Por La Lira de “El Siglo”

Por La Lira de “El Siglo”
Por Lázaro Salgado, poeta popular de Valparaíso, director de la Escuela de Poetas y Cantores Populares de ese puerto

CUARTETA

Si nos publica la Lira
con gusto, con alegría
hasta el fin de nuestros días
“El Siglo” es el punto ‘e mira.

GLOSA

Gran alegría me embarga
al ver en nuestro Congreso
que el poeta hace progreso
más de una distancia larga;
escribir no es una carga
según como se nos mira
el poeta que se inspira
sensible en su corazón
llenándonos de emoción
si nos publica la Lira.

Oir poetas sintéticos
se nos remueven las fibras
y una batalla se libra
entre el yo y el arte poético;
con sentimiento patético
declaman su hipocresía
pero si llega ese día
de salir a la palestra
eluden su faz siniestra
con gusto y con alegría1.

Es grande la Unión naciente
de poetas y cantores
es de genuino folklore
única en el Continente;
donde un cúmulo de gente
en décima y poesía
con ingenio y picardía
del pueblo son el baluarte
a sus pies está nuestro arte
hasta el fin de nuestros días.

Un diario en Chile se edita
que del pueblo es la lumbrera
la voz de la clase obrera
que su verdad clama o grita;
queda en nuestra mente escrita
dar gracias al que uno admira
por permitir que la Lira
salga clara y refulgente
cuál diario es el más valiente
“El Siglo” es el punto ‘e mira.

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Por el brillante Congreso

Por  Juan de la Cruz Herrera, director de la Unión de poetas,  Cantores Populares,  poeta y cantor popular de Quillota.

CUARTETA:

Muy lindo estuvo el Congreso
como todos presenciaron
los cantores se entonaron
sin tener ningún tropiezo.

GLOSA:

Reluciente y muy precioso
estuvo el gran festival
hubo canto sin igual
entre puetas talentosos;
con sus trinos melodiosos
dieron más realce al verso
contemplando los sucesos
digo yo con voz airosa:
más que ninguna otra cosa
muy  lindo estuvo el Congreso.

Tres día’en Santiago estuve,
nunca yo me olvidaré
y muy bien que lo pasé
con mis amigos que anduve;
inmensa alegría tuve
cuando al acto me invitaron
al Congreso allí llegaron
cantores de los lugares
entonando sus cantares
como todos presenciaron.

Edmundo Lazo del puerto
gran cantor privilegiado
también Lázaro Salgado
para cantar es despierto;
un armonioso concierto
entre ellos lo formaron
la guitarra la puntearon
imitando al guitarrón
y en el proscenio de honor
los cantores se entonaron.

La  fiesta fue celebrada
durante los cuatro días
fue bastante la alegría
en esa fecha pasada;
con atención esmerada
con nobleza les converso
al venirme de regreso
nadita me aconteció
y a mi casa llegué yo
sin tener ningún tropiezo.

DESPEDIDA

Por fin, aquí me despido
en la forma que yo pueda
de mi Presidenta Agueda
estoy muy agradecido;
y fui muy bien atendido
por los nobles dirigentes
también se portó excelente
la Inesita con don Diego
me retiro desde luego
dando gracias muy sonriente.

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Una niña llamada Rosita

Una niña llamada Rosita
por Miguel Luis Castañeda, poeta popular de Cogotí.

CUARTETA

Morena dame tu amor
Rosita de mis ensueños
porque quiero ser tu dueño
labios de capullo en flor.

GLOSA

Tu amor me tiene embargado
mi vida está consumiendo
mi existencia destruyendo
ya estoy algo trastornado;
me encuentro desesperado
por una loca pasión
que me brinda una ilusión
mi corazón desespera
y si quieres que no muera
morena dame tu amor.

Rosa reina de las flores
en mi jardín proclamada
tu corona fué aceptada
por todas las demás flores:
por tus bellos esplendores
el clavel perturba el sueño
yo también quiero se dueño
y le diré al jardinero
que quiero ser el primero
Rosita de mis ensueños.

