Salomon i la Reina
[de Sabá]

  ¿Cuál es aquel que ha podido
Resistir con valentía
De una jóven la porfía
Estando de amor herido?

  Salomon, siendo dotado
Por Dios i rei soberano,
Intentó con pecho ufano
Rendir tributo al pecado.
Un día en su trono, airado,
Echó a mi Dios en olvido.
Pregunto yo, confundido,
Según mi humilde entender:
Resistirse a la mujer
¿Cuál es aquel que ha podido?

  Llegó de parte de Oriente
La reina de Sabá, hermosa,
Jóven, esbelta i graciosa,
Buscándolo mui urjente;
I la miró indiferente
El monarca en aquel dia
Quiso, con soberanía,
Borrar aquella pasion,
I no pudo el corazon
Resistir con valentía.

  Desde entónces aquel monarca.
Como en su historia se ve,
Se hizo traidor a la fe,
Olvidando su comarca.
Quiso la opresora Parca
Guiarlo en la idolatría.
Su ciencia i sabiduría
Lo principió a combatir,
I no pudo resistir
De una jóven la porfía

  Grande fué la confusión
Viendo su horrible pecado
I la jente en su reinado
Se llenó de admiracion.
Lo que vió su perdicion,
Quiso haberse arrepentido.
Recobrando su sentido,
Intentó hacer penitencia,
I lo acusó su conciencia,
Estando de amor herido.

  Al fin esplico con tino
Que se perdió Salomon,
Pues buscando una pasion
Siguió al sexo femenino
Esto a él se le previno
Despues que fué coronado,
I siendo tan admirado
En el pueblo de Israel,
Nadie da noticias de él
Si es salvo o es condenado.

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Versos a lo
adivino

  La gloria es una ciudad
Reino celestial bendito
Imperio del infinito
Mansion de felicidad.

  Ningún arquitecto humano
Hara un trono parecido
De brillantes esculpido.
Es el del gran soberano
Ir allá en edad temprano
Desea la humanidad
Con paciencia i humildad
Se alcanza ese gran portento
Dice el nuevo testamento
La gloria es una ciudad.

  Es ella por su hermosura
La mas bella i purpurina
Trono de la luz divina
La concepcion mas pura
Toda humana creatura.
Entra, ahí, de hito en hito,
Yo deseo, lo repito,
Alcanzar a esa grandeza
Al ver que es por su belleza
Reino celestial bendito.

  Tierra de paz i alegría
Es esa ciudad mui buena
Allí no se siente pena
No hai noche, todo es dia,
El canto i la melodía
Se oye sin ningún delito
Un año se hace un ratito
En la ciudad principal
I es por lo mui esencial
Imperio del infinito.

  Cantan cantan, querubines
I toditos los arcánjeles
A ese gran grupo de ánjeles.
Se unen los serafines
Aleluyas i maitines
Entonan con gran deidad
I tambien la real majestad
Se alegra dice la historia
I es la que llaman la gloria
Mansion de felicidad.
  Al fin no hai en este mundo
Palacio mas reluciente
Como el del Omnipotente
Que es de un esplendor fecundo
Sobre esa ciencia me fundo
Demostrando las caricias
Doi exacta estas noticias
Divinas por permision
I es la celestial mansion
Un gran jardin de delicias

Imp. Leon Victor Caldera. Bandera, 919

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VERSOS A LO ADIVINO
Huida de Moises del poder de Faraon

  Huyó Moises con afan
Del furor de Faraon,
Encontró la proteccion
En el pais de Madian.

  Habiéndolo amenazado
Un ejipcio al gran profeta,
Dijo él segun se decreta,
Quien escapa es libertado.
Por no ser atormentado
Escapó como verán,
Dejando los que allí estan
Vasallos de aquel monarca,
I de la opresora parca
Huyó Moises con afan.

  Cuando el ejipcio le dijo
Que lo iba a acusar al rei,
El de aquella impia lei,
Se arrancó pronto i prolijo
Presto a otra tierra de fijo
Se marchó con presicion
Aquel humilde varon
Sin meter ruido ni bulla,
Dijo mejor es que huya
Del furor de Faraon.

