No más engaño

No más engaño
Por René Nobili L., poeta popular de Santiago

Ni engaño, ni falsedades,
ni voladores de luces.
Los que no están con el pueblo
son diablos vendiendo cruces

Ni de afuera, ni de adentro
no se permita el azote.
Estamos cuál pluma al viento
de promesas hasta el cogote.

De mamones y arribistas
llegan a la coronilla
y ya de tanto ayunar
se nos cuentan las costillas.

¡Y viva la oposición…!
Votar por otros… ¡Jamás!
Y ya veremos mañana
que el pueblo es quien manda más.

Por eso la muchachada
mañana irá temprano,
en la cívica jornada
a votar por un hermano.

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A la Agrupación Nacional de Pobladores de Chile

A la Agrupación Nacional de Pobladores de Chile
Por Daniel Uribe C.

Los pobladores de Chile
ya tienen su agrupación
y la han constituido
pa defenderse mejor.

Comprador de sitio a plazo
y mejoreros también
están estrechando filas
reconociendo cuartel.

Los Callampas y agregados
no quieren tramitación
quieren una vida digna
sin parches, con solución.

Esta agrupación que nace
cumplirá grande misión
luchará por buenas casas
por el pan y educación.

No será tarea fácil
tal objetivo alcanzar
y es por eso que buscamos
la más sólida unidad.

Se unen los latifundistas
pa mucho menos sembrar
se unen los monopolistas
para las cosas alzar.

Y se unen los loteadores
con la mala autoridad:
nosotros los pobladores
los tenemos que atajar.

Ya está bueno de injusticias
de encogidas y estirás
paremos a los falsarios
con nuestra gran unidad.

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Resolución

Resolución
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto

Quiero ir a Guatemala
y aunque me cueste lo haré
en mi pecho llevaré
del patriotismo la llama.

De las nobles tierras Mayas
hasta el Arauco bravío
vibra el sentimiento mío:
lengua, religión y raza.

La primera barricada
de la tierra del quetzal
habrá de verme empuñar
la redentora metralla.

A mí lo mismo me da
que se pudra mi pellejo
sea cerca o sea lejos
si es por la humanidad.

Sea ya en el austro umbrío
o en el trópico caliente
en el Guayas penitente
o allá en el Chaco baldío.

Lo que hay que hacer es luchar
por la causa sacrosanta
doquier que lleve mi planta
en la vanguardia he de estar.

Yo nací para la acción
de la nueva independencia
tengo alerta la conciencia
y dispuesto el corazón.

De Miranda y San Martín,
de O’Higgins y de Bolívar
América estremecida
vuelve a escuchar el clarín.

De Mayo oigo el tronar
y oigo el grito de Ipiranga,
de la altiva tierra Maya
¡me está llamando el quetzal!

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Fantasías de un minero

Fantasías de un minero
por Juan II Placencia, poeta popular de Coronel

Yo soy el cabro Panqueque
hijo de las “Sopaipillas”
cuando me ven las chiquillas
me acarician como un queque.

Hermano del loco “Breque”
sobrino de Pantaleón,
nieto de la Josefina
y primo de Esperidión.

A mí me dicen el “gaucho”
porque uso sombrero grande
y por qué soy como el macho
del otro lado de los Andes.

Mi nombre recorre el mundo,
porque soy aventurero,
me llaman el patefundo
a pesar de ser obrero.

Hoy trabajo en el carbón
allá en las minas de Lota.
Me gusta la profesión
porque soy un gran patriota.

Cuando bajo voy corriendo
y me monto en un capacho
pero siempre me da miedo
a pesar de ser un macho.

Yo he visto carros en banda
créanmelo que es muy cierto,
y un balance siempre manda
qué de heridos y de muertos.

Es la suerte del minero
con su lámpara y su gorra
es valiente y bueno obrero
y le dicen cachiporra.

Sufre luchando el minero
por mejorar su salario
a través de Chile entero
junto a otros proletarios.

Y al terminar pido yo
sólo un aplauso por él
porque el verso lo escribió
“el poeta de Coronel”.

