Por los caminos del pueblo

Por los caminos del pueblo
Por Luis Polanco

Cuando viene el torbellino
me acurruco en el barranco
después que pasa por alto
de nuevo salgo al camino;
soy como el noble costino
que no teme al ventarrón
cuando retumba el furor
del huracán en las cumbres
le quito el cuerpo al derrumbe
y sogo con más pasión.

Soy de tormentas cantor
desafiador de centellas
voy por las sangrientas huellas
gritando contra el dolor;
tengo rosales en flor
que convertiré en trincheras
el día en que las laderas
de mi patria sobre el llano
quiera encumbrarse un tirano
para manchar mi bandera.

Le dí a los cañaverales
mis ansias de libertad
pa que salgan a cantar
mientras ella exista a la calle;
le dije: protesta el valle
si ellas arrastran cadenas,
le dije a la cordillera
que se vacie a la ciudad
que ahogue la iniquidad
si ella aparece en mi tierra.

Y le dije a la trutruca
que está llorando en Arauco
que se hermane con el sauco
para defender sus rucas;
que diga a los indios: nunca
se ciñan a la coyunda,
que hagan su tierra fecunda
y que griten en la loma,
que nueva aurora se asoma
con su luz que los circunda.

Y dije al yunque sonoro
que me diera dura espada
para defender mi amada
que ha de vivir con decoro;
yo quiero que sea de oro
su porvenir y su estrella
rutilante, siempre bella
en la estampa de su cielo,
yo soy su sangre y espero
ser lienzo en su cordillera.

Y pedí a mi sentimiento
me dé fraternal anhelo
en mi verso, porque quiero
ceñir mi patria en el tiempo;
que en ella ponga el acento
fraternal el mundo entero
que en el tiempo venidero
deberá sembrarse amor
y entre otros su pabellón
tendrá paz bajo su cielo.

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