Mi ofrenda
Por Agueda Zamorano, poetisa popular de Santiago.
CUARTETA:
En él se encuentra el valor
que condena el vil despojo
por lo que ahora yo escojo
para él, la roja flor.
GLOSA:
Tengo un manojo en mis manos
de hermosos copihues rojos
y están mirando mis ojos
al que he de ofrendar el ramo;
Es para aquel que yo llamo,
Justicia, Patria y Amor,
para ese gran defensor
que nos estrecha en sus brazos
y sin muestras de rechazos
en él se encuentra el valor.
Partí en una fresca aurora
a las montañas sureñas
y entre quebradas y peñas
cogí allá de nuestra flora,
el indio que triste llora,
me ayudó a hacer el manojo.
Secó el llanto de sus ojos
porque sabía que era
para una gran lumbrera
que condena el vil despojo.
Al entregarle esta ofrenda
adjunto mi gratitud
por su brillante actitud
que no admite componendas;
y si hay quién lo pretenda
habrá que causarle enojos.
Yo sin espinas ni abrojos
le entrego las rojas flores
que ardientes son mis amores
por lo que ahora yo escojo.
Decirle pronto yo quiero
antes que usted lo averigüe,
es este ramo e´ copihues,
pa EL SIGLO, nuestro vocero;
para este gran mañanero
admirable en su valor,
que vive por nuestro amor,
y está en nuestros corazones.
Por todas estas razones,
para él, la roja flor.
DESPEDIDA
Me despido deseando
para EL SIGLO, eterna vida,
que nunca sea extinguida
esa luz que está alumbrando;
que siga siempre luchando
como justo defensor,
del pueblo trabajador,
y de esta tierra preciosa,
de la infame y codiciosa
pretensión de un invasor.