NUESTROS MARINOS

  Con respeto el mas profundo
En mis versos peregrinos,
Saludo a nuestros marinos,
Los primeros en el mundo.

  Es justo que nuestros pechos,
Que hoi rebosan patriotismo,
Recuerden el heroismo
De esos mil gloriosos hechos.

  Que en un conjunto magnífico
Se han de grabar en la historia,
Dándonos, a mas de gloria,
El dominio del Pacífico.

  Que nuestra lengua publique,
Ya sea noble o plebeya,
Esa grandiosa epopeya
Que dió principio en Iquique.

 I que nuestra mente siga
Paso a paso a esos hombres
Cuyos respetados nombres
No hai labio que no bendiga.

  Si mi memoria recorre
Epocas no mui distantes.
Me hallo con estos jigantes:
Orella, Condell, Latorre.

  Si al vencedor de Goliat
La antigüedad admiró.
¿Qué hubiera hecho, digo yo,

  Prat, la victima espiatoria
Que en un patriota delirio,
Nos trazó con su martirio
El camino de la gloria!

  Hoi, que el placer nos domina
Glorificando a los buenos,
Lancen todos los chilenos
Un ¡hurra a nuestra marina!

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Milagroso Mesa Bell

  Entre sollosos y entre lamentos
Llegan los fieles a Carrascal;
Donde ultimaron al periodista
Cuyo recuerdo es inmortal.
       II
  Todos los lunes, llenos de fé
Llega la gente allí a dejar
Ramos de flores o encender velas,
A la animita de ese lugar
       III
  Llega una madre muy cabisbaja
Y se arrodilla con devoción;
Pide un milagro mientras que reza
Emocianada una oración
       IV
  Alza la risa hacia el cielo.
Cree muy pronto hallar en él,
Entre las nubes que van pasando
Al triste mártir de Mesa Bell
       V
  Hay una anciana muy taciturna
Refleja clara en su mirar.
Que hay en su pecho grandes dolores
Que la animita los va a calmar.
       VI
  Y se arrodilla con reverencia
Se oye muy triste su evocación
Reza un instante, llora en sus ojos,
Se siente afligirse su corazon.
       VII
  Llegan los lunes más concurrido
Los carreristas, van a pagar,
Aquel milagro que fué cumplido,
Por la animita de ese lugar.
       VIII
  Y pasa el tiempo, pagan sus mandas.
Dice una anciana, con triste voz
Esta animita es milagrosa,
Esta es virtud, dada por Dios.

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Contrapunto
Del peluquero con el
parroquiano

       El parroquiano

  A que me haga la peluca
Caballero aquí yo vengo
Porque parece que tengo
La cabeza como cuca,

       El peluquero

  Parroquiano lo acaricio
Como sacarse una rifa,
Pero subió la tirifa
A treinta cobres servicio.

       El parroquiano

  De esa manera ma atrapa
Mejor que me vaya al rio,
Por un diez sere servio
I hasta el almuerzo de yapa

       El peluquero

Tú hablas mas que un caturro
I a la razón no te dais,
¿Por qué entonces no te vais
Que te corte el pelo el burro?

       El parroquiano

  Sin que nunca me alborote;
Le digo sin que desmaye
Mas bien póngase en la calle
A saltear con un garrote.

       El peluquero

  Soportarte aquí no es dable
I mereces por regalo
Que yo te ajuste un buen palo
Por cochino i miserable.

       El parroquiano

  Amiguito no se altere
No sea tan propasado,
Que al verlo tan enojado
Hasta el alma se me hiere.

       El peluquero

  Yo te alego la razon
I tú formas la bolina,
Bien sabes que la quinina
Cuesta caro i el jabon.

       El parroquiano

  Aquí le pongo barajo
En esta que aquí se trata
Yo tambien ganar la plata
Me cuesta mucho trabajó.

       El peluquero

  Por fin no quiera contigo
Quebrantarme la cabeza
Ya se va con lijereza
El ñato nariz de ombligo.

       El parroquiano

  Meneando las tijeritas
Querías empalicarme
I al mismo tiempo dejarme
Al pio de mis chauchitas

       El peluquero

  Te desafio maldito
A seguir el contrapunto
I tengo por este asunto
Que dejarte calladito.
       (Continuará)

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REÑIDO CONTRAPUNTO
(Entre un blanco i un NEGRO)

       Pedro Montt

  Si yo prendí la silla
I gasté mucho dinero,
Fué porque me pensé
Que el pueblo fuera sincero.

       Jerman Riesco.

  Fué tu pretencion adversa
Porque el pueblo así lo manda,
Que despues del dieziocho
Tendré que lucir la banda.

       Pedro Montt

  Jamas me lo figure
Que gastando tanta plata,
I a tus plantas se rindieran
Los que me hacian la pata.

