Mi homenaje a Espartaco
Por José Riel, porta popular de Til-Til
CUARTETA
Espártaco fué un esclavo,
luchó por la libertad.
Era un hombre de verdad
que murió crucificado.
GLOSA
Hijo de esclavo nació,
siempre estuvo encadenado,
vivió como un condenado
por ello se rebeló:
en las minas trabajó,
desde niño fué explotado,
con rebenque fué azotado,
toda su piel se curtió.
Hasta el día que murió
Espártaco fué un esclavo.
Fué en circo gladiador
con la daga y el tridente,
para agradar “cierta gente”
tuvo que ser matador:
se transformó en luchador
–así lo escribe Howard Fast–
con honradez y lealtad,
dando su vida y su honor
con valentía y amor
luchó por la libertad.
Fué un valiente enamorado
de la mujer y de la vida,
mujer fué su consentida
que siempre estuvo a su lado
él fué por Varinia amado
con toda sinceridad.
También ganó la amistad
de Crixo, David, Mozart,
y a todos supo estimar,
era un hombre de verdad.
En el circo organizó
los esclavos gladiadores
y con sus armas mejores
a romanos derrotó;
a ese mundo estremeció
el esclavo liberado,
hasta que fué derrotado
por hordas de legionarios.
Así cayó el libertario
que murió crucificado.
DESPEDIDA
Por fin para terminar
lo que de Espártaco sé
a todos yo les diré
que debemos admirar
a ese escritor sin par
que nos rehizo la historia
y entrega en majestad y gloria
a un esclavo sin igual,
que no es fácil comparar
sin traicionar la memoria.