LAS FIESTAS DEL
1º DE MAYO
su sígnificado, El símbolo de los
tres ochos

  Santiago está preparado
Para celebrar contento,
La fiesta de los obreros
Que es un grande movimiento.

  Por primera vez en Chile
Verán amados lectores,
A nuestros trabajadores
Formados en un desfile
En creer nadie vacile
Que el movimiento citado
Llevará al proletariado
Que tanto al fin se dispersa
Porque para hacer su fuerza
Santiago está preparado.

  Nada hai mas grande señores
Que se unan los de abajo
I ocho horas de trabajo
Se de a los trabajadores
Ya es tiempo esplotadores
De redimir al hambriento,
Ocho horas sin mas cuento
Solamente pediremos,
Ihoi pues al desfile iremos
Para celebrar contento.

  Basta de indiferentismo
Que en Sajney los albañiles
Con meetings i con defiles
Triunfaron con heroismo
Las ocho horas así mismo
Ellos ganaron lijeros,
Bien pronto los carpinteros
Consiguen esto a su vez
Por eso esta fiesta es
Las fiesta de los obreros.

  En Australia i en Zelanda
Hará un medio siglo atras.
Se consiguio aunque sin paz
Las ocho horas en demanda
Gracias a una propaganda
Los tres ochos si no miento
Triunfaron con fundamento
I continuan sin desmayo
I en la fiesta de mayo
Es un grande movimiento

  Ocho horas de trabajo,
ocho horas de placer,
ocho horas de descanso,
seis pesos para comer.

Eyglh hour to Work.
Eyglh to Play
Eyglh hour to Sleep
Eyght schilling e say

Ver lira completa

Acalorada polémica
ENTRE UN EVANJELISTA I UN CATÓ-
LICO ROMANO

       El romano

  Soi católico romano,
Nunca bajo de opinion,
Muero por mi relijion
Como lo hace el buen cristiano.

       El evanjelista

  Yo tambien soi protestante
Porque el mismo Cristo fué,
Dedico i sigo la fé
I nada falso ignorante.

       El romano

  San Pedro en Roma murió
Nos dice una tradicion
I sobre él la relijion
El mismo Cristo fundó.

       El evanjelista

  Pedro murió en Antioquía
I no en Roma, pues farsante,
En ese pueblo, ignorante,
No estuvo Pedro ni un dia.

       El romano

  ¿Con que él no fué el mas amado
Discipulo de Jesus,
I como él en una cruz
No murió crucificado?

       El evanjelista

  Mui verdad que amado fué;
Pero en Roma no murió,
Eso te lo pruebo yo
Con mil testigos de fé

       El romano

  Eso no es verdad, embustero;
Si en Roma no hubiese muerto
No fuera Pedro, por cierto,
El Papa que hubo primero.

       El evanjelista

  Me rio de tu ignorancia.
Durante el siglo primero
No hubo Papa, embustero,
De eso queda constancia.

       El romano

  Hablas como protestante
I contrario de la fé;
Pues, San Pedro, Papa fué,
Ya lo sabes ignorante.

       El evanjelista

  En el quinientos noventa,
Juan el llamado primero,
Papa se llamó, me infiero;
Pero por su sola cuenta.

       El romano

  Esplicate, no te entiendo,
Que ese solo año haya sido
El papado establecido.
En verdad, no te comprendo.

       El evanjelista

  Ya sabras que fuése Juan
El que nombre se abrogó,
Gregorio le reprendió
Ya en el mundo lo sabrán.

       El romano

  ¿Entónces Juan fué el primero
Qué Papa se tituló?
¿I San Pedro en qué quedó?
Quisiera saber lijero.

       El evanjelista

  San Pedro estaba en el cielo
Despues del año seiscientos,
Los demas todos son cuentos
I en probarlo no recelo.

       El romano

  Verdad que en el cielo estaba,
En esa fecha, es decir,
Pero ántes de morir
Pedro, Papa se llamaba,

       El evanjelista

  Pedro nunca fué el primero,
Eso te lo probaré,
El seiscientos quince fué
Papa Atanasio el tercero,

       El romano

  ¿Entónces los siglos ántes
Papa en el mundo no hubo,
I quién la Iglesia sostuvo
De creyentes, ignorante?

       El evanjelista

  Nó, Atanasio comenzó
El papado, solamente,
I desde ahí hasta el presente
Ese titulo quedó.

       El romano

  Por fin, me retiraré
Prometiéndote otra vez
El volver con interes
A discutir por mi fé.

       El evanjelista

  Listo estoi para esperarte
Porque yo deseo hermano
Probarle al torpe romano
Su farsa en cualquier parte.

