Versos Bíblicos Sagrados

  Sácame ese pobrecito.
Que lo han venido a botar;
A costa de mi sudor
Mui bien lo voi a educar.

  Un dia que se bañaba
La hija de Faraon
Vió en el rio, i con razon,
Un cestillo que flotaba;
Con atencion lo miraba.
La reina de hito en hito.
Al verlo tan bien bonito
Mandó en momento prolijo,
A una criada i le dijo:
Sácame ese pobrecito.

  Nació este varon hermosa
Descendiente de Lavi
Según lo compruebo aquí
Del modo mas primoroso;
I al lejislador virtuoso,
Lo libertó sin tardar.
Termutis hubo salvar
La vida con gran cariño,
Dijo hebreo es este niño
Que lo han venido a botar.

  Despues que ya lo sacó
De las aguas la princesa,
Con rápida lijereza
Una nodriza buscó;
 Jocaber lo llevó
A su casa con primor.
Elena de tierno fervor,
Esclamó, como se ve,
Diciendo lo criaré
A costa de mi sudor.

  Cuando ya creció Moises,
A palacio fue traido,
En donde bien recibido
Fue con mayor interes.
I al poco tiempo despues
Del rei se hizo apreciar,
Por su gracia singular
Dijo la reina en su honor,
Con modesto pundonor
Mui bien lo voi a educar.

  Por fin cuando ya creció,
Moisés diré aquí a porfia
Que con valor i nerjía
A un ejipcio mató.
I en la arena lo enterró
Con trabajo i con afan.
En el Exodo hallarán
Todo lo cierto en razon,
Que huyó de Faraon
Para el pais de Madian.

Imp. Moneda

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Despedimiento de anjelito
(A lo divino)

  Adios madre ya me voi
Siento dejarla penosa
Nos volveremos a ver
Cuando usted baje a la fosa.

  Adios mundo vanidoso
Te dejo en edad temprana
Solamente con la gana
De engañarme veleidoso
A la tumba del reposo
Marcharé en el dia de hoi
De este altar donde estoi
Parto sin tener ni susto
De su presencia con gusto
Adios madre ya me voi

  Mamita no tenga pena
Porque ya me voi yo air
Cuando usted llegue a morir
Nos pondremos en la buena
No haga lo de Magdalena
Que fué una niña orgullosa
I la Vírjen bondadosa
Vendrá hacerle compañia
I en este tremendo dia
Siento dejarla penosa.

  Al ver partir el cajon
Usted con pesar mui fijo
Dirá allí ya va mi hijo
En viaje para el panteon
No apene a su corazon
Ni lo haga pues padecer
Sea de buen proseder
I cúideme a mi hermanita
Con el tiempo mamacita
Nos volveremos a ver

  Cuando llegue al cementerio
I caiga a la sepultura
Será doble su amargura
I aun su pesar mas serio
Esta vida es un misterio
Pésima i mui enfadosa
El alma solo reposa
Entre miles de anjelitos
Volverá a darme besitos
Cuando usted baje a la fosa.

  Al fin mamita a partir
Ya voi sin tener atrasos
Corra i écheme sus brazos
I no se deje morir
Dirá usted al verme salir
Ya se va mi hijo querido
El era el mas preferido
De mi como lo verán
Sus restos descasarán
En la mansion del olvido.

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Versos a lo divino
POR ADIVINANZA

  Hai una mujer decente,
Mui divina i soberana:
Vive esta santa cristiana
En un palacio excelente.

  Es noble, limpia i mui pura;
Desde que existe en la faz
No se la casado jamas
De darnos gozo i dulzura;
Es inmensa su ventura
Que ministra al ser viviente;
Por dón del Omnipotente
Es ella la distinguida;
De la gracia revestida
Hai una mujer decente.

  Ocho letras principales
Es su nombre, se ha sabido;
Ocho mas por apellido,
Tiene, i esta es la señales;
Suman dieziseis cabales
Escritas en una plana.
De ella la dicha mana
Por su anjelical pureza,
I es por su naturaleza
Mui divina i soberana.

  Es la reina universal;
A Dios conoce por padre;
Es sacratisima madre
Sin la culpa orijinal;
Es ella la celestial
Desde una edad temprana.
En sus misterios se afana
Darnos su leal doctrina.
Por la permision divina
Vive esta santa cristiana.