Los picaflores cantando
en ti detienen su vuelo
libando con dulce anhelo
cual si estuvieran bailando;
y yo triste aquí pensando
en el jardín de mi ensueño
pero ya tengo el diseño
sólo me falta ubicarlo
y un día tendré que hallarlo
porque quiero ser tu dueño.

La mariposa hace ronda
en torno de tu hermosura
esas lindas creaturas
se cobijan en tus frondas;
van percibiendo la onda
del perfume de tu amor
se embriagan con el olor
y en tu boca se adormecen
porque tus labios parecen
labios de capullo en flor.

DESPEDIDA

Rosita de carne y hueso
en fin, gocemos con suerte
que un día llega la muerte
como un temido sabueso;
yo te lo digo en mi rezo
morirá la mariposa
que perseguía a la rosa
y morirá el picaflor
que libaba en esa flor
también yo y también tu, Rosa.

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No hay que meterse en pleitos de casados

No hay que meterse en pleitos de casados
por Camilo Rojas Cáceres, poeta popular de Pupuya.

CUARTETA

A un pleito de dos casados
de intruso me jui a meter
y juí a parar al cuartel
con los dos ojos morados.

GLOSA

Al sentir un griterío
en la casa ‘e mi vecina
vide que la muy indina
peliaba con su marío;
como soy acomedío
ya verán lo que hey sacao:
los dos ojos machacaos
un chichón aquí en la frente
eso por ir a meterme
a un pleito de dos casados.

La mujer sin ni refajo
el hombre sin calzoncillo
la gritería ‘e chiquillos
ya echaban el rancho abajo:
se pegaban sin barajo
el hombre con la mujer
si es de contar y no creer
lo que me paso por leso
agora digo por eso
de intruso me juí a meter.

Cual quiltros enfurecíos
se fueron en contra mía
mientras ella me decía:
que intruso y entrometío
si me pega es mi marío
que te venís a meter
entonce sin saber ler
me dieron la mansa fleta
por ser tonto, leso y jeta
y juí a parar al cuartel.

La vieja con un zapato
me daba sin descansar
y cuando me iba a parar
me abofetiaba el bellaco;
pero llegaron los pacos
y me dije: –estoy salvao–
pero los muy condenaos
me echaron la culpa a mí
y en el chucho amanecí
con los dos ojos moraos.

ESPEDIDA1

Al fín, salí bien molío
por ser leso y por barbeta
pa otra vez no me meta
entre mujer y marío:
tres días tuve metío
en el cepo y en la barra
bien sujeto y con amarras
por el tremendo delito
cuando volví, los benditos
juntos andaban de farra.

1  Errata del impreso, debiera decir “DESPEDIDA”

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Para el poeta minero

Para el poeta minero
por Edison Grandón, poeta popular de Concepción.

Jorge, obrero del carbón,
correspondo tu saludo;
para establecer un nudo
te espero aquí en Concepción. 

L’otro día en el trabajo
la Lira estaba leyendo
cuando sentí en un momento,
como saliendo de abajo,
el nombre de algún carajo
que sonaba a Concepción;
fué mejor mi atención
y pude así darme cuenta
que mi apellido el que mienta
Jorge, Obrero del Carbón

Agradezco los honores
que el gran poeta minero
me hace al nombrarme, primero,
y luego entre los mejores
poetas y palladores:
y no he de quedarme mudo
ante el verso macanudo
que te inspirara, Minero:
con afecto verdadero
correspondo tu saludo

Si de saludos estamos
hagámoslo de verdad
y en gesto de amistad,
de la zona reunamos
los poetas que podamos:
los grandes y los menudos,
mediocres y macanudos,
tomemos como un deber
el darnos a conocer
para establecer un nudo.

Y cuando nos conozcamos
podremos, cambiando ideas,
organizar la pelea
por lo que más deseamos;
es cuestión que nos unamos
para hacer de la versión
el arma de la razón
contra el poder del dinero;
por si te place, Minero
te espero aquí en Concepción.

DESPEDIDA

Por último, si razón
crees que pueda tener
házmelo pronto saber
y hagamos de Concepción
el sitio de reunión
de los puetas populares
que viven por estos lares;
no continuemos aislados
los que estamos alejados
de Santiago y sus cantares.

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Mi saludo y protesta

Mi saludo y protesta
por Gustavo René Vásquez, poeta popular de Quintero.