       Jerman Riesco

  Tu intento salió frustrado
No lograstes tu intencion;
Pues, que el voto sea libre
Manda la Constitucion.

       Pedro Montt

  No me vengas con historias
que me está causando enojo,
Porque si me diese rabia
Te puedo tapar un ojo.

       Jerman Riesco

  ¿Sabes que me has ofendido
En lo profundo del alma?
Pero corazon no tienes
Te pareces a la palma.

       Pedro Montt

  Mira que pienso ultimarte
Por la razón mui sencilla,
Porque yo pienso sentarme
En la codiciada silla

       Jerman Riesco

  Vaya la gracia que tienes:
Mulato, canalla, pillo.
Talvez podrias sentarte
Mui fácil en el banquillo.

       Pedro Montt

  La vida te he de quitar
Infame, facineroso,
Porque salistes triunfante
Hoi te encuentras orgulloso.

       Jerman Riesco

  De que saliera triunfante
Yo muchísimo me alegro
i con gusto te diré:
Chúpate ese huevo NEGRO.

JUAN R. GONZALEZ
(Poeta Moderno)

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Al Chileno

Suena el terrible clarin guerrero
El Chileno acude por derecho
De baluarte pone su vida y pecho
Por ganar glorioso, laurel primero.

El soldado fiel, incremento fiero
Grita con valor ¡seguid. !adelante
Cubierto de polvo el estandarte
Con amor de cruel guerrero.

Los hijos del Cid, con arrojo sin par
Siguen siempre con esfuerzo tremendo
Avanzan, terribles, estremeciendo
A la cumbre, cual pequeño pedestal.

Forzan pasos con furioso espanto
Suena la voz jeneral ¡a la carga!
Confusos quejidos y a la larga
Los hermanos de corazon esparto.

Se divisa solo en la altura
El pabellon flamante contrario.
De resistencia fuerte, temerario
Que para el chileno es dulzura.

Se siente el ruido en la batalla
El sonido mortífero del fuego
Y en medio al soldado que ciego
Derriba trincheras y metrallas.

Se escapa el reniego de boca
De algún leal patriota herido
Los compañeros miran recojidos
No puede ser ¡a la carga se toca!

Y sigue de nuevo el desigual combate
¿Y quién contener a tan temible fiera
Que persigue a la cruel ¡gran quimera!
En medio del humo del sin par embate.

El Chileno que nunca supo rendir
Su arma, ante pueblo estranjero,
Con su noble lema de vencer o morir
Gallardo sigue siempre altanero.

Por fin cesar la contienda se vió
Y siempre el soldado sanguinario
Ultima al vencido contrario
Que osar de perseguirlo no dejó.

J. G. O.
G. R.
Poetas del Sur

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Una niña a su amante.

En mi pecho solo siento
Un volcánico calor
Que mata mi pensamiento
Mata, mi leal corazon.

Quiero y amo con ardor
A un jóven que mi mente
Siempre lo tiene presente
Al darle mi casto amor.

Es loca mi fiel pretension
Y a cualquiera desdeño
Pues solo tengo un dueño
Que solo es de él mi pasion.

Lo quiero pero con calma
El es mi único anhelo
El es para mi el cielo
El es para mi el alma.

El es mi amor primero
A quien con frenesí quise
Y ya oigo que me dice:
¡Vente a mis brazos, lucero.

No es otro mi delirio
Que ese jóven Eduardo
Cual la musa y el bardo
Sufriremos con martirio.

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A esas Conductoras

Ver esas conductoras
Vestidas decentemente
¿Verdad que son seductoras
Ante todos los dementes.

El color negro de carbon
Que su cara bien la cubre
Rosilla toda de mugre
Que ni notan su emocion.

Todas son gran solteronas
Con infinidad de años
Son bien macisas jamonas
De los tiempos de antaño.

Toda su cara la tiñe
Con polvos y coloretes
Que a todos pues le mete
Cuchufleta que le ciñe

Y así os direis lector
Que esa maldita mujer
Pues ¿crees que puedan tener
Un bondadoso corazon?

Y sin embargo yo digo
Con muchísimo anhelo
Que nunca de ellas sigo
Buscar por ende el cielo.

Siempre su pecho abriga
La desconfianza de nombre
Y así, son gran amigas
De los niños y los hombres.

Con sus guiñiadas de ojos
Y su modo tan coqueto
¿A quien no le da antojos
Y le abre el apetito?

Si lector, no me engaño
Que hai tambien mui bonitas
Gordas, grandes y chiquitas
De colores bien estraños.

Hai blancas y mulatitas
Y tambien unas mui lince
Pues que ellas siempre dicen:
Dadme luego, chancaquita.

Y uno que siempre cabe
A las mujeres agradar,
Suele de cuando en cuando dar
Una cosa que ellas saben.

Verdad yo tuviera una
Ya ven que no soi cobarde
Solo por ir como tuna
En el carrito de balde.

