Sed de belleza
por Alejandro, poeta popular de Santiago
He de beber la belleza
donde la sepa encontrar
en el bosque en el cantar
de risueños pajarillos;
o en los arpegios sencillos
de Chopin y su valsear
de Beethoven inmortal
con grandiosas sinfonía
colmarán el alma mía
de belleza celestial.
Al contemplar un jardín
de amapolas y de rosas
o en las formas armoniosas
del pensador de Rodín;
por el mundo y su confin
ansioso la he de buscar,
en la China he de admirar
las pagodas milenarias
y doncellas estatuarias
en sus danzas de ritual.
Mi alma se habrá de extasiar
en danza y música hindú
y flexibles cual bambú
sus talles ondularán;
bayaderas de Bombay,
tal vez, después, rememore
los poemas de Tagore
en su sencilla grandeza,
y he de admirar la belleza
en los templos de Lahore.
A la Italia he de llegar
en vuelos de fantasía
y he de escuchar melodías
de música sin igual;
y en la Scala de Milán
de oír yo tendré el honor
de Verdi su Trovador
y de Rossini el Barbero
y a algún divo yo oír quiero
cantar “elixir de amor”.
DESPEDIDA:
En fin para terminar
de España quiero un cantor
que le cante a su amor
con sus notas de cristal;
una jota han de bailar
las morenas gitanillas,
o alegres seguidillas
con sus vueltas y revuelos
y taconeando en el suelo
hagan volar las mantillas.