MUERTE
DE ABEL POR CAIN
Versos bíblicos a lo divino

  Victimó a su propio hermano
Cain con ira y furor,
El fin que él vino a tener
Que lo mató un cazador

  De envidioso el asesino
Se hizo el mas desgraciado,
Y a quien lo habia criado
Ofendió ese libertino,
Por seguir su mal camino
Renegó del Soberano
Desde entónces el tirano
Fué perverso y sanguinario;
Y en un lugar solitario
Victimó a su propio hermano.

  El justo Dios de Israel
Pronto a Cain lo llamó.
Y al acto le preguntó
Por el inocente Abel.
Pero le contestó él,
Yo no soi sus guardador
Lo castigó el Hacedor
Por ser de mal natural,
Y se hizo mui criminal
Cain con ira y furor.

  Jehová con impaciencia
Le dijo por atrevido:
Tendrás que ser maldecido
Con toda tu descendencia,
Por causa de tu inclemencia
Te condeno a padecer,
Mas no me habrás de ofender
Con esa mala avaricia,
Y la historia da noticia
El fin que él vino a tener.

  El Soberano infinito
Le negó él su perdon,
Y por su mal corazon
Le dijo huye maldito,
Lo castigó su delito
Por ruin y asesinador,
Fué en los campos un terror
Como aquel mas depravado,
Y dice el testo sagrado
Que lo mató un cazador

  Victimó a su propio hermano
Cain con ira y furor,
El fin que él vino a tener
Que lo mató un cazador

  De envidioso el asesino
Se hizo el mas desgraciado,
Y a quien lo habia criado
Ofendió ese libertino,
Por seguir su mal camino
Renegó del Soberano
Desde entónces el tirano
Fué perverso y sanguinario;
Y en un lugar solitario
Victimó a su propio hermano.

  El justo Dios de Israel
Pronto a Cain lo llamó.
Y al acto le preguntó
Por el inocente Abel.
Pero le contestó él,
Yo no soi sus guardador
Lo castigó el Hacedor
Por ser de mal natural,
Y se hizo mui criminal
Cain con ira y furor.

  Jehová con impaciencia
Le dijo por atrevido:
Tendrás que ser maldecido
Con toda tu descendencia,
Por causa de tu inclemencia
Te condeno a padecer,
Mas no me habrás de ofender
Con esa mala avaricia,
Y la historia da noticia
El fin que él vino a tener.

  El Soberano infinito
Le negó él su perdon,
Y por su mal corazon
Le dijo huye maldito,
Lo castigó su delito
Por ruin y asesinador,
Fué en los campos un terror
Como aquel mas depravado,
Y dice el testo sagrado
Que lo mató un cazador

  Al fin nos cuenta la historia
La vida punto por punto,
Sin formalisar asunto
De él nos hace memoria,
Perdió la gracia y la gloria
De cuando se desgració,
De si mismo renegó
Aquel infeliz mortal.
Y por su mal natural
Dicen que se condenó.

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Versos bíblicos
A LO DIVINO
LOS SUEÑOS DE NABUCODONOSOR

  Daniel le interpretó
Sin recelo i sin temor,
A Nabucodonosor
El sueño que él soñó.

  Estando el pueblo creyente
En Babilonia cautivo,
Sufria sin ni un motivo
Con aquel rei inclemente;
I un dia el Omnipotente
Al Monarca le anunció,
En sueño, i le decretó,
Las tormentas sin abrigo,
I su tremendo castigo
Daniel le interpretó.

  Le dijo el monarca vi
Un árbol brotar del suelo,
Creció i llegó hasta el cielo
I el cual no lo conocí:
Su especie no comprendí
La hermosura ni el grandor,
I el profeta con primor
Como agudo i entendido,
Le detallo el contenido
Sin recelo i sin temor.

  Propuso el hebreo al Rei
Con cariños i bondades,
Estarás por tus maldades
Siete años vuelto Buei;
Habeis faltado a la Lei
Del soberano Hacedor,
Hácia el crímen i al error;
Tu mal creencia te inclina
Le profetizó su ruina
A Nabucodonosor.

  Mandó el Rei con imperio
Llamar sus encantadores,
Ninguno de esos señores
Analizó el gran misterio;
El asunto era harto serio
Según lo que se apuntó,
Ninguno de ellos logró
Darle el detalle al fiel,
I solo esplicó Daniel
El sueño que él soñó.

  Al fin, bien Rei versado
Se encontraba mui prolijo,
I oyó una voz que le dijo:
Huye al campo, Rei malvado.
Mui triste i apesarado
Salió del palacio real,
Por ser de mal natural;
El castigo recibió,
I siete años pasó
Trasformado en animal.

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Jenoveva
en el Desierto

  Jenoveva en el desierto
Pasó siete años cabales,
Junto con su hermoso hijo
Sufriendo terribles males.

  Cuando la condesa fué
Desde la prision sacada,
Hácia el campo fué llevada
Como aquí lo esplicaré;
Ella humillada i con fé
Le clamó a Dios, como advierto,
I cuando el niño despierto
Estaba, i se conformaba,
I hasta con él conversaba
Jenoveva en el desierto.

  Los dos hombres se apiadaron
Por los ruegos que les hizo,
I en el momento preciso
La vida le perdonaron;
Ya lo que se retiraron
Buscó ella unos matorrales,
I en esos momentos tales
En donde domir buscó,
I en la cueva que encontró
Pasó siete años cabales.

  Una cierva a la oracion
La encontró con gran cariño,
I alimentó al bello niño
Le dió por gran permision,
Desde esa misma ocasion
Jenoveva la bendijo,
I con un amor prolijo
Dió gracias al celestial,
I cuidó al manso animal
Junto con su hermoso hijo.

  En la cueva se albergó
Despues de que errante anduvo
I el tiempo que en ella estuvo
I a cierva la acompañó;
Los inviernos los pasó
Como entre hielos glaciales,
I los frescos manantiales,
Con su ruido la alegraban,
Ella i el niño pasaban
Sufriendo terribles males.

  Al fin, una vez se aleja
De la cueva i se ausentó,
I a un lobo muerte dió
Para quitarle una oveja;
Ella misma se aconseja
En su entendimiento agudo,
Darle la vida no pudo
A la ovejilla la fiel,
Por ese es que con su piel
Cubrió su cuerpo desnudo.

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Versos bíblicos
a lo divino

  Cuando al Sinaí llegaron
Moisés i su hermano Aaron,
En esa gran estension
Con su pueblo se acamparon.

  El gran pueblo del Señor
De Ejipto hizo la salida
A la tierra prometida,
Caminó con gran primor.
Soportando el gran calor
Mujeres i hombres marcharon,
Con maná se alimentaron,
Que del cielo recibieron.
Solo descanso tuvieron
Cuando al Sinai llegaron.

  Sabiendo el tirano Rei
Que huia el pueblo cautivo,
Por saber por qué motivo
Quiso traerlo a su lei.
Pero la divina grei
Escapó con precision,
Pedian a Dios perdon
Con santo i divino arreglo
Gobernaba aquel gran pueblo
Moisés con su hermano Aaron.

  Una columna de fuego
De noche les a[l]umbraba,
I de dia los guiaba
Una nube con sociego.
A Dios clamaban con ruego
Con mucha veneracion,
I el señor de la mansion,
Por castigarles sus daños,
Los sostuvo cuarenta años
En esa gran estension.

  El mar Rojo lo pasó
Por una gran permision,
I en él el rei Faraon
Entre las aguas quedó.
Ningún tirano salvó
Porque toditos se ahogaron,
Himnos de gloria entonaron
Moisés con sus compañías,
I al otro lado tres dias
Con su pueblo se acamparon.

  Al fin dividió su jente
En doce tribus se sabe,
Pero él le sirvió de llave
Como sabio i elocuente.
Propuso el omnipotente
Protejerlo con amor
Con aquel grande favor
Que le hizo el Dios verdadero;
Gobernó al pueblo guerrero
El hábil lejislador.

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Al separarse
DE ANDACOLLO, UN ADIOS
A LA VIRJEN

  Adios, Virjen, ya me voi
en ti creyendo con fe
Este otro año volveré
A verte en el dia de hoi.

  Si Dios me presta salud,
Voluntad i entendimiento,
Vendré con gusto i contento
A venerar tu virtud.

  Espero en el Poderoso
Que me ha de tener con vida
Para cuando mi partida
La haga, la haré con reposo.

  Desde mi humilde cabaña
Vendré tranquilo i despacio
A visitar tu palacio,
Aunque es en esta montaña.

  Preciosima doncella,
Me despido arrepentido
Con gusto i agradecido
De ver que te hallé tan bella.

  Adios, que me voi de aquí
Junto con otros mortales,
Los doce meses cabales
tendré que pensar en tí.

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Una salutacion
A LA VÍRJEN

  Con mucha veneracion
Vengo de un pais estraño,
Me dijeron que en este año
Era tu cara nacion.

  Te han hecho salutacion
Dos ánjeles en persona;
Bajaron de la mansion
A dejarte una corona
Con mucha veneracion.

  No creyendo en el engaño
Te vísito tus altares;
Cobijame con tu paño
I a brindarte mis cantares
Vengo de un pais estraño.

  Como oveja sin rebaño
Me acojo a ti bondadosa
Para reparar mi daño,
Era tu fiesta grandiosa
Me dijeron que en este año.

  A pedirte bendicion
Vengo lleno de alegría,
Con júbilo i atencion,
Todos me han dicho que hoi di
Era tu coronacion.

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Versos a lo divino
LAS BONDADES DE MAR

  Eres por tu gran pureza
Divinísima María,
Consuelo del aflijido
Luz i de las almas guia.

  El soberano infinito
Con su santa omnipotencia
Te crió con reverencia
Libre de todo delito.
En vos su hijo bendito
Encarnó con gran limpieza
Beatisima princesa,
Arca santa del cristiano,
I reina de todo humano
Eres por tu gran pureza.

  Bajaste desde la gloria
Al Universo a morar,
I tu dicha al contemplar
Siempre te tengo en memoria.
Tu piedad quedó en la historia
Desde entónces hasta hoi dia,
Se cumplió la profecía
De aquel santo ánjel en pos,
I eres la madre de Dios
Divinísima Maria.

  Las vírjenes de Sion
Al contemplar tu misterio,
Todas en el monasterio
Te hacian salutacion.
De la celestial mansion
Fué el anuncio recibido
Del que iba a ser escojido
Tu esposo de entre Israel,
Para que fuese por Él
Consuelo del aflijido.

  Con un entusiasmo tanto
Arcánjeles, querubines,
Al entonar sus maitines
Te decian: santo, santo.
Todos con divino canto
Te hacian gran compañía;
La anjelical jerarquía
Te daba dulzura i paz,
I has sido i siempre serás
Luz i de las almas guía.

  Al fin, Dios con potestad
Por lo justa i virtuosa
Te dió título de esposa
Por toda la eternidad.
Gran poder te dió en verdad
El Hacedor con anhelos,
Tú disipas los desvelos
Al que tu nombre ha invocado,
Sois reina de lo criado
I emperatriz de los cielos.

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Versos a lo divino
DEDICADOS A LA VIRJEN DE AN-
DACOLLO POR SER SU CORONA-
CION.

  Descendieron de la gloria
Dos ánjeles en persona,
A dejarte, virjen pura,
Tu mui preciosa corona.

  No hai en el mundo otra santa
Mas milagrosa que tí,
Desde cuando en vos creí
Me he rendido a tu planta,
I por ser tu virtud tanta
Se ha hecho inmortal tu historia,
Porque eres tan meritoria,
A cantarte los maitines,
Dos hermosos querubines
Descendieron de la gloria.

  Tú eres la mas milagrosa
De once mil que se han contado,
El premio te lo has ganado,
Por eso te haces dichosa;
Eres, por lo virtuosa,
De tus creyentes patrona.
Mi pluma aquí te pregona
Tus virtudes sin cesar,
I te han venido a adorar
Dos ánjeles en persona.

