Gloriosísima María
Soberana i gran Señora,
Te suplico a toda hora
Que seais mi luz i guía.
El ánjel anunciador
Descendió de la mansion,
A anunciar la encarnacion
Del Soberano Señor;
Con regocijo i fervor
La Vírjen dijo aquel dia,
Cúmplase la profecía
I las gracias se derramen,
Para que todos me llamen
Gloriosisima María.
De la nueva anunciacion
Digo aquí con dulce voz,
La formación de mi Dios
No fué obra de varon;
De los hombres i redencion
Fué i rayo de la Aurora,
Antorcha iluminadora
Fué de todo lo criado;
I eres limpia sin pecado,
Soberana, gran Señora.
Te dijo, bendita eres,
El ánjel en su venida,
Tú vas a ser distinguida
Entre todas las mujeres;
Exenta de los placeres
Te criastes protectora,
Quien misericordia implora
De ti cumple su deseo;
I al verme como me veo
Te suplico a toda hora.
Por el Espíritu Santo
Concebistes a tu Hijo,
I es un misterio prolijo
Que a muchos les causó espanto;
Yo con mi divino canto
Te ensalzo con alegría;
Con gusto i con armonía
Fuistes Madre del Señor,
I te pido por favor
Que seais mi luz i guía.
Al fin, madre Soberana,
Cobíjame con tu manto,
Al verme que sufro tanto
En esta vida mundana;
A ti pido en esta plana
Que me deis la proteccion;
Con rendida humillacion
Clamo a tí, Vírjen santísima;
Benigna i sacratísima
Tiéneme pues compasion.