Sentenciando
por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.
Del umbral de la caverna
a sólo unos pasos vamos,
de civilizar hablamos
con hambres, dudas y guerras;
con egoísmo que aterra
y preceptos informales,
los gusanos inmorales
de natura, se pelean,
por las basuras que emplean
para engullir o matarse.
Para autocontemplarse
pintó un cuadro de Luzbel
y escribió leyenda de él
para autobiografiarse;
en un tremendo afanarse
y haciendo cien mil locuras
ejecuta mil posturas
con la gravedad del mono;
cómo se ufana en su trono
en Gran Rey de las creaturas.
Que en abierta rebelión
salió Luzbel de los cielos
y sirvió de cancerbero
al Arcángel San Miguel
que luego les dió que hacer
en la terrena disputa
quien tenía la batuta
para el hombre adjudicarse;
el modo de abanicarse
de la voluble viruta.
Nada mi tesis refuta:
si entre dos potencias reales
de fantasmas celestiales
existe la fuerza bruta;
me hace reír, no me asusta
más que del hombre la suerte,
del carrusel de la muerte
jamás ninguno se escapa,
ni hay un mojón, ni una estaca
al deslinde con lo inerte.
Y termino sentenciando
de la cuna cavernaria
a la cama funeraria
todos venimos andando;
y seguiremos bregando
pues la materia no muere,
de este vacuo miserere
alcanzaremos el fin,
y seremos el budín
en el festín de otros seres.