       (Continuará)

Dirección: Santiago, Gálvez 820

Ver lira completa

CARTA DE AMOR
UN JOVEN PARA UNA NIÑA
Señorita Fulana, Presen[te]

  Con el pulso tembloroso
Te escribo preciosa flor
Con la tinta de mi amor
Este billete precioso.

  En él vá mi corazon
I mi cariño sincero
Admitidlo tú lucero
Si me tienes compasion.

  Te amo mas que a mi vida
I es tanto lo que te quiero
Que por ti estoi que me mue[ro]
Amada prenda querida.

  Tu rostro hechicero miro
Tu simpatía i encantos
I en un vasto mar de llanto
Ahogo un solo suspiro.

  Oh! cuanta felicidad
En el mundo no seria
Adorarte vida mia
A los pies de tu deidad!

  Presa del mayer delirio
Sueño besando tu boca
El alma se vuelve loca
¿Será este un cruel martirio?

  Todo el cuerpo me tirita
Solamente de pensar
Que no me vas a pagar
Una pasion que me ajita.

  ¿Cómo tú puedes creer
Que se concluya mi lloro
Si con delirio te adoro
I me humillo ante tu ser?

  Tened caridad de mi
Que las llamas de tus ojos
Ya han quemado los despojos
De mi ardiente frenesí.

  Ya que todo acabó
Te ruego que al contestar
Me digas para espirar
Si me dás… un beso o nó.

Juan B. Peralta
Gálvez 829
Se prohibe la reimpresion de estas poesías.
Imp: El Patriota, San Diego 364

Ver lira completa

GRAN CONTRAPUNTO
ENTRE
UN CANTINERO I EL ALCALDE
DE SANTIAGO

  C.—Yo, señor Alcalde vengo
A pedirle por favor
Que derogue pronto señor
Un decreto que aquí tengo.

  A.—Del cierro de su cantina
Habla el decreto mi amigo,
Si sobre eso yo le digo
Que esa clausura es indigna,

  C.—Aplaudo el buen corazón
Que usted tiene caballero
I al pueblo presentar quiero
Su buena disposicion.

  A.—Yo puedo desde tempra
Derogar ese decreto                 (no
Pero usted queda sujeto
A darme algún pasamano.

  C.—Pierda Ud. todo cuidado
Que yo pues de cualquier modo
le unto la mano hasta el codo
Con mi gremio idolatrado.

  A.—Digame ¿cuánta propina
Me dan a su parecer
Si yo le dejo vender
Sin cerrar una cantina?

  C.—Cien mil pesos le prome-
De darle en forma segura          (to
Si Ud, impide la clausura
De que habla el cruel decreto.

  A.—Cien mil pesos franca-
                                               (mente
Creo que es cosa mui poca
Porque casi nada toca
La mayoría existente.

  C.—Señor i con cuanto habria
Para poder conformar
O mejor dicho premiar
A su ilustre mayoría.

  A.—Dieciseis somos realmen
Esto es sin contar a uno             (te,
I con diez mil cada uno
La cosa marcha excelente.

  C.—Doscientos mil pesos juro
Que junto señor Ugarte
I Ud, se arregla su parte
Para que quede seguro.

  A.—Bueno amigo convenido,
Si usted me trae la plata
El decreto aquí se mata
Con la espada del olvido.

  C.—Hoi mismo pues caballero
Que quedamos arreglado
En mi gremio mencionado
Yo le reuno el dinero.

  A.—Aquí me quedo esperan-
Nuestro compromiso ruin         (do
Para que queden por fin
Libremente trabajando.

  C.—Hasta luego caballero
Yo mas tarde volveré
I un carreton le traeré
Cargado con el dinero.

Ver lira completa

Continuación del pleito del
paco el huaso i el ajenciero

  El tongo del ajenciero
Por el aire se encumbró
I me dicen que cayó
Dentro de un resumidero.

  El futre se enderezo
Con el baston en la mano
Pero luego en el pantano
De nuevo se recostó.

  E[s]taba tan embarrado
Que mas parecia chancho
Despues que andaba tan ancho
No se le vió mas parado.

  El huasito enfurecido
Tantas patadas le dió
Que en la calle le dejó
A él i al paco aturdido.

  Despues riéndose tomó
Por las riendas su caballo
I lijero como un rayo
A su casa regresó.

  Los aturdidos volvian
En sí, momentos despues
I del pánico talvez
Sin sentir se le salian.

  Uno i otro recostado
Todavia tiritaban
I tantos peos largaban
Que era ya un fuego graneado.