Como dice el refran
Pero este se equivoca
Se saca pan y pedazo
Pues que hoi uno solo toca
Lo que ellas siempre dan
Qué soquete… el embarazo

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A ñá vasija.

Cálmese poco a poco
No camine tan lijero
Porque eso de dinero
Es pretencion de loco.

Señora se equivoca
Modérese ñá Vasija
Que de mi plata no toca
Ni un chico para su hija.

Si usted quiere ser dueña
Por la fuerza o la razon
Según como usted sueña
Tenga fuerza y corazon.

Tienes negra pues, tu cara
Negra tambien tu conciencia,
Bien negra la con secuencia
Que todo el mundo repara.

¿Qué se ha usted figurado
Señorita doña Filo?
¿Piensa que soi maneado
Que sacarme quiere el Kilo?

Canarios… con la Señora,
Qué enorme barbaridad,
Piensa que hasta ahora,
Me ha robado con bondad?

Vaya… una bondad así
Cosas que nó…. me gusta
A mi mismo, me asusta
Fulana de acá… aquí.

Doña Filo orgullosa,
Tizne igual a la cocina,
Mujer negra, recochina
Que hueles olor a fosa.

Vil mujer que jamas, nunca
No tuve ni por jugar:
Si decir te iban a sentar
Los trajes que te hacen, cuca

Tu cuerpo de Mastodonte,
Tu corazón de cruel hiena,
Tu barriga es un monte
Que das susto y das pena.

¿A quien no le dará asma
Esquelencia y gran dolor,
Al ver con mucho mas horror
Tu cuerpaso de fantasma?

Verdadero espantajo
En un inmenso potrero
Donde hubieran destajos
De potros, yeguas y carneros.

Verdad que te asemejas
A un cuervo o gavilan
Tú misma te asustas
Cuerpo de fiero… caiman.

Por no tener educacion
Dices tú me voi a casar
Pero ¿quién querrá ni comprar
Ese pescado… sin olor?

A ella ñá Vasija Pequen
No olvide el antiguo refran
Que aquel que siempre obre mal
De nadie, nunca espere bien.

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A Cuba.

Gloria y Patria a los cubanos
¡Viva! ¡viva! siempre su lealtad
Que bajo el yugo de tiranos
Pide con angustia, libertad.

Los que te ponen pesado yugo
Sobre tersa frente laureada
Los que hacen de cruel verdugo
Hierto quedarán a tus miradas.

Jime opresa pero altanera
La Antillana resplandeciente
Derribando la fuerte quimera
Con esforzados brazos valientes.

Cubre tu hermoso, patrio suelo
Tu noble y sagrado estandarte
Do se eleva al límpido cielo
Como el mas precioso valuarte.

Cuba, nombre de lo mas sagrado
Que forja en el mundo memoria
Cubriendo las pajinas de historia
Tus hijos: valientes, admirados.

Gomez, Maceo, Quintin Bandera,
Jefes de la Santa Revolucion
Donde nace el mas grande corazon
Para derribar terrible fiera.

Oh! santos padres que de Cuba son
Exelsos ciudadanos querido
Que llevais en el pecho escondido
El nombre mas dulce de la nacion.

Independiente esta nacion
Oh! la América brillaría
Cual brilla el sol a mediodia
Con toda fuerza y espansion.

Cuba siempre inmortal guerrera
Tú, que fueras a rendirte, jamás.
Antes la enemiga entera,
Cuba humillada, jamás serás.

Oh mísera España sin razon,
Ten compasion con la infeliz,
Ya que pretendes con ambicion
No será nada, para tí.

Acuérdate siempre Ibérica
El lema de nosotros los hermanos
Todo lo que es América
[Ser]á solo para Americanos.

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Versos a los a suplementeros
de Valparaiso.

Hijos del pueblo que traba jais
Al duro rigor de la faena
Constante trabajo que apenas
Manteneis a tus padres que amais.

Cuantos amargos sacrificios
Cificultades te presenta
Esta vida, loca, cruenta
En tu rudísimo oficio.

El sudor que te brota solo es
Enigma del trabajo santo
Que sacrifleris con honrada pres
Entre congojas, amargo llanto.

  Nunca chico, jamas desmayeis
Antes el trabajo fecundo
Nunca ni a tus padres dejeis
De este penoso;… cruel mundo.

Puro e inmenso tormento
En que te ves obligado
Mas sigue siempre contento
Ante el trabajo sagrado.

Cuan arriesgada es tu vida,
Nefando sacrificio sin par
En aras de la mas querida,
Madre que supisteis amar.

Corres afanoso con tezon
Por ganar el rudo pan diario,
Pero siempre en tu corazon
Llevas los casos mas precarios.

Faena dura fatigosa
¿Le temes al cruel trabajo? nó.
Esa palabra es hermosa
Que os la aplaudo, hermanos yó.

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