CUARTETA:

Yo también quisiera entrar
saludando a los poetas,
a la Lira que interpreta
el gran sentir popular.

GLOSA:

Con todo respeto quiero
saludar primeramente,
a EL SIGLO principalmente
el paladín del obrero;
ríndole honor y me espero
por el diario popular
y a la página ejemplar
y a los poetas ladinos,
aunque soy huaso costino
yo también quisiera entrar.

Ante todo me describo:
formalmente les diré
yo soy Gustavo René
y Vásquez es mi apellido;
como en EL SIGLO he leído
y he admirado sus letras,
he compuesto mi cuarteta
en la hacienda donde vivo,
este verso he dirigido
saludando a los poetas.

En los campos, compañeros
donde yo soy explotado,
hoy mi pluma he levantado
pá escribirle a Chile entero;
¡Cuánto sufre el pobre obrero
que dá su vida completa,
siempre la misma silueta
harapiento y desnutrido;
por eso va mi soplido
a la Lira que interpreta.

¿Por qué motivo las leyes
postergan al campesino?,
y si reclama el vecino
nos botan de aquí los “pleyes”;
son los patrones los reyes
y el que administra a la par,
y se niegan a pagar
los sueldos que se han dictado,
los guasos hemos arado
el sentimiento popular.

DESPEDIDA:

Por fin tengo aquí que hablar
de la hacienda donde vivo
y de ella estoy despedido
por lo justo reclamar;
después les voy a contar
y lo voy a hacer con pruebas,
aunque perseguido sea
hablaré de un “dictador”
al gritar la verdad al sol
ni el moño se me menea.

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Imperialismo

Imperialismo
Por Vitaliano Nova, poeta popular de Santiago.

CUARTETA:

Convertido ya en fascismo
quiere el mundo dominar
el feroz imperialismo
que nos quiere encadenar.

GLOSA:

Como en tiempos no lejanos
de negra recordación
el yanqui esclavizador
tiñó de sangre sus manos;
un gobierno soberano
ejemplo de patriotismo,
derrocó el imperialismo
con brutal intervención
servido por la traición,
convertido ya en fascismo.

Nuevamente la razón
de la fuerza y el garrote
impone el tío grandote
sin concuencia y corazón;
corrompió y pagó un traidor
para su tierra robar
y al campesino explotar
con entera libertad.
Con su pérfida maldad
quiere al mundo dominar.

Armó a tiranos vecinos
de la heroica Guatemala
y negros buitres con alas
que oficiaron de asesinos;
hoy la junta de cochinos
persigue al nacionalismo
tratando de comunismo
a esa acción progresista
es tal la orden facista
del feroz imperialismo1.

El pueblo no ha soportado
así como así no mas
que de una sola pasá
le quiten lo ya ganado;
y en armas se ha levantado
para hacerse respetar
y de su suelo aventar
en forma definitiva
al amo y su comitiva
que nos quiere encadenar.

DESPEDIDA:

Al fin señores amigos
nadie ya puede dudar
que imperialismo es brutal
y nuestro peor enemigo;
lleva la traición consigo
se dedica a asesinar
a un loco lo hizo bailar
la samba anticomunista
y a dos traidores golpista
malvados hizo llorar.

1  Hay diferencia con la cuarteta.

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Al poeta Pablo Neruda

Al poeta Pablo Neruda
Por Lázaro Salgado, poeta popular de Valparaiso

CUARTETA:

El vate Pablo Neruda
ee merece este homenaje
para borrar el ultraje
la maldicencia y duda.

GLOSA:

Chile siente honor y orgullo
al acoger en su seno
al poeta que los Chilenos
con ansias leen lo suyo;
su palabra no es murmullo,
dice la verdad desnuda
hoy la realidad es muy cruda
para el que fué su enemigo
porque sólo tiene amigos
el vate Pablo Neruda.

Para toda reunión
su persona le da brillo
su trato afable y sencillo
lo lleva en su corazón;
hoy me lleno de emoción
ante este gran personaje
que hoy ilustra su linaje
a este pueblo selecto
porque este gran intelecto
se merece este homenaje.