  Mui pronto con lijereza
Salió i miró al espacio,
I dejó en el palacio
Triste a su bella princesa,
Aquella que con limpieza
Lo cuidó con atencion
Por su humilde corazon
Lo amó Dios con santo amor,
I en casa de Jetro i For
Encontró la proteccion.

  Habiendo sido hospedado
En casa del sacerdote,
Por su humilde i buen dote
Fué de todos apreciado,
La noticia con agrado
Miles de libros nos dan,
Como se comprobarán
En el viejo Testamento,
I disfrutó del contento
En en el pais de Madian.

  Al fin vió su desengaño
Estando en casa de For;
I destino de pastor
Tomó i cuidó el rebaño,
Para él no le fué estraño
Aquella tierra tan bella,
Sin dar la menor querella
Apasentaba el ganado,
I al último tomó estado
Con Céfora la doncella.

Daniel Meneses, Poeta Nacional Chileno
BORGOÑO 1349

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VERSOS A LO DIVINO
Hablando la verdad

  De todo el padecimiento,
Les haré una narracion,
Trataré de la pasion
Del Dios que hizo el firmamento.

  Jesus fué hijo de Maria
Desde cuando fué mediano,
Y su padre fué romano,
Soldado en caballería,
Que en Galilea aquel dia
Estaba de estacamento.
No creyendo al Testamento
Pruebo franco y sin esfuerzo,
Que deseo hacer un verso
De todo el padecimiento.

  Fué esposo San José
De Maria la mas bella,
Y si no durmió con ella
¿El niñito de quien fué?
De panderes les diré,
Se formó en esa ocasion
Esta no es ponderacion
Ni tampoco idea mia,
Y de toda esas falsías
Les haré una narracion

  El tal Espíritu Santo
Dicen que a Jesus formó,
Esto no lo creo yo
Porque lo falso no aguanto
Sin pompa y sin ataranto
Les pinto su formacion
Pido al Dios de la mansion
Que me alumbre en mi camino
Y dejando lo divino
Trataré de la pasion.

  San José dan a entender
Que con ella tuvo celo,
Y Jehová desde el cielo
Le dijo ama a tu mujer,
Yo esto no quiero creer
Porque todo es un invento
Con espléndido talento
Imito ufano a San Pablo
Y todo lo cierto yo hablo
Del Dios que hizo el firmamento.

  Al fin María dió a luz
A su hijo según decir,
Despues lo hicieron morir
Enclavado en una cruz.
Cerró la flor su capuz
Como una peregrina,
Fué una estrella vespertina,
Esa noble y gran señora,
Y no se ha visto hasta ahora
Otra madre mas divina.

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VERSOS A LO DIVINO
DEL
Pelicano en Quillota

  El Pelicano en Quilleta
Lo sacan en procesion,
El se pica el corazon
La sangre gota, por gota.

  Da pena, da sentimiento,
El dia del Viernes Santo,
De ver que agoniza tanto
Jesús en ese momento.
Tristeza en el firmamento
En esa ocasion se nota,
La atmósfera se encapota
Sin poderse resistir
Solo le ayuda a sentir
El Pelícano en Quillota.

  Ninguna su voz levanta
De esas aves cantoras,
El dia de las tres horas
Enmudecen su garganta
Quieren correr a su planta
Ellas con miseracion;
Es tanta la confusion
Que sienten y el dolorcito
Y solo ese pajarito
Lo sacan en procesion.

  Si un millón de pajarillos
El dia Viernes se junta,
Una a otro se pregunta
Por qué va Cristo sin grillos,
No se le ven los anillos
Ni menos el eslabon
Y el Pelícano el perdon
Ya implorando hasta la cruz,
Diciendo siempre Jesus
El se pica el corazon.

  Maria principió el lloro
Cuando Judas le dió el beso,
Y al ver que su hijo iba preso
Dijo salvacion imploro,
Y el Pelícano aunque moro
Sintió aquella mala nota,
De esa época remota
Lo acompaña sin engaño,
Y se saca de año en año
La sangre gota por gota.

  Por último, el corazon,
Se arranca el pájaro vivo,
Y la Iglesia en su archivo
Conserva su inmolacion,
Es tan grande la aflixion
Que siente la santa casa,
A él el cuerpo le abraza
La tristeza en el momento,
Y del mismo sentimiento
A casi se despedaza.

