Lo que vi en Ranguel
por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.
GLOSA
Si un tiempo yo me perdí
de mi pueblo, Coronel,
es que anduve por Ranguel
y ahora cuento lo que ví;
allá forastero fui,
pero no a regalonear,
fui de hecho a cooperar
al hermano cqampesino
y a conocer su destino
como lo voy a explicar.
“Salgo al campo a divertirme”
se dice en cueca y canción,
pero no encuentro razón,
luego voy a referirme;
hallé los huasos muy firmes
trabajando con amor,
no le temen al rigor
esté el tiempo bueno o malo,
son como árbol de buen palo
sin sentir frío o calor.
Allá conocí el lagar,
como las tinas y cubas
y ayudando a cortar uvas
y también a canastear;
vi la forma ‘e zarandear
que parece entretención;
pero hablando con razón
el trabajo es muy pesado,
aunque están acostumbrados
transpiran una porción.
También presencié otra cosa
con oirlos conversar,
nada pueden informar
de lo que el ricacho goza;
llevan vidas desastrosas
sin ver diarios ni libritos,
trabajan a lo infinito
y esto mucho me apenó,
sufren lo he visto yo,
los hombres en el campito.
DESPEDIDA
Al fin, si en esta versión
no alcancé todo a explicar,
en cambio, diré al hablar
que lo haré en otra ocasión;
donde estuve es sucesión
con pequeños propietarios
que apenas tienen pal diario
ponerse a considerar
que tienen que trabajar
como cualquier operario.