  El Hacedor por sí mismo
Le dió vida i potestad,
Con su infinita bondad,
Para bien del cristianismo.
Con el agua del bautismo
Es su hijo, todo inocente.
Hasta la époea presente
Es de todos respetada,
I se halla mui adornada
En un palacio excelente.

  Al fin, con cariño tierno,
Segun lo que se interpreta,
La adora i la respeta
El anciano i el moderno;
Su poderío es eterno
I nunca se acabará,
Muchos siglos reinará;
La gran hija Siion;
Hasta la consumacian
Su fé permanecerá.

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Versos a lo divino
LAS BONDADES DE LA VÍRJEN
PARA CON SUS DEVOTOS

  Vírjen pura, i reluciente
Eres por tu gran contento,
Columna del firmamento
I amparo del ser creyente.

  El amantísimo Dios
Te dió gracia i santos dones,
I ablanda los corazones
Para que crean en Vos.
El tiempo encuentro veloz
Para hacérteme presente,
Llego como penitente
Hácia tu adorado altar,
I aliviame en mi penar
Vírjen pura i reluciente.

  Divinísima princesa,
Tus glorias voi yo a cantar,
I un siglo quisiera estar
Contemplando tu belleza.
Con tu celestial pureza
Armonizas el portento,
En tu precioso convento
Los fieles te han visitado.
Madre del desamparado
Eres por tu gran contento.

  De varios paises lejanos,
A tu pueblo aunque es estraño,
Llegan una vez al año
Muchos jóvenes i ancianos.
Los peregrinos cristianos
Caminan con paso lento,
Con pena i abatimiento
Tu trono desean ver;
Porque eres por tu poder
Columna del firmamento.

  Al triste le dais consuelo,
I al desgraciado atesoras,
Al enfermo lo mejoras
I le prometes el cielo.
Pensando en tí me desvelo
Conservándote en mi mente;
Todo aquel que se arrepiente
Siempre de tus gracias goza;
Eres misericordiosa
I amparo del ser creyente.

  Al fin, Virjen sapientísima,
Atiéndeme de tu trono,
Yo que tus dichas pregono
Diciendo que eres purísima.
Protéjeme amabilisima
Antes de mi agonía,
En la noche i en el dia
Yo clamo a tí bondadosa;
¿Por qué siendo milagrosa
No me dais la mejoria?

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Versos por santa
Jenoveva

  Llegó el Conde Sijifredo
Donde Jenoveva estaba,
La cual no lo conoció
Porque desnuda se hallaba.

  A una caza se marchó
Del castillo con su jente,
I en el bosque de repente
Con la cierva se encontró,
El con gusto lo siguió
Sin tener temor ni miedo,
Por ese bosque de enredo
Para él fué un paraiso,
I a la cueva de improviso
Llegó el conde Sijifredo,

  Por un fértil matorral
Andaba aquel gran señor,
I en medio del espesor
Topó con el animal,
De una manera casual
La encontró donde pastaba
La cierva se le arracaba,
Pero él de atras la siguió
I hasta que por fin llegó
Donde Jenoveva estaba.

  De su jente mui distante
El Conde andaba cazando,
Pensativo imajinando
Lo pasaba delirante,
Por el prado deleitante
Bastante tiempo pasó,
Cuando a la cueva llegó
Fué mui grande su sorpresa,
I a su querida condesa
La cual no la conoció

  La cierva mui presurosa
Al Conde guió con tino,
I por milagro divino
Lo llevó a donde su esposa,
Siempre humilde i hasendosa
El señor la conservaba,
Desde fuera él la miraba
Sin poderse contener
Ni la pudo conocer
Porque desnuda se hallaba.

  Por fin, bastante abatida
Ella de adentro le habló
Le dijo lo que lo vió
Yo soi tu esposa querida,
Es humana de esta vida
Porque me habla el Conde dijo
I se atracó al escondrijo
Tan solo por ver quien era,
Cuando vió llegar de afuera
A su mui amado hijo.

