Siete de Julio, Paro Nacional
Por Ricardo González, poeta popular de Viña del Mar.
Hoy marchamos nuevamente
unidos todos del brazo,
para dar un nuevo paso
en nuestra vida sufriente
Sigue trágica pendiente
el estandar de la vida
para dar justa salida
a esta grave situación
y en todita la nación
el paro tuvo acogida.
los telares bulliciosos
detuvieron su andar
y no se vió el caminar
de obreros presurosos;
El sonido bondadoso
de la voz de la maestra
se transformó en protesta
por su indigna situación.
El obrero en construcción
la carestía detesta.
El obrero de la mina
interrumpió el laboreo
y no hubo ajetreo
en la amplia oficina.
Las labores campesinas
quedaron paralizadas
junto con la alborada
ya todo era silencio,
la protesta es suspenso
como filuda espada.
Con su brillo bajo el sol,
quedó la hoz con bondad,
el martillo en la ciudad
quedó al lado del crisol;
A la luz del gran farol
que hoy guía nuestros pasos
el grito es un abrazo
que une al trabajador
el viento lleva el amor
y la paz en su regazo.
La protesta hecha canto
de la maestra escolar
del niño que va a estudiar
del empleado en su quebranto;
Con el hermano del campo
y la bella tejedora
y de todo el que labora
que sea como el ariete
que traspase gabinetes
exigiendo una mejora.
Que vaya nuestra protesta
hasta la misma conciencia
de quien cansó la paciencia
del pueblo que se molesta;
Que se inicie nuestra gesta
la era ‘e prosperidad,
que termine la maldad
pa poder vivir felices.
Traiga la vida matices
de la paz y la hermandad.