Para el campesino

Para el campesino
por Don Juan del Valle, poeta popular de Combarbalá.

CUARTETA

La tierra viste de gala
¡qué alegre toa mi vida
lloran y ríen las almas
hay penas y hay alegrías!

GLOSA

Lentamente sale el sol
iluminando los campos
suavemente brota un canto
desde un añoso parrón;
parte a la hacienda el peón
al hombre, firme, la pala;
siembras hay, y hay que regarlas
para que goce el patrón,
¡qué día, amigo, por Dios!
la tierra se viste de galas1.

Sus labios grises resecos
modulan una canción,
que se oye como un clamor
por arroyuelos y cercos,
por los viñedos y huertos
en alegría fingida
si esas tierras fueran mías
piensa quizás el labriego
qué alegre sería el riego
¡qué alegre toda mi vida!

¡Qué contenta mi mujer
y mis pelaos qué alegres,
ah, quién pudiera tenerte
para poder comer bien!
y avanza por el vergel
y también avanza el alba
se despereza la calma
el aire todo es caricia
hay perfumes en la brisa
lloran y ríen las almas.

Ya está a cien pasos la hacienda
con sus casones pintados
en el palenque amarrado
está el potro a buena rienda,
más allá se hallan las siembras
que son pal pobre comida
y pal rico buena vida
sin sacrificios, contento
¡qué contraste e sentimientos
hay penas y hay alegrías!

DESPEDIDA

Qué fin triste tiene el día
en el alma de los pobres
ya se han ganado unos cobres
pa la mísera comida;
otra jornada de vida
le han dado al explotador
amargo y tinto licor
de su sudor y su sangre
que bebe la tierra madre
silenciosa, con amor.

1 Hay diferencia con la cuarteta.

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