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VERSOS BIBLICOS A LO
DIVINO

  A libertar a Isrrael
Marchó Moises con Aaron
Ambos dos se presentaron
Delante de Faraon.

  Cuando Moises en Madian
A pasentaba el ganado
Con júbilo i mucho agrado
Lo cuidaba con afan
Abran la bíblica i veran
Lo que Dios obró en Él
Por sumiso amante i fiel
Con amor lo protcjió
I a Ejipto lo mandó
A libertar a Isrrael.

  En una zarza que ardía
Estaba cuando le vió
Hácia donde él lo llamó
Porque hablarlo queria
Le dijo desde hoi dia
Serás un grande varon
Con heroico corazon
Salvó a la santa grei
I adonde el tirano Rey
Marchó Moises con Aaron.

  Caminó altivo i ufano
Por órden del Unitrino
I en la mita del camino
Encontró a su propio hermano
A donde el rei tirano
Con tranquilidad marcharon
Cuando al palacio llegaron
No temieron a la parca
I a donde estaba el Monarca
Ambos dos se presentaron.

El con sus voz imperiosa
Le enrostró al rei el cinismo
I combatió el diabolismo
Con la vara milagrosa
Una cruel plaga espantosa
Le mostró con presision
Los magos es la ocasion
He hicieron lo que pudieron
Delante de Faraon.

  Al fin sus májias advierto
No les sirvió en esa vez
Porque a su pueblo Moises
Lo sacó hacia el decierto
I Faraón medio muerto
En su camarin quedó
Pero despues que volvió
Renegó del soberano
Aquél monarca tirano.
Con sus tropas los siguió

Daniel Meneses, Poeta Nacional chileno.

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Versos a lo Divino
Jesus i Maria

  Noche oscura i tenebrosa,
De mi mal escubridora
Ya se fué quien me queria
Quien será mi dueño a hora.

  De la casa de Simeon
Partió Jesus con gran pena,
Despues de la santa cena
Se marchó a hacer oracion,
Con mucha atribulacion
Caminó con marcha airosa,
I con su voz que jumbrosa
Se iba al padre encomendando
I dijo en el huerto orando
Noche oscura i tenebrosa.

  Mui triste mui conmovido
El Mesias dijo así,
De todos los que hai aquí
Uno me tiene vendido,
Ya la plata ha recibido
Con cruel, i mano traidora,
Con la cual jamas mejora
El hombre su honrradez,
Pero esta noche me es
De mi mal descubridora.

  Pedro dijo sin tardar
Dime maestro soi yó
Cristo le dijo que nó
Tu me tienes que negar
Te van a ti a preguntar
Si yo ando en tu compañia
Lloró la virjen Maria
Al ver la triste ecena,
I le dijo a Magdalena
Ya se fué quien me quería.
  Despues de que el pan vendijo

Marchó con triste pensar
A Jesemanía orar
A quiel tan amado hijo
Se le oyó de sir me aflijo
Con su voz conmobedora,
La virjen nuestra señora
Dijo al llegar a la cruz
Ya murio mi buen Jesus
Quien será mi dueño a hora.

  Al fin, se vio el verdadero
Gotas de sangre sudando,
Despues de que estubo orando
Fué tomado prisionero,
Como un humilde Cordero
Donde Caifás caminó,
Cuando se le interrogó
Si el era el celestial
Si soi les dijo formal
I nó sé atemorisó.

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Versos a lo divino
LA RESURECCION DE LÁZARO

  Lázaro de Marta hermano.
Marta hermana de Maria,
La que acompañó a Jesus
Hasta la última agonia.

  A Betania el Nazareno
Con gusto hubo de partir,
Propuesto hacer revivir
Aquel mancebo tan bueno,
Siempre de virtudes lleno
Andaba el gran soberano,
Salvó aquel buen cristiano
Del triste fallecimiento
Porque fué de nacimiento
Lázaro de Marta hermano.

  Salió la hermana mayor
Con un amor tan divino,
A encontrar en el camino
A su dios, i su señor,
Lleno de tierno candor
Se hizo a él compañía,
En aquel solemne dia
Lo amó primero solita,
I fué desde medianita
Marta hermana de Maria.

