Paz sobre la tierra
Por Máximo Ramírez, poeta popular de Santiago.
Los pueblos que a la cabeza
marchan hoy del mundo entero,
repudian al vil guerrero
con justicia y entereza.
Son malos de la cabeza
los que quieran destruir
y en el dolor sumergir
más aún al ser humano
por su espíritu inhumano
amargando el existir.
De los tiempos ancestrales
el hombre viene heredando
lo que lo va degradando
en el cieno de los males.
Los guerreros son bestiales
y empañan la luz del día
destruyendo la armonía
sobre la paz de la tierra;
van fomentando la guerra
y hacen la existencia impía.
Sólo la paz es honrosa
para todo ser que piensa,
que haya una campaña intensa
de paz benigna y gloriosa.
La vida sería hermosa
al haber fraternidad
y una era de hermandad
perfumaría la tierra
y al extinguirse la guerra
reinaría la unidad.
Que el repudio se acreciente
sobre la guerra maldita.
Sólo la paz es bendita
para el humano consciente.
De la concordia inherente
es el impulso vetal
que arrasará con el mal
de la guerra fraticida
para que así aflore el día
de una era fraternal.