Lo que sucede allá y acá
por C. Rebolledo, poeta popular de Santiago
En las Nuevas Democracias
se acabó la cesantía
florecen mejores días
porque murió la falacia;
se desterró la desgracia
del pueblo trabajador
allá no hay explotador
que son la causa ‘e los males
tampoco quedan chacales
y castigan al traidor.
En los países burgueses
la desgracia es pal obrero,
estrujan al pueblo entero
los pulpos más se enriquecen;
y los pobres se empobrecen
trabajando noche y día,
de pago la cesantía
reciben del encumbrado,
se olvidan que allí han llegado
por las manos desvalidas.
Las Democracias de allá
avanzan hacia adelante,
van con paso de gigante
educando a la gallá;
todavía mucho más
no hay hambre ni represión
allá no queda un bribón
que maltrate algún obrero,
hoy todos con mucho esmero
defienden a su nación.
Acá todo lo contrario
los pueblos son oprimidos,
estamos muy desnutridos
nuestra vida es un calvario;
pues el rico millonario
es pillo y es hambreador
y un tremendo explotador
que martirio da al obrero,
cuando éste pide puchero
lo acusan de agitador.
DESPEDIDA
Por último todos saben
que allá murió la mentira,
acá crece con más ira
pero ya poquitos caen;
aunque más mentiras traen
ya es difícil engañar
y naide quiere esperar
ni creer más a los chingues,
más vale que se arrelinguen
y se manden a cambiar.