Mi ranchito
por Alejandro, poeta popular de Santiago
Alejao del camino
y muy cerquita del rio
ahí se está el rancho mío
hermanao a mi destino;
quizás por su triste sino
o avergonzao tal vez
es que detrás de un ciprés
se oculta muy temeroso,
solos los dos achacosos
compartimos la vejez
Hoy ya no es ese ranchito
el que jué en mis años mozos
en que fresco y oloroso
lo rodeaba un jardincito;
ya no hay amor bendito
ni chiquillo correteando;
no está el zorzal que cantando
alegra el atardecer
¡ya no es el mismo de ayer¡
¡sólo ruinas van quedando ¡
De su techo de totora
ya muy poco va a quear:
no tiene puerta el corral
ni hay gallinas poneoras;
la vaca no viene agora
tempranito a su manea
porque ya nadie lechea;
se murió la que lecheaba
ni la canción que cantaba
ya se oye mientras clarea
y aquel chiquillo querío
jue creciendo hasta ser mozo
en un mal día afanoso
jué siguiendo un amorío;
hoy este rancho vacío
con sus ventanas abiertas
cual pupilas de la muerta
me mira al anochecer
¡y yo no hallo qué hacer!
¡si hasta mi alma esta desierta!
DESPEDIDA
Y aquí yo estoy esperando
en que el día ha de llegar;
venga la muerte a buscar
lo que aquí le va queando,
se está el rancho derrumbando
y mi cuerpo está deshecho,
hoy sólo tengo el derecho
y esta inmensa soleá
¡y esta pena más y más
me está ‘espeazando el pecho!