  Los ojos apénas abrió
Por primera el ajenciero
I le dijo a un caballero
Ya al guaso se le apreso.

  No señor dijo el futron
Qué dese usted recostado
Mire que ahora anda armado
El huaso con su baston.

  De nuevo se echó a dormir
De susto el pobre ajenciero
I al paco dijo lijero
Guarda no vaya a venir,

  ¿I mi sable dijo el paco
Que se hizo digo yo?
I un jóven le contestó
Se lo llevó el huasamaco.

  Ahora si quedé fregado
Me encuentro dijo el guardian
Del cuartel me botarán
I quedaré desocupado.

  Por fin no temas paquito
Le contestó el ajenciero
Yo daré cuenta primero
De que no tienes delito.

       Continuará

Ver lira completa

Continuación del pleito
entre el guaso i el guardian i
el ajenciero.

       El ajenciero

Guardian usted habrá observado
Como persona prudente
Del modo que este insolente
Hace rato me ha ensultado.

       El Guaso

  Vean que caballerito
El no mas quiere retarme
I pero quiere mandarme
Porque he de leva i tonguito.

       El Guardian

  Mira si hablas mas de tongo
I insultas al caballero
Te llevo al cuartel lijero
I un tapa boca te pongo.

       El Guaso

  Si te poní cuatro uñas
I la espalda me lamí
Me llevai vo preso a mi
Paco de la sacrituña.

       El Guardian

  Mira no habia pensado
Llevarte preso en verdad
Pero ahora en realidad
Voi a llevarte amarrado.

       El Ajenciero

  Si guardian es necesario
Que lo lleve al cuartel pronto
Porque el habla como un tonto
I el roto mas ordinario

  El Guaso

  Métete la lengua atrá
Vo ajenciero ladron
Porque solo de bocon
Estar hablando no mas.

  En cuanto el guardian oyó
Lo que le dijo el guasito
Sacó látigo el paquito
I sobre el guaso se hechó.

  El guaso se le hizo un lado
Pero luego como un leon
Le dió tan gran bofeton
Que en sangre bañó al soldado.

  El pito tiró a sacar
El guardian según me infiero
Para llamar compañero
Lo que no pudo efectuar.

  Pero el guaso era tan ronco
Que en cuanto piteo dió
De un bofeton le perdió
El pito hasta el mismo tronco.

  Tan enfurecido estaba
El guaso con este asunto
Que al pobre paco del punto
Sin descampar le brindaba.

  En esto el buen ajenciero
Salió i se fué sobre el guaso
I un enorme garrotazo
Dió con su baston lijero.

  El guaso medio aturdido
Volvio con el ajenciero
I de un chopaso fiero
Lo hechó a un pantano podrido.

Ver lira completa

Horrible crimen en
IQUIQUE
EL ZAPATERO EVANJELICO
QUE LE DIO MUERTE A LA MUJER
PORQUE ERA CATOLICA

  Un zapatero bribon
Sin pensar lo que iba hacer,
Le dió muerte a la mujer
Faltando a su relijion.

  El suyo era evanjelista
I la esposa era catolica,
Pero él con rabia diabólica
La victimó sin conquista.

  Sin mas porque no asistia
A la iglesia que iba él
Le quitó la vida el cruel
Con pompa i con ironía.

  Varias veces arenguiaban
Porque ella se confesaba
I otras porque rezaba
Malamente se retaban.

  El le solia decir
Que a tal iglesia no fuera
Contestaba ella altanera
Sin tu gusto yo he de ir.

  Mas no has de ir desde hoi
A esa casa corrompida
Marcharas si quieres vida
A la iglesia que yo voi.

  Viendo que no le hizo caso
A lo que él le decia
Con furia i con ironía
Le dió muerte a martillazos.

  La pobre mujer cayó
Al suelo mui mal herida
Sin dar señales de vida
Un triste suspiro dió.

  Despues que le dió la muerte
Lo llevaron prisionero
I hoi se encuentra el carnicero
Renegando de su suerte.

  El juez por la mala accion
Siguiendo el proceso está,
Talvez lo condenará
A veinte años de prision.

  Toda la gran sociedad
A la que él perteneció
Pide por alevosia
Un castigo sin piedad.

  El pobre asesinador
Llora su cruel desventura.
Dentro de una celda oscura
Ruje con ira i furor.

Serena.—Imp. i Enc. EL NORTE Balmaceda, 86

Ver lira completa

Oh, compañeros y hermanos

  Oh, compañeros y hermanos
de la cruel explotación:
Estrechemos nuestras manos
con fraternal emoción.