Fue Parral dónde nació
esta homérica figura,
paladín de la cultura,
y en Temuco se educó;
por medio mundo viajó
–Lo obligaron a ese viaje–,
de donde trae un bagaje
y un cúmulo de atenciones
y hoy ve limpios corazones
para borrar el ultraje.

Cometió una gran errata
aquél que lo persiguió
parece que le salió
el tiro por la culata;
hoy mi tarea es muy grata
al decir que el gran Neruda
detrás de nadie se escuda
ni grita como mujer
y se tienen que comer
la maldicencia y duda.

DESPEDIDA:

Al fin, Neruda, la historia
recordará tu regreso
que has vuelto igual que Creso
lleno de fama y de gloria;
subirás al monte Moria
en el caballo Pegaso
donde hallarás tu regazo
a tu gloria y tu talento
y en la tierra un monumento
de ósculos y de abrazos.

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Homenaje a Pablo Neruda

Homenaje a Pablo Neruda
Por Pablo Trigo, poeta popular de la Ligua.

CUARTETA:

Tiembla al nombrarte mi voz
pues te voy a saludar,
yo te quiero desde niño,
no te lo voy a negar.

GLOSA:

Desde que tengo razón
tu nombre he pronunciado
con cariño es recordado
en el norte y en el sur;
el pobre ve el día azul
de hambre, miseria y dolor;
le has dado tú cuanto sos
de poeta proletario,
Neruda, gran visionario,
tiembla al nombrarle mi voz.

Con un verso muy profundo
yo te quiero saludar,
mi verso a de germinar
en las praderas del mundo;
siembro en terreno fecundo
la bella flor de la paz,
te dedico mi cantar
como antorcha de combate
y ya el corazón me late,
pues te vengo a saludar.

En la Ligua tengo yo
Un maestro pa’ versiar
Y “el poeta singular”
a tí Neruda llamó;
ese poeta cantó
y es gran vate con delirio
Silva Humeres es como lirio;
todos te quieren y cantan
y tu poesía exaltan
yo te quiero desde niño.

Y ya me acerco al final
de esta glosa muy sentida,
tus cincuenta años de vida
es justo, pues, celebrar;
tienes cantar inmortal,
eres altar de la raza,
por ti la gloria no pasa
se ha quedado detenida
y eres la patria sufrida
no te lo voy a negar.

DESPEDIDA

Te canto con voz entera
poeta de los poetas,
eres el verbo y profeta
nacido en la frontera;
de Chile la voz entera
¡sigue luchando gigante!
eres el portaestandarte
de la causa de la paz,
nosotros vamos detrás
mientras tú vas adelante.

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La mujer que se volvió culebrón

Los Clásicos
La mujer que se volvió culebrón
Rosa Araneda

CUARTETA

Señores, van a saber
si ponen mucha atención
la historia de una mujer
que volvió culebrón.

GLOSA

Una joven muy hermosa
que andaba en los 19
con su albo color de nieve
y su carita de rosa
sintió una pasión fogosa
por un joven mercader
el que al fin vino a caer
en las redes de su amor
y del caso lo mejor,
señores, van a saber.

Casó el joven con la bella
en medio de un gran contento
de modo que al casamiento
alumbró feliz estrella;
pero no duró la huella
de tan grata situación
sino lo que dura el son
del más recio campanazo,
señores, sabrán el caso
si ponen mucha atención.

La niña era muy coqueta
y prendada de otro amante
abandonó al comerciante
sin trámites ni etiqueta;
sufriendo la jugarreta
el hombre no halla qué hacer
y al fin decidió esconder
su vergüenza con la muerte
y así resolvió la suerte
la historia de una mujer.

Pero al morir el burlado
maldijo a la fiel ingrata
y ella después que lo mata
con el otro se ha casado;
pero el cielo ha castigado
a la infiel sin compasión
pues aquella maldición
que el muerto echó a la mujer
vino a tener tal poder
que se volvió culebrón.

DESPEDIDA

El marido de la viuda
llega una noche a su pieza
con una bestia tropieza
que parece muy coluda;
prende una vela y la duda
se le hace revelación:
convertida en culebrón
está la mujer maldita
allí mismo el hombre grita
y allí pierde la razón.

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