Noche y día
Por Don Juan del Valle, poeta popular de Combarbalá
CUARTETA
La noche en calma respira
llora la luna plateada
sobre la cumbre nevada
y el fresco puelche respira.
GLOSA
Silencio en todas las calles
que triza el croar de ranas,
herméticas las ventanas
dormido el verdeante valle;
la palma de recto talle
y el campanario que mira
cómo rezona la lira
de riachuelo cantor
y entre duraznos en flor
la noche calma suspira
No duermen los farolitos,
no duermen su suave brillo,
desvela el cantar del grillo
y el viento a los arbolitos;
que gimen muy despacito
por boca de la enramada
y ofrenda a la boca amada
sus pétalos una rosa
mientras por sobre las chozas
llora la luna plateada
Y el puelche como alma en pena
visita al florido sauco
le roba el aroma al paico
al almendro y la verbena,
a la verde yerba buena
y al palqui de la quebrada
y a la azucena rosada
que se le escucha decir:
quisiera feliz morir
sobre la cumbre nevada
Y junto al aullar lejano
y más lejano que triste
de luciérnagas se viste
y brilla el verdeante llano;
en tanto al pie de un manzano
y sapo croa y suspira
y hacia el azul cielo mira
a la luna romancera
mientras gimen las higueras
y el fresco puelche respira
DESPEDIDA
Por fin el valle se quita
su enmantado nocturnal
suave brillo matinal
sobre él se da alegre cita;
con la blanca palomita
con el tordito parlero
con el hermoso jilguero
y los gritos de un pastor
que mientras le besa el sol
lleva arriando sus corderos