BRINDIS BAQUICO

Hoy que estamos librando los placeres,
brindo, señores, con robusto aliento,
por el plácido amor, por las mujeres
y en honor de este báquico elemento

Los fugaces placeres de la vida
solo encuentran aquí dulce contento,
aquí solo respira el alma herida
y su sed calma el corazon sediento.

Brindemos á esa májica alegría
y que den nuestras copas grato son,
olvidemos las penas y que ria
de ventura y de gozo el corazon.

Y en honor de esta noble compañia
que aquí veo sonriente á mi alrededor
todo á todo brindemos este dia
y que viva el placer viva el amor.

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LA VIUDA

  Mi marido está muy malo
yo estoy á la cabecera,
con el rosario en las manos
rogando á Dios que se muera.

  Ya mi marido murió,
el diablo se lo ha llevado;
las patadas que me dió
allá las habrá pagado.

  Anda muchacha á la sala,
trae el espejo mayor,
á ver si me asienta el luto
que ya tu señor murió,

  Anda muchacha á la iglesia
dile al sacristan mayor,
que repique las campanas
porque tu amo se murió.

  Anda muchacha al panteon,
encárgale al albañil,
que entierre bien á tu amo
que no se vaya á salir.

  Esta viudita lloraba
la muerte de su marido,
y debajito del catre
tenia al otro escondido.

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LA ESTRELLA DE VENUS

  A la luz de la estrella de Venus
en la playa de Cuba arenosa
la mujer mas querida y hermosa
yo la vi sumerjirse en el mar.

  Yo la vi yo la vi sollozando
apoyada la tuve en mis brazos
y de amor se rompieron los lazos
una noche terrible y fatal.

  Allá viene el anciano su padre
me la quita ai! por Dios se la lleva
ai! de mi, ya no habrá quien se atreva
arrancar de mi pecho el amor.

  No, no, no, vida mia,
no me des ese golpe fatal
mas valdria enterrarme un puñal
pero no del acero traidor.

  Adios prenda del alma querida
adios astro de paz y ventura
adios, pues mi querida hermosura
ya la patria me obliga á marchar,

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TONADA

  Yo adoro á una ingrata bella
Un tanto mas que á mi vida,
Me estoy muriendo por ella,
Y se hace desentendida.

  Por influjo de mi estrella
Y como amante rendido,
Sin saber si soy querido,
Yo adoro á una ingrata bella.

  Aunque se muestra homicida
Y huir de mi amor procura,
Yo amo su rara hermosura
Un tanto mas que á mi vida.

  Tengo de formar querella
De su cruel indiferencia,
Pues sabe con evidencia
Me estoy muriendo por ella,

  Bien sabe de que es querida
De mi amante corazon,
Sabe mi tierna pasion,
Y se hace desentendida.

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LAS VIOLETAS
VALSE

  !Oh flores que naceis tristes
entre la hierba escondidas
cuánto me sois parecidas
á esas flores que amé yo.
  Flores que en mi alma nacieron
en mis horas de bonanza,
las llamaba yo esperanza
y el tiempo las marchitó.
  Modestas, como vosotras
puras violetas nacieron
pero pronto se perdieron
en las brumas del dolor.
  Y llorando acongojadas
su desventurada suerte
sin pensar llegó la muerte
y entonces todo acabó.
  Hermosas sobre su tallo
en el aura se mecian;
pero al par que ellas crecian
tambien mi pena aumentó.
  No tenian otro riego
que el de mi continuo llanto
ni otro sol, que el fuego santo
del mas inocente amor.
  Hojas tristes sin perfume
solamente me quedaron
hojas tristes que velaron
con el viento del dolor.
  Pues mi alma es un decierto
donde nacen solo abrojos,
pues ya no hay llanto en mis ojos
para regar otra flor.
  Perdí la única esperanza
que adornó mi primavera
ni por ser la flor primera
la muerte la respetó.
  Y por eso yo os adoro
¡oh violetas aflijidas;
porque sois tan parecidas
á esas flores que amé yó!

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MAS SOBRE EL TEMPLO
CLANDESTINO DE LA CALLE DE SAN
DIEGO. MILAGROS DESCUBIERTOS.
UNA VIRJEN QUE DA PLATA. CÁN-
TICOS E INSCRIPCIONES SIGNIFI-
CATIVAS.

  Siguiendo la relacion
Del gran templo descubierto
Voi a relatar, por cierto,
Lo que dice una version:
Hace poco un buen baron
Al templo se presentó,
Donde de pobreza habló
I para darle conzuelo
Una Virjen del Carmelo.
Cien pesos le regaló.

  Rezando estaba el cristiano
Cuando la Vírjen en cuenta
Al rezador le presenta
Los cien pesos en su mano;
Concluir va a ver en vano
Aquí la supercheria:
David Gonzalez un dia
Como ánjel se presentó,
I ahora Escobar llegó
Como un fraile de Maria.

  Inscripciones de las calaveras

  1ª.—Acuérdate de la ira
venganza de Dios, la cual no
tardará.
  2ª.—Tu seras mañana lo que
yo soi.
  3ª.—Humilla cuanto puedas
tu espíritu, porque el fuego i
los gusanos castigará la carne
del impío.
  4ª.—No añadas pecado a pe-
cado, porque ni aun por uno solo
has de quedar sin castigo.
  5ª.—Piensa luego que ya vas
a morir, una cuenta has de dar
tu orgullo i hermosura en gusa-
nos han de quedar.

