Rindo homenaje

Rindo homenaje
Por LUIS POLANCO, poeta popular de Conchalí

El poeta dedica esta décima “a los campesinos llamados libres que trabajan por lo general a pequeños propietarios de la tierra y viven y mueren en un rincón cualquiera o a la vera del camino”.

Está llorando el trigal
Juan Ramón porque te fuíste,
están marchitas y tristes
las hojas del trebolar;
solloza el cañaveral
lamentando tu partida
la tierra se siente herida
en tu campo verdeluna,
está a medio hacer la cuna
que con tu mano tejías.

Tu caballo cariblanco
ya no se oye relinchar
y no hace más que aullar
el perro junto a tu cuarto;
cayó de la quincha el santo
que escuchó tu padre nuestro,
el escapulario vuestro
que sobre el pecho llevabas
por el suelo se arrastraba
cuando te encontraron muerto.

Ya no va el agua del río
a vallar el alfalfal
se tiró al suelo el maizal
de dolor porque te has ido;
se ha puesto tiesa de frío
la paja de tu jergón
tirados en un rincón
están tu poncho y tu enjarma
muerto dentro de la jaula
tu zorzalito cantor.

Triste está la carretera
por no sentirte pasar
y se secó el frutillar
mientras que estuvo a tu espera;
se enredó en la correvuela
tu siembra de porotal
se puso lacio el sandial
por tu ausencia, Juan Ramón,
y gime el sauce llorón
sin poderse consolar.

DESPEDIDA

Tu pala sigue plantá
en el canal que limpiaste
la tierra en que agonizaste
con lágrimas ‘tá mojá
el tronco que fué tu almohá
nadie ha querido partir
porque él sabe del sufrir
que vos le comunicaste
cuando sobre él te acostaste,
Juan Ramón, para morir.

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