  E inclinando la cabeza
dejemos correr el llanto
que hace vertir la tristeza
con terrible desencanto:

  Lota, el viejo mineral
que el carbón copioso encierra,
que es luz y calor vital
cuando está sobre la tierra.

  Es traidor, falaz y fiero,
si la crueldad lo destina,
con el valiente minero
que lo extrae de la mina.

  Y así el 5 de Octubre
en el pique de San Juan,
el grisú de muerte cubre
a todos los que allí están.

  Muchos mineros cayeron
bajo la llama fatal
y treinta hermanos murieron
en llamarada infernal.
  ¡Treinta familias sin jefes,
treinta familias al azar
treinta hogares sin el eje
que gane para el hogar!
  La madre llora al hijito,
la esposa llora al esposo
y el hijo llora al papito
qué trance más angustioso!
  Un minuto de silencio, hermanos,
con sinceras emociones
y estrechemos nuestras manos
unidos los corazones.
  Y aferrados al anhelo
de un día de redención,
enlutemos nuestro suelo
en un abrazo de unión.

Ver lira completa

EL TUCHO PLANEA SU ESPANTOSO
CRIMEN

  Señores, está temblando
de indignación mi alma entera
al recordar el nefando
crimen del Tucho Caldera!

  Los hechos, según lo sé,
pasaron de esta manera,
por la ambición torpe y fiera
que luego demostraré:
En San Felipe vivian

dos hombres considerados
como buenos camaradas.
que juntos en sus jornadas
trabajaban enlazados
en los negocios que hacían.

  Era el uno tinterillo
y el otro era un buen tendero,
un “bobre turco” parlero
que con acento sencillo
vendió el “beine” y el cepillo,
la “beineta” y el jabón;
y con cuya profesión
logró juntar mucha plata.
(que al Tucho lo enloquecía
y lo hizo meter la pata).

  La cuestión la meditó
el Tucho, profundamente,
para hallar lo conveniente
para hacer lo que pensó
y atraparse del dinero
de su mandante legal,
para hacerse un caballero
con ajeno capital,
iluminada su mente
por los designios del mal.

  Fraguó su plan, solitario,
e impulsado por Luzbel,
desarrollo su papel
en el plan más sanguinario
que su mente concertó,
A su hija casadera
por frande la hizo casar
con el pobre turco Amar,
sin que éste lo supiera…
y a un notario sobornó.

Imp. CAUPOLICAN.—M. Rodriguez 1044

Ver lira completa

IMPORTANTES NOTICIAS
Muerte de una niñita violada
Una mujer valiente mata a un Tigre

  Emma Osorio fue violada
En la calle de Grajales;
Cuyos actos criminales
Dió la prensa acongojada

  En la calle mensionada
Cerca a la de capital
Llamó un jóven criminal
A la niñita nombrada.

  Sus padres van adelante
Y Emma en la casa entró
Donde el joven la violó
Del modo mas repugnante

  En estado i lamentable,
A la calle la arrojó
Despues que casi mató
A la niña el miserable.

  Hoi muere en el hospital
Esa víctima inocente,
Y la justicia fielmente
¿Ha aprehendído al criminal?

  Si se catiga el malvado
Sea de un modo ejemplar;
Así se podrá evitar
Que ocurra lo perpetrado.

  A los padres descuidados
Les envio aun mis razones;
Que tambien por orejones
Pido sean castigados

  Por que a veces por flojera
O por tomar aguardiente
Permiten a una inocente
Que ande pues de pordiosera

  Por fin viejo sin vergüenza
O vieja, que tienes casa,
Si a tu hija algo le pasa
Ya tendran la recompensa

       ————

  Ahora voi a narrar
Una epopeya gloriosa
Que una mujer valerosa
Hoi acaba de librar.

  Ventura Duran se hallaba
En su casa, cuando oyó
Al pájaro que anunció
Que el tigre se aproximaba.

  Con un gran cuchillo armada
La Duran se lanzó afuera
Y va a encontrar a la fiera
Que viene desesperada.

  En un bosquesito oyó
Al gran tigre les diré
Cuando ella encima se fué,
Y un machetazo le dió.

  Furioso el bravo animal
Al ver la cruel agrecion;
Se vá a darle un mordiscon
O bien su abrazo mortal

  Pero list la heroina
Escapa de aquel abrazo
I de un fuerte machetazo
Al bravo tigre asesina.

  La gran prensa colombiana
A elojiado con honor
La proeza y el valor
De la Duran, su paisana.

  Por fin, la historia curiosa
De la Ventura Duran
La he contado ya veran
En una forma gloriosa.

Autor y Propietario
JOSE ARNERO

Ver lira completa