  Llamó a su hermana menor
Con el corazon contrito,
Ven le dijo lijerito
Adorar al Salvador,
I el supremo redentor
Las alumbró con su luz
Antes de ir a la cruz
Les digo no tengan pena,
I se llamó Magdalena
La que acompañó a Jesús.

  Hácia al sepulcro llegó
El Mesias con gran fé,
Le dijo levántate
I el muerto se levantó,
En la casa le dejó
Lleno de grata alegría,
Viéndo en el soberania
I que andaba sin querella
Lo acompañó la doncella
Hasta la última agonia.

  Al fin, los que alli se allaron
Con Cristo digo en mi ver,
Por su gracia i su poder
Su gloria, reverenciaron,
El hecho que presenciaron
Vastante les asombró,
El milagro que el obró
A vista del pueblo ingrato,
Sin mas que su mandato
Lázaro resucitó.

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VERSOS BIBLICOS
A LO ADIVINO

  Cuando al Sinai llegaron
Moises i su hermano Aaron
En esa gran estension
Con su pueblo se acamparon.

  De Jesen el pueblo hebreo
Partió soberano i fiel,
Con el nombre de Isrrael
Caminó con gran deseo,
I con justo devaneo
De aquella tierra marcharon,
Con gran valor caminaron
Parando solo alojar
Propusieron descansar
Cuando al Sinai llegaron.

  Siendo el Rei sabedor
Que el pueblo de Dios huía,
Rujió con gran hironía
I lo siguió con furor,
Pero el Supremo Hacedor
Le negó a él su perdon,
Con todito su escuadron
En el mar se sepultó,
I con su pueblo escapó
Moises i su hermano Aaron.

  Con su pueblo caminó.
Por el árido desierto,
El lejislador aspierto
Mui bien que lo dirijió
Del infinito alcanzó
La divina proteccion
Con mucha veneracion
Todos ellos lo alabaron,
I sus tiendas levantaron
En esa gran estension.

  En doce partes cabales
El pueblo lo dividió
Cuando de Ejipto partió
Soportaron grandes males,
Doce jefes principales.
Tambien el mando tomaron
La lei jamas quebrantaron
Los barones con hazaña,
[I] al pié de esa montaña
[C]on su pueblo se acamparon.

  Al fin, Moisés con valor
[S]ubió a la cima solito
[P]orque allí el infinito
[E]staba con esplendor,
[E]l hábil lejislador
[C]on mui buenos pensamientos
[A]provechó esos momentos
[P]ara engañar a su rei,
[I] en dos tablas de la lei
[Es]cribió los mandamientos.

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Versos Biblicos a lo divino
La venta de José por sus
hermanos.

  Putifar el intendente
Era del rei Faraon,
José el justo varon
Padeció injustamente.

  Hijo de un gran patriarca
Era José, y mui querido,
Por sus hermanos vendido
Fué a otra estraña comarca,
Quiso la opresora parca
Castigarlo mui cruelmente,
Pero el Dios omnipotente
A fin que no blasfemara,
Hizo de que lo comprara
Putifar el intendente.

  Despues que lo compró
Le dijo, serás mi siervo.
Y esta noticia conservo
Del modo como pasó.
El con gusto le sirvió
Con humilde corazon,
Y su mui leal patron
Lo amó como involuntario,
Porque primer secretario
Era del rei Faraon.

  Se enamoró del hebreo
La esposa de Putifar
Lo principió a cariciar
Para sasear su deseo,
Lo hizo perder el empleo
Por negarle él su pasion,
Desde esa misma ocasion
Ardió un volcan en su pecho,
Y a la cárcel fué derecho
José el justo varon.

  Cuando Putifar volvió
Lo recibió sollozando,
Ella, y le contó llorando
Lo que con él le pasó.
El esposo se enojó
Y lo trató de insolente,
Pero el mancebo inocente
Entró en el cruel padecer,
Por esa infame mujer
Padeció injustamente.

  Al fin, José le clamaba
A Dios con triste pensar,
El rei lo mandó sacar
De la prision en que estaba,
A su lado lo llevaba
Aunque era jóven moderno
Y con un cariño tierno
Desde el trono lo bendijo,
Y por lo sabio y prolijo
Le dió todo su gobierno.

Imp. G. Weidmann, Valp.

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