Himnos que se cantaban en el templo

  Himnos a Maria
Coros i cantares
Ante sus altares
Niños entonad.
  I.—Hoi sube a los cielos
Cercada de gloria
Niños su victoria
Sus glorias cantad.
  II.—Sentada en su trono
De hermosos querubines
A los cielos sube
Su Emperatriz.
  III.—De tí las virtudes
Tomaron su emblema
Su eterna diadema
Tu ciñes feliz.
  IV.—Dejas hoi la tierra
Tu que eres su cielo
Es que tu consuelo
No merece ya.

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INSTRUCCION
A LOS DUEÑOS DE DESPACHOS I CAN-
TINAS PARA COLOCAR EN LA PUER-
TA DE SU NEGOCIO.

  Ojo en el negocio mio
Todo se vende al contado,
Nadie venga a pedir fiado
Porque ni al diablo le fio.

  Ir pidiendo ir pagando
Es costumbre en mi cantina,
Para librarme de pleito
I evitar toda bolina.

  Todo el que dentra a mi casa
Debe pedir al momento
Por que sin pedir ni al diablo
Le presto en mi casa asiento.

  Rateros i bochincheros
Tampoco en mi casa admito,
El que se crea ofendido
Retírese calladito.

  Orden i tranquilidad
Contento i mucha alegria
Solo encontraran los clientes
En toda la casa mia.

  Las reglas que ya has leido
Se observan en esta casa,
El que no quiera observarlas
me dice hasta luego i pasa.

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Esquinazo para los santos

  A las siete i media en punto
He venido mi querida
A las puertas de tu casa
A darte los buenos dias.

  Cantando espero aquí afuera
Que abras tus puertas amada,
Que tu amiga está empeñada
En saludarte de veras.

  Las ocho el reloj tocó,
Pero espero con empeño
Que despiertes de tu sueño
Con el eco de mi voz.

  Las ocho i media estan dando,
Despierta, pues, dueña amada,
Que tu amiga idolatrada
A tu puerta está cantando.

  La señora fulanita
Ya su amiga le cantó,
I ahora le pregunto yo
Si me abre la puerta o nó.

JUAN BAUTISTA PERALTA.— Calle

Huemul 864.

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PLEITO entre UN HUASO, un
AJENCIERO I UN GUARDIAN

  Yo quisiera eño Ajenciero
Me vendiera una mantita
Buena, barata i bonita
I lo mismo un buen sombrero

—Como nó, mi caserito.
Aquí tiene usted una manta
Bonita i hasta le encanta
Lo mismo este sombrerito.

       EL HUASO

  ¿I cuánto vale patron?
Vaya diciéndome luego,
Porque si nó no le entrego
La chupalla i el ponchon.

       EL AJENCIERO

  La mantaca es bien barata
I el sombrero nada malo
I a usted todo le regalo
Por quince pesos en plata.

       EL HUASO

  Que me ha visto las canillas
Por que le de quince pesos
No crea que ahora hai lesos
Ni persona tan sencilla.

       AJENCIERO

Pero hombre no seas tonto
Lo que te vendo es barato
I si me insultas te mato
O te mando preso pronto.

       EL HUASO
  Si acaso me la soplai
No me mandai a mi preso
A putiá te contrapeso
Si con leseras andai.

       EL AJENCIERO

  Mira huaso impertinente
Del infierno bomitado
Preso te mando amarrado
Si me hablas tan insolente.

       EL HUASO

  Preso una buena rebreva
Me mandai miserable
Al paco le quito el sable
I le agarro el tongo i la leva.

       EL AJENCIERO
  Mozo vete a traer un soldado
Que sea bueno i fornido
Para que a este atrevido
De aquí lo saqué amarrado.

       EL HUASO
  No me vaya a quebrar lolla
Porque maindai trer el paco
A vó i él te aco
Los chunchules en la tramoya.

       EL GUARDIAN

  Mira te he visto insultar
Hace rato al caballero
I solo por altanero
Preso te voi a llevar.

                            (Continuará)

Juan Bautista Peralta Galvez 826 Santiago. NOTA: Estas poesias son propiedad del autor, Se prohibe su reimpresion.

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PARA SAN PEDRO

  Mui buenas noches Pedrito
Anjel de mi pensamiento
Un esquinazo te traigo
En este dulce momento.

  La flores con su perfume
Te habrán saludado hoi dia,
Yo tambien pues esta noche
Te canto con alegría.

  Si escuchar no quisieras
Tu Pedrito mi tonada,
Me iria a la sepultura
Muerta como desgraciada.

  Tiritando estoi de firio
Cantándote al puro hielo
Pero en viéndote Pedrito
Tendré júbilo i consuelo.

  Por fin, amado Pedrito,
Planta de lirio brillante,
Abreme las puertas luego
Si quieres que yo te cante.

Es propiedad del autor.—Se prohibe la reimpresion de estas poesías

       Juan B. Peralta
       Gálvez 824

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