Contraresto
AL MISMO POETA

  Pulso el sonoro instrumento
A vista de los chambones,
Torpes, lesos, reparones
Desde uno hai hasta ciento.
Ese tu saber jumento
Quiso herirme como el rayo,
Por hacerme dar el fallo
I a ver si me hacen callar;
Me han querido atropellar
Un burro con un caballo.

  Cuando me pongo a cantar
Con otro según lo que hablo,
Aunque sea el mismo diablo,
Se la tengo que ganar.
Si me quiere avasallar
No lo busco por compadre,
Bueno es dejarlo que ladre
I desahogue el capricho;
En todo lo que le he dicho
Alabo a la yegua madre.

  Hago a los astros jirar
En su órbita i con razón,
I Jerez un tropezon
Por fuerza tendrá que dar.
Si se llega a levantar
Ya no seguirá el camino;
Sin rumbo el leso i sin tino
Por cumplir su mala idea,
Me está haciendo la pelea
Con ayuda de vecino.

  Por medio del firmamento
Lo sujeto de la rrienda,
Al bestia para que entienda
I pise con mejor tiento.
Por andar en tí lo cuento
Que de un corral te saqué,
Donde tambien te cuidé
A paja i cebada digo;
Hoi quiere cargar conmigo
Despues que le critiqué.

  Si alguno me la ganara
Versando en el dia de hoi,
Dejaré de ser quien soi
Aunque me recondenara.
Por mas que me preguntara
A mí nunca me da sueño,
Digo en pensar halagüeño
A Palomino el infiel;
Por su amigo Jerjel
Al fin conteste en diceño.

DANIEL MENESES
POETA NORTINO

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Contestacion
A JAVIER JEREZ I A SU SOCIO
PALOMINO

  Pulso el sonoro instrumento
Cuando me pongo a cantar,
Hago a los astros jirar
Por medio del firmamento.

  Un burro con un caballo
Me han seguido contrapunto,
Sin fundamento ni asunto,
Mas largo que el mes de Mayo.
En la cancha se ve el gallo;
Tonto, perro, chango hambriento,
Leso, baboso, mugriento,
Canalla, impertinente;
Para atacarte de frente.
Pulso el sonoro instrumento.

  Alaba a la yegua madre
Que al poeta Javier parió,
Porque no lo sofrenó
Ella ni su chancho padre.
Aunque el verso no te cuadre,
Por fuerza te ha de gustar;
Aprende aquí a insultar,
Hijo de la quiltra choca,
No hai quien me tape la boca
Cuando me pongo a cantar.

  Con ayuda de vecino
Te propones darme guerra,
Insulso, hijo de perra,
Cara i boca de estantino.
Parece chancho costino
En su modo de aletear,
I así me quiere encerrar,
El animal brutonazo;
Al darle este chinchorrazