El envenenado por amor

  Por motivos amorosos
Un jóven se envenenó,
El desgraciado suceso
En mismo Talca ocurrió.

  En la semana pasada
Efectuó su vil intento
Oculto i en un momento
Fué esa obra realizada
La jente mui alarmada
Vió al suicida en sollozos
Con jemidos lastimosos
Espiró en cruel agonia
I se dió muerte aquel dia
Por motivos amorosos.

  Este se quitó la vida
Con ciamuro de potacio
I murió en un corto espacio
Por celos con su querida
Con la esperanza perdida
El de ultimarse trató
Por eso es que se bebió
El líquido sin temor
Siendo la causa el amor
Un jóven se envenenó.

  De oficio talabartero
Era este pobrecito
I dicen de que solito
Pasaba el domingo entero
El maestro con esmero
Con el hacia progreso
Se mató como lo espreso
Valiéndose del veneno
Ocurriendo en dia pleno
El desgraciado suceso.

  Se llama Rufino Peña
El infeliz mencionado
I a mis lectores amados
Les hago esta reseña
Mi musa nunca desdeña
De relatarles veloz
El drama de que pasó
I que causó sensacion
Así por esta razon
En mismo Talca ocurrió.

  Por fin salio en el Chileno
La noticia que doi cuenta
I se dió muerte violenta
Estando él sano i bueno
Con un semblante sereno
Un vasito preparó
La sustancia que le echó
Ya lo sabe mi lector
I al tomarlo en cruel dolor
Lijero a tierra cayó.

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Horrible acontecimiento

  En un salteo horroroso
El crimen ejecutaron:
Dos niñas asesinaron
Cinco facinerosos.

  A las dos de la mañana
Los terribles salteadores
En tormentos i rigores
Dejaron a una anciana;
Fué obra la mas villana
De este suceso alevoso
Que por ser tan lastimoso
El pueblo se conmovió
De todo lo que ahí pasó
En un salteo horroroso.

  Según la jente interpreta
Los bandidos mui alertas
Abajo todas las puertas
Hecharon con sus barretas
No estando mui bien sujetas
Mui fácil las destrozaron
Cuantos en la casa hallaron
Hirieron estos bandidos
Furiosos bien aguerridos
El crímen ejecutaron.

  Al verse del campo dueños
Hicieron muchas maldades
Infamia i otras crueldades
Con los semblantes risueños
Fueron todos sus empeños
De maltratar, i arrancaron
Despues que tanto robaron
En hora tan desgraciada
I al emprender retirada
Dos niñas asesinaron.

  Viéndolas muertas ya
Las ataron del pescuezo
Con un cordel el mas grueso
Que encontraron en verdad
Con tanta barbaridad
Los criminales famosos
Delitos tan espantosos
Cometieron sin temor
Los autores son: lector,
Cinco facinerosos.

  Al fin estando colgados
Los dos cadáveres frios
Esos chacales con bríos
Satisfechos han quedado
Tenian ya preparado
El fuego para quemarlas
De ellas como charla
Se burlaban los chacales
I pronto los criminales
Procuraron de ocultarlas.

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EL TRABAJADOR
muerto por un gringo

  Un pobre trabajador
Ha sido muerto, yo infiero
Por mano de un estranjero
Siendo pillado el autor.

  Aunque no tengo los datos.
Del crímen, voi a contar
Pero me han de disculpar
Si vario en el relato.
Es tan grande asesinato
El que causa tanto horror.
Era gringo aquel hechor
Siendo éste al fin pillado
Por haber asesinado
Un pobre trabajador.

  [Al] gringo le trabajaba
El [o]cciso, supe yo,
I seis balazos le dió
Porque tanto le cobraba.
El cobarde se escapaba
Por un cercano potrero.
Fué pillado el altanero
I hoi está asegurado;
Por este vil desalmado
Ha sido muerto yo infiero.

  Esto a mí me lo han contado
Sin embargo así será
I en la Morgue pues está
El occiso mencionado.
Una bala en el costado
Le ha metido el usurero.
Su crímen mas que lijero
Mui presto lo ha de pagar;
I quedó muerto este fatal
Por mano de un estranjero.

  El drama cruel i sangriento
Dicen que fué en los Cerrillos
I este relato sencillo
Lo daré con sentimiento.
Tan triste acontecimiento
Ha contristado lector.
Ha sido grande el terror
Que ha causado en la ciudad.
En tan cruel barbaridad
Siendo pillado el autor.

  Al fin detalles daré
Si todo publica el diario
I el nombre del victimario
Mui luego publicaré.
Tampoco el nombre no sé
Del hombre muerto tan cruel
Pero el relato mas fiel
Les daré con mas certeza
I el gringo con su vileza
Irá luego a padecer.

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EL NIÑO
que nació con tres pies i con
tres cabezas

  ¡Por la sesta, lector mio!
Voi a contar con sorpresa
Del infante que ha nacido
Con tres pies i tres cabezas.

  Un suceso estraordinario
Ha venido a acontecer
En una pobre mujer
I que su nombre es Rosario.
No me traten de falsario
Si acaso en algo vario;
Por los diarios yo me guio
Para hacer la relacion
I que causa admiracion,
¡Por la sesta lector mio!.

  Esta mujer en Mendoza
Con su marido vivia
I dos hijos que tenia
En su pobrísima choza.
La noticia mui curiosa
Se esparció con lijereza;
De estraña naturaleza
Daba a luz este baron
I lo que llama atencion
Voi a contar con sorpresa.

  En la rodilla tenia
Un piesito bien formado
I su padre ha procurado
Exhibirlo noche i dia.
Mucha plata recibia
Por su hijo tan querido;
Conservarlo no ha podido
Para dar con él funcion,
I se admiran con razon
Del infante que ha nacido.

  No se pudo bautizar
Por nacer como lo indico.
Alcanzó a crecer el chico
Pero no pudo gatear.
La jente particular
Lo[g]ró verlo en una pieza
Sumerjido en la pobreza
Tratado con gran cariño,
I en alarma nació el niño
Con tres pies i tres cabezas.

  Al fin podia comer
Lo que le daban, señores,
I toditos los doctores
Se pudieron convencer
En uno i otro poder
El fenómeno pasaba
I con facilidad tomaba
Diariamente su alimento.
Al año murió el portento
Que al mundo tanto admiraba.

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POR FATAL ENAMORADO

  Me levanté en calzoncillo
I la vieja me pilló.
En aquélla noche oscura
A huascazos me agaarró.

  Estábamos acostados
En ese rato feliz
Como una bulla sentí
Me le gané al otro lado,
Con la cabeza tapado
A mí me pilló un chiquillo
Con el cuero de un chinguillo
Azote éste me pegó.
Al ver la cosa mal yo
Me levanté en calzoncillo.

  Pues salí por un rincon
Con grande furia arrancando
En una acequia pasando
Ne dí un feroz encontron.
Fué tan recio el tropezon
Que un grande grito di yo
Hasta mui lejos se oyó
Ese terrible lamento.
Este fué mi perdimiento
I la vieja me pilló.

  La vieja boca de zuela
Me llevó a un cuarto amarrado
De las manos me ha colgado
Poque nada le recela.
Me hizo acordar de mi abuela
Con su terrible amargura.
Estaba ciega en locura
I sin poderme soltar
La tuve al fin que pagar
En aquella noche oscura

  Mui maltratado quedé
Con su paliza tremenda.
Asi el templado se enmienda
I es cierto lo que conté.
Desde entonces me dejé
De las payasadas yo.
Este chasco me pasó
Digo que es cierto i deveras
Echándome puerta afuera
A huascazos me agarró.

  Al fin, afuera salí
I las carnes me miré,
Hecho tiras me encontré
Dije yo ¡ai pobre de mil
Tanto fué lo que me afliji
Que parecia animal.
De una manera brutal
Fuí azotado en el momento
Me sirvió esto de escarmiento
Para no ser mas fatal.

       A. REYES

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A mi querida

  Es tanto lo que te quiero,
Que no habrá comparacion,
Adorada prenda mia
Dueña de mi corazon.

  El rato que no te veo
Es para mí un cruel tormento,
Se aumenta mi sufrimiento
I solo verte deseo.
Con mirarte me recreo
I de tí una dicha espero
Dichoso me considero
Cuondo te tengo en mis brazos,
I digo al sentir tus pasos
Es tanto lo que te quiero.

  Dia i nocheimajinando
En tí paloma me llevo,
Solo a decirte me atrevo
Que en tí lo paso pensando
Quisiera estarte adorando
Porque con justa razon
Me ha de tener compasion
Por este amor verdadero,
I te digo yo primero
Que no no habrá comparacion.

  Parece que mi alma llora
Cuando no estais a mi lado;
Me tienes tú hoi encantado
Hechicera encantadora.
Tu amor mucho me devora
I nunca tengo alegría.
Seguiré yo en mi porfía
Solo por verte un instante.
Acuérdate de tu amante
Adorada prenda mia.

  Un favor voi a implorar
Traspasado en mi dolor,
Que tú al ver mi fino amor
No me lo habis de negar.
Entonces si podré estar
Tranquilo de mi pasion
I a tu celestial mansion
Mui luego me entregaré
I siempre yo te diré
Dueña de mi corazon.

  Al fin, mi prenda querida
Me despido en el momento
Con mi alma mui contenta
Por haberme dado vida,
La cuan ánte estaba herida
Por el rayo de tu amor.
Ya se me pasó el dolor
Por creer que sois constante.
Yo seré tu fiel amante
I jamás, ¡por Dios traidor!

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VERSOS
DE LA BAJA DEL CAMBIO

  El cambio se halla de baja,
La plata se nos perdió,
El ambicioso banquero
Creo qué se la guardó.

  En grande abismo está el pobre
I es preciso que se ataje,
Por mucho que este trabaje
No conserva nunca un cobre.
Aunque éste no lo malogre,
Dinero no guarda en caja,
Menos comprará un alhaja
Porque hoi el rico usurero
Atacando al despachero
El cambio se halla de baja.

  Están robando a discrecion
Todos estos caballeros,
Pues se hace altaneros
I empobrecen la nacion.
La culpa es del señor Montt
Que tal cosa permitió
El millonario aceptó
Hacer sufrir a nosotros,
I de un momento a otro
La plata se nos perdió.

  Dos pesos vale un bautismo
I un responso poco menos,
En poco tiempo están llenos
I el pueblo en el abismo.
Esto no es catolicismo
Sino que es robo del clero.
Reclamara el pueblo entero
Al respetable gobierno,
Pasaria al quinto infierno
El ambicioso banquero.

  Veintitres cobres cabales
Es lo que vale hoi un peso,
I estando hundidos por eso,
Hai que remediar los males
Son los pobres mui fatales
Según lo que opino yó,
Igual cosa sucedió.
En tiempo de Balmaceda.
Porque no hubiera moneda
Creo que se la guardó.

  Al fin, todos los banqueros
Son los que guardan la plata,
Los colgara de una pata
I le apretara el guargüero.
Con un buen puñal de acero
Les cortara la cabeza
Cortados presa por presa
A un cerro los botara.
Con el sol se calentara
I les saldria maleza.

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LAS CONDUCTORAS
PORTEÑAS.

  En el puerto hai conductoras
Son astutas i mui pillas
Que se hacen las mui sencillas
I son mui recortadoras.

  La Adelaida boca de rana
Siempre se lleva paseando,
I lo pasa enamorando
Hasta que le dá la gana,
Se va ésta mui de mañana
I no llega a buenas horas.
Porque serán sus demoras
Pregunto aquí en la ocasion.
De tan rara condición
En el puesto hai conductoras.

  La veinticuatro, Goleta
Mui bien el clavo se saca,
Va al café de algún canaca
I el zancudo allí la aprieta
Esta es una gran coqueta
Que se amarra con evillas.
Fíjense en las maravillas.
Que andan en los carritos.
Para engañar futrecitos
Son astutas i mui pillas.

  La cuarenta i tres, señores,
De todas es la peor
I no tiene a nadie amor
I siempre incluye en errores,
Pues dá ramitos de flores
Que van con muchas semillas.
De la tienda «Dos Castillas»
La están a ésta apretando
Por eso yo estoi contando
Que se hacen las mui sencillas.

  La 16, es la Peluquera
Que al trabajo no ha salido
I me creo que habrá ido
Afilar bien su tijera;
Esta es mujer mui lijera
De las buenas corredoras.
Toditas estas señoras
Parientes de Lucifer,
A nadie saben querer
I son mui recortadoras.

  Al fin, pues las conductoras
Todas son mui conocidas
I talvez serán nacidas
En las mas fatales horas.
Se tienen por mui señoras
Como que son mui capaz
Lectores aquí verás
Que les espreso a toditos
Para ganar cortecitos
No hechan nunca pies atras

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EL ITALIANO
QUE MATÓ A OTRO ITALIANO

  Un italiano malvado
A un paisano lo mató,
Vino éste i se dió un balazo,
Mierto en el acto quedó.

  Peleando estaban los dos
Saferi Zinder colono
Con ardor i mucho encono
Sacó el revólver i pegó.
Al instante allí cayó
El pobre desventurado
I su cuerpo ensangrentado
Fué recojido al momento.
Hizo lo que aquí les cuento
Un italiano malvado.

  Agusto Schefferli el muerto
Fué luego hallado en verdad.
Mui pronto la autoridad
A su cuerpo lo vió yerto.
A las orillas de un huerto
Con Zinder se disgustó
I un arma luego sacó
I apuntándole en la frente
Por varios inconvenientes
A un paisano lo mató.

  Por no ser éste pillado
I su delito pagar,
Se puso un rato a pensar
I quedó bien cerciorado.
De nuevamente ha sacado
Para hacer otro fracaso
Anduvo como seis pasos
I en la cien se colocó
Por detalles que doi yo
Vino éste i se dió un balazo.

  En Victoria ha sucedido
El hecho que causa horror
I en un profundo dolor
Ha quedado conmovido.
Nunca habia sucedido
Como lo que ahí pasó.
El pueblo se conmovió
Al ver el suceso horrible
Con agonia temible
Mruerto en en el acto quedó.

  Al fin, Zinder, digo yo
Por el fuego fué abrazado
Completamense quemado
Por el disparo que dió:
Al poco rato se hoyó
Con tristeza i aflixion
Vieron con justa razon
La mano que le pasaba
En el lugar donde estaba
De cenizas un monton

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LITERATURA

  Cubre la sutil neblina
Con su manto el denso velo;
Al pintar el alborada
Cantan las aves del cielo

  Hasta el pequeño animal
Alaba a Dios i engrandece
El infinito florece
Todo el reino vejetal.
Esto es lo mas principal
Porque el hombre asi lo opina
Que la aurora matutina
Hace esparcer al nublado.
Cuando aparece a su lado
Cubre la sutil neblina.

  El otoño reverdece
Todo el campo i la pradera
I la corriente lijera
Al arroyo lo enternece.
Reverdecido aparece
El fértil i voráz suelo
Con el fino i grande hielo
Despues de tanto sufrir
Al fin la viene a cubrir
Con su manto el denso velo

  Cuando ya viene el invierno
Los árboles se desojan
I sus ramas se acongojan
Cual si fuera el gran averno.
Asi lo creyó el Eterno
Tener la tierra sembrada
I de plantas mui poblada
Por todito el mundo entero
Alaban al verdadero
Al pintar el alborada.

  Un alimento agradable
Siempre al hombre proporciona
En aquella fértil zona
Al paladar admirable
A la vista es mui afable
De regocijo i anhelo
Con su grandioso consuelo
A Dios están alabando.
Cuando el dia está aclarando
Cantan las aves del cielo

  Al fin, todas las montañas
A Dios rinden obediencia
Porque la grande esperiencia.
Ha contado estas hazañas
Desde la humilde cabaña
Se eleva a Dios oracion
Haciéndole peticion
Su nombre glorificar
Que lo deben adorar
De todito corazon.

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