cumplido ninguno
y que pasa de informal.

El gremio tiene su fe,
por algo está trasnochando
y el industrial veraneando
con su gran testarudez;
porque mira al revés
la situación del obrero.
Ya verán los usureros
quién pasará adelante.
No serán estos magnates
del monopolio del cuero.

Aquí muy mal se han portado
con el gremio y sus obreros.
Son ellos, pues, extranjeros
que las leyes han burlado;
pero se han equivocado
mucho más han de gastar
por ser duros pa’ pagar
y violar los arbitrajes,
y al gremio con su coraje
siempre lo han de recordar.

DESPEDIDA:

Así digo aquí al final:
el mando tiene el Gobierno.
Puede mandar al infierno
al reacio industrial:
por falso y por criminal
que hasta aquí se ha portado
con insultos despiadados
y renegando al obrero.
A todos los usureros
que los manden deportados.

1  Probable error de impresión, de acuerdo a la rima y metro debiera decir: “por ciento”

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