  Eres anjelical, bella,
Por tu gracia i tu pureza,
I ostentas en tu cabeza
La insignia de la doncella,
Alumbra como una estrella
A la humana criatura,
Mi cántico de dulzura
Me propongo improvisar,
I me presento a tu altar
A dejarte vírjen pura.

  Chinos, danzantes turbantes,
Te celebran con contento,
I eres en todo momento
La estrella de navegantes.
I en las pájinas brillantes
Tu gran poder se eslabona,
Por si álguien te destrona
Yo te sabré defender,
I hoi vine por conocer
Tu mui preciosa corona.

  Al fin, hoi que me hallo aquí
Humillado a tu presencia,
Te pido con reverencia
Que me hagas milagro a mí,
De cuando te conocí
Te alabo con tierno canto,
I alivio para mi llanto
Parece de que me ofreces,
Pero no te compadeces
Viendo de que sufro tanto.

Imprenta Moneda, 843

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Un saludo a la Virjen

AL ENTRAR AL TEMPLO

  Nuestra madre del Rosario
A saludarte venimos;
En el nombre del baustismo
Llegamos a tu santuario.

  Los danzantes y turbantes,
Y tus chinos, gran señora,
Te veneran con gran fé,
Porque eres la protectora.

  Ya que nos has permitido
Que entremos a tu templo,
Te vamos a celebrar
Solo por dar un ejemplo.

  Con un contento divino
Me presento a tu presencia,
A rendirte el homenaje
Con fé y con reverencia,

  Al fin, ya te saludé,
Voi a irme retirando
Con mis demas compañeros
Para irte celebrando.

DESPUES DE SALUDARLA

  Dios te salve, reina y madre,
Para eterna memoria.
Emperatriz de la gloria,
Hija del Eterno Padre.

  Dios te bendiga, Rosario,
Con su infinita bondad,
Te dé gracia y gran poder
Por toda la eternidad

  Dios te haga soberana
En los coros celestiales,
Y te ponga las coronas
De los tres imperios reales.

  Dios te dé misericordia
Con su sábia providencia,
Y con invocar tu nombre
Hemos de encontrar clemencia.

  Al fin, Dios te trajo al mundo
Con divino regocijo,
Y te crió santa y pura
Despues de que te bendijo

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Versos a lo divino
Dedicados a la
Virjen del Rosario de Andacollo

  Eres Vírjen celestial,
Simpática, Santa y pura,
Fúljida estrella brillante
Que alumbras a la natura.

  Cuando Dios formó en la gloria
Los querubines y arcánjeles,
Y los serafines y ánjeles,
Ya te tenia en memoria,
Por tus milagros tu historia
Pronto se hizo universal.
Minoras, reina imperial
Al humano el padecer;
En divinidad y poder
Eres Vírjen celestial.

  Rosario es tu nombre santo
Que te han puesto desde chica,
Con el cual te has hecho rica
Sin haber ningún quebranto.
Este mi divino canto
Te brindo con amargura,
Por si me das la ventura
Te elojio en mis cantares,
Y quitame mis pesares,
Simpática, Santa y pura.

  Esa tu inmensa bondad
No hai con que comparar;
Aunque te hallas en tu altar
Con todos tienes piedad.
La divina majestad
Te creó sin semejante:
Tu eres la cooperante
Y guia del peregrino
Alúmbrame en mi camino
Fúljida estrella brillante.

  Eres madre bondadosa
Con el malo y con el bueno,
Y tienes el orbe lleno
De milagros, virtuosa;
A tí te llama piadosa
Toda humana criatura.
De inagotable dulzura
Es tu nombre blanco, armiño;
Todos dicen con cariño
Que alumbras a la natura.

  Al fin, madre sacrosanta,
Socórrome en mi pobreza;
Para alabarte, princesa,
No hallo voz en mi garganta;
Un devoto a tí te canta
Con mucha veneracion,
Te hago esta salutacion
Hoi por encontrarme aquí,
Si te condueles de mí
Echame tu bendicion.

Imp. G. Weidmann Valp.

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