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VERSOS A LO DIVINO

  Tú dices que no me quieres;
¿Por qué no me quieres? dí.
Yo dejé de ser querido
Solo por quererte a tí.

  Mi padre a mí me escojió,
Y pasé a ser su hijo amado,
A fin que pague el pecado
Del hombre que el crió.
Adan desobedeció
Por disfrutar los placeres;
Mira, si en pecado mueres,
Yo no te doi tu perdon.
De todito corazon
Tú dices que no me quieres.

  Dime, mortal, el motivo
Del odio que me has tomado,
Siendo yo tu Dios amado
Quieres enterrarme vivo
Tus blasfemias las recibo
Que me dirijes a mí;
Todo lo que conseguí
De vos, fueron los tormentos,
Y viéndome en sufrimientos,
¿Por qué no me quieres? dí.

  Yo padecí injustamente
Por el hombre, es de advertir,
Aunque harto fué mi sufrir
No dejé de ser clemente.
Con el corazón ardiente
Paz le dí arrepentido;
Sufrí como se ha sufrido
Suplicios tan inhumanos!
Por amar a los cristianos
Yo dejé de ser querido.

  Dijeron que era hechicero
Los que a mí me aborrecian,
Por eso me aperseguian
En aquel momento fiero.
Prepararon el matadero
Bien labrado para mí.
Con gusto lo recibí,
En mis hombros lo cargué,
Y en él tranquilo espiré
Solo por quererte a tí.

  Al fin, despues que fuí muerto,
Resucité al tercer dia,
Por ver si se me creia
Que les hablaba lo cierto.
Tan claro como lo advierto
Les prediqué, lo repito;
Los de aquel pueblo maldito;
Aunque mis milagros vieron,
Con ser así no creyeron
De que era yo el infinito.

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Contrarresto

  Ai! triste de mí que haré
En este mundo solita,
Como inocente avesita
Muchos años viviré,
El que antes alimenté
Hoi pagó una causa ajena
Su sangre de vena en vena
Vació porque otro mejore
Y le decian no llore
San Juan y la Magdalena.

  En tan miserable estado
Se vió andar al Unitrino,
Siendo un dios tan divino
Fué escupido y azotado,
Marcos como renegado
Desempeñó esos empleos
Con impuros devaneos
No le admitieron sus paces
Y fueron los mas tenaces
Escribas y Fariceos.

  Murió mi querido dueño,
Dijo Maria y cayó,
Y hasta el Gólgota llegó
Jesus cargando su leño.
Siempre tranquilo y risueño
Marchaba el Dios de bondad,
Sus faltas de humanidad
Fué la que le dió disgusto,
Y con él siendo tan justo
Usaron de la crueldad.

  Quien será mi dulce amado
Maria dijo aquel dia,
Y al que me daba alegria
Ya me lo han arrebatado,
Hoi veo que me ha dejado
En estado lastimero,
El era un Dios justiciero
Y de infinita deidad,
Los hijos de la impiedad
Decian es hechicero.

  El les daba mil perdones
Por ver si se arrepentian,
Aunque ellos lo tenian
En medio de dos ladrones,
Al gran Dios de las naciones
Siempre los encomendaba,
De él el pueblo se mofaba
Por creer en falsos dioses,
Los suplicios mas atroces
Al fin Jesus soportaba.

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VERSOS A LO DIVINO
La Pasion de Jesus
CONTRARRESTADO

  Ai! triste de mí que haré
En tan miserable estado,
Murió mi querido dueño
Quien será mi dulce amado.

  San Juan y la Magdalena
Se encomendaron al Padre,
Y a la atribulada madre
Le mitigaban la pena,
En esa horrorosa escena
Maria oró con gran fé
Diciendo jamás veré
Un hijo mas bueno y fiel,
Y dijo al verse sin él,
Ai! triste de mí que haré.

  Escribas y Fariceos
A Jesus apersiguieron,
Cuando cautivo lo vieron
Lo insultaron con deseos,
Se mofaron con recreos
Del Señor Sacramentado,
La vírjen con desagrado,
Decia triste, me aflijo,
Y lloró al ver a su hijo
En tan miserable estado.