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Amor a la humanidad

Amor a la humanidad
Por Edison Grandón, poeta popular de Concepción

Mis sentires son confusos
como el tiempo borrascoso
son sentires de un iluso,
son sentires de un celoso.

Sentires de odio profundo,
sentires de rebeldía
de luchador por el mundo1

De un iluso, porque sueño
con la posibilidad
que el país que es nuestro dueño
nos otorgue libertad.

De un celoso, porque siento
con angustiada ansiedad
que mi pueblo va cayendo
en manos de la maldad.

De odio inmenso al extranjero
que nos tiene esclavizados,
a los amos del dinero,
a sus secuaces malvados.

Sentires de rebeldía
ante la monstruosidad
de saber que cada día
nos roban la propiedad.

Sentires de luchador
por llegar a conquistar
un mundo libre y mejor
para el que ha de trabajar.

Un mundo en que las Naciones
sean libres, soberanas,
en el que canten canciones
los niños por las mañanas.

Un mundo en que los obreros
no se sientan explotados
en que se cuide, primero,
la Paz entre los estados.

Un mundo sin ansiedad,
sin miserias ni dolores
en que alumbre la verdad
sobre todo los valores.

En fin, una humanidad
en que se viva el calor
de la paz, la lealtad,
el trabajo y el amor.

1  Falta línea en el impreso.

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Carta a España

Estampas de Moscú:
Carta a España
Por Julio Mateu, de Santiago

Ya soy ingeniero padre
ya construyó carreteras
vías férreas canales
¡Cauces de la vida nueva!

Trabajo en la construcción
de un mar inmenso en la estepa
–que soy constructor de mares.
¡Construyo un cielo en la tierra!

¿Qué es difícil de creerlo?
Pues hasta cuenta que sueñas
porque los sueños de España,
en la URSS, son cosas ciertas

Padre vivo en una casa
–quisiera que tú la vieras–;
rascacielos se le llama
porque toca las estrellas.

Me he comprado un aparato
para ver, de sobremesa
la función del Gran Teatro
¡En el televisor ópera!

Ayer –¡que emoción sentí!–
ví a Don Quijote en la escena,
cabalgando por los campos
de Castilla –siempre seca.

Al ver molinos de viento
moliendo el trigo con piedras
me acordé del mar inmenso
que se construyen la estepa.

¡Ay, si España fuera suya,
toda suya, toda nuestra…
–con la plata de su cielo,
con el oro de su tierra…!

Padre que soy ingeniero
especialista en las ciencias
de construir mundos nuevos
–¡como este mundo que sueñas!

Julio Mateu.

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Una visita a Santiago

Una visita a Santiago
Por Juan II Placencia, poeta popular de Coronel

Santiago yo te recuerdo
como eres capital
y de que casi me pierdo
en forma muy colosal.

Vi tus calles muy hermosas
tus plazas bellos paseos
por tu Alameda gloriosa
veinte mil autos muy nuevos.

Vi rascacielos que habita
tan sólo el más pelucón
y ví a muchos con levita
entrar al Club de la Unión.

Contrasta un barrio que vi
que se llama Recoleta
por el cerro que hay allí
que nos muestra otra faceta.

Es un cerro miserable
de latas son las casuchas
donde los parias de Chile
habitan a la cumucha.

Vi a obreros con paciencia
arreglando algo del gas
y asistir a una conferencia,
“Partidarios por la Paz”.

Entré en la Universidad
aunque no soy palogrueso
dónde poetas populares
celebraban un Congreso.

Mi entrada fué un progreso
me aplaudió mucho la gente,
y salí de ese Congreso
como Vicepresidente

Vi esa antigua casita
que habitan los Presidentes
y un canal con mucha agüita
donde se ahoga la gente.

Conocí el Seguro Obrero
y noté unas manchas lacres
recuerdo imperecedero
de una horrorosa masacre.

Vistiendo aún de verano
las damas son fantasía
las vimos con Victoriano
allá en el Santa Lucía.

Conocí a Margot Loyola,
una artista sin igual,
que canta como ella sola
el folklore nacional.

A don Roberto Parada
y su distinguida esposa
que con fama bien sentada
es pareja muy dichosa

Lo que vi en la Capital
tendré que verlo otra vez
y hoy saludo fraternal
a don Diego y a doña Inés.

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Dime que no

Dime que no
Por Luis Polanco, poeta popular de Conchali

Cuando yo diga que sí,
mi prenda dime que no.
¡Ay! qué sería de mí,
diciendo que si tú y yo.

Si dices mucho que bueno,
se morirá la ilusión,
en el mundo sí, hay veneno
que adormece la emoción.

Quién riega mucho la flor,
terminará por secarla,
que en los rocíos de amor
las hebras no son muy largas.

Por ir al sol persiguiendo
está pálida la luna
mientras su amado está riendo
ella llora en la laguna.

Mi prenda si bien me quieres
no digas mucho que sí,
no quiero que hayan mujeres
muriendo dentro de mí.

Cuando tú digas que sí
mi prenda yo diré no,
¡Ay!, que sería de ti
Si siempre digo si, yo.

Más cuando vibra el violín
y sea nuestro el cantar
a la sombra del jazmín
digamos que sí a la par.

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El destructor del hogar

El destructor del hogar
por Máximo Ramírez, poeta popular de Santiago.

Todo lo noble y hermoso
lo destruye el vil alcohol:
el pobre hogar y el suntuoso,
la fe, la vida, el amor.

Es el ogro pernicioso
que mancilla la virtud
y en el hombre va dejando
el dolor y la inquietud.

¡Oh!, vicio nefasto, infame,
qué de daños has causado,
dejando en la humanidad
miseria, dolor y estragos.

Con su elocuencia la historia
al mundo va demostrando
que el alcohol por donde pasa
va los pueblos devastando.

En los días más luctuosos
de la Roma decadente,
a los hombres pervertía
el fiero Baco inclemente.

Ebrios empedernidos
siempre serán y lo han sido,
los más crueles sanguinarios,
los tiranos que ha habido.

Con su huella destructora
todo lo pierde, lo absorbe
y los males acrecienta
a su paso por el orbe.

Pueblo, vigila anhelante,
que no entre ese destructor,
porque pervierte la vida,
la dulce paz y el honor.

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Mi mejor homenaje al maestro…

Mi mejor homenaje al maestro ante el 29° aniversario de su muerte
por Juan II Placencia, poeta popular de Coronel.

Fué la Lumbrera de Chile,
fué la Estrella Solitaria ,
fué el Guía más predilecto
de las masas proletarias.

Así nació Recabarren,
lo conocí en Concepción,
y en mil novecientos veinte
formó la Federación.

Y dieciocho años atrás
ya era una maravilla,
porque fundó el diario “EL TOCO”
en el puerto’e Tocopilla.

Formando grandes imprentas
y enseñando a los obreros,
al pampino, al campesino,
hasta el humilde minero.

Recorriendo todo Chile
con todas sus energías
luchó contra los burgueses
y contra la oligarquía.

Muchas imprentas quemaron
los sirvientes bandoleros
y Recabarren seguía
enseñando a los obreros.

El Diario, para el Maestro,
fué la Espada Combativa
para romper las Cadenas
que a nuestro pueblo oprimían.

Visitó la Unión Soviética
en un Congreso Minero
y predicó el Socialismo
a través del mundo entero.

Varias veces relegado
él nació pa combativo
y vivió años en la cárcel
tildado de “Subversivo”.

Grandioso Parlamentario,
él hizo Número Uno,
pero fué desaforado
creo que el año veintiuno.

Así fué don Luis Emilio,
Hombre de mucho Valor,
fué ganando su prestigio
como el mejor Sembrador.

El mundo sintió el deceso
desde uno a otro confín;
¡había muerto el Maestro
que fué el mejor Paladín!

La Semilla germinando
siguió después de su muerte,
en las manos de otro líder
llamado Elías Lafertte.

Hoy el Pueblo lo recuerda
en una Unión colosal
y jura de hacer muy grande
esa Gloriosa Central.

En nombre de Recabarren
que enseñó a la Clase Obrera
siempre debemos marchar
tras su Lema y su Bandera.

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