  Usaron de la crueldad
Los hombres con negra suerte,
Lo condenaron a muerte
Por que hablaba la verdad,
La madre con gran piedad
Lo velaba hasta en el sueño,
Con un tan divino empeño
Lo amparó siempre de fijo,
Y a sus compañeras dijo
Murió mi querido dueño.

  Decian, es hechicero
Aquel que anda predicando,
Porque al pueblo anda engañan-
Diciendo es el verdadero   (do
Fué tomado prisionero
Por Judas aquel malvado,
Y a morir fué sentenciado
Por cumplir la profesía
Y entonces dijo Maria
Quien será mi dulce amado.

  Al fin Jesús soportaba
Con paciencia sus tormentos
Y los ayes y lamentos
De la madre él escuchaba,
Con humildad los miraba
A los inicuos sayones,
Leia en sus corazones
Sus instintos sanguinarios,
Pero aunque eran sus contrarios
El les daba mil perdones.

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Versos a lo divino

  El gallo en su gallinero
Con regocijo cantó
Hasta que amaneció el dia
Decia Cristo nació.

  El gran profeta Isaías
Dijo con divino amor
Pronto nacerá un señor
Que se llamará Mesías
Todas esas profecías
Fueron escritas, lo infiero
Se hizo el hecho verdadero
Cuando ya llegó el momento
Anunció el alumbramiento
El gallo en su gallinero.

  Tambien fué profetizado
Con cuidado el mas prolijo
De que mandaria a su hijo
El padre eterno meriado
El cual mui glorificado
En el mundo se encontró
Cuando al planeta bajó
De la mansion de delicias
I el gallo por dar noticias
Con regocijo cantó.

  Setecientos años fueron
Los que ya habian pasado
Cuando nació el anunciado
Tres reyes tambien vinieron
De regalo le trajeron
Muchas cosas a Maria
I el infante las veia
Que eran preciosas alhajas
I gorjeó sobre unas pajas
Hasto que amaneció el dia.

  Unos humildes pastores
Corrieron a donde el niño
Llevándole por cariño
Muchos ramitos de flores
El cisne i los ruiseñores
Trincaron según se vió
I el gallo de atras siguió
Con un respeto profundo
Sin descansar un segundo
Decia Cristo nació.

  Al fin, como hermoso Eden
Nació el Dios Omnipotente
I se decia la jente
Vamos, vamos a Belen
Ahí se halla el sumo bien
Rei de alta jerarquía
Mucho jentio corria
Con acelerados pasos
I con el niño en los brazos
Encontraban a Maria.

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Verso histórico sagrado
LOS SUEÑOS DE FARAON E INTERPRE-
TACION DE JOSE A LO DIVINO

  Dos sueños mui misteriosos,
Pues soñó el rei Faraon,
Los dos los interpretó
José, el mui justo varon.

  Estando aquel rei malvado
Durmiendo tranquilamente,
Vió en sueño de repente,
Dos cosas i quedó asombrado;
Habiendo ya despertado
Llamó a sus sabios curiosos,
Magos tambien estudiosos
Como en la historia se vé,
Les dijo: interprétenme
Dos sueños mui misteriosos.

  Dijo: yo estando tranquilo,
Ví salir unas vacas,
Siete gordas, siete flacas,
De las orillas del Nilo;
Pensando hoi me aniquilo
Con justísima razon
En su inicuo corazon
I sus malos desarreglos.
Las desgracias de sus pueblos,
Pues soñó el rei Faraon.

  Siete espigas vió asomar,
Débiles, de una caña
I otras siete con hazaña
Las hubieron de devorar.
I el monarca, es al pensar
Mucho se atemorizó;
Al hebreo se llamó
A la presencia del rei,
El cual por la justa lei
Los dos los interpretó.

  El preso, sin interes,
Habrán, dijo en su arrogancia
Siete años de abundancia
I otros siete de escasez.
Libre fué de aquella vez
I consiguió su perdon;
Se ganó un rico galón
En aquel vasto reinado.
De todos fué respetado
José, el mui justo varon.

  Al fin, el gran soberano
Con un creer tan sencillo,
Le puso a José su anillo
En un dedo de la mano.
El hebreo mui ufano
Pasó a ser gran personaje:
Con un lujoso ropaje
Lo vistió i le dió poder
I lo hizo reconocer
Por el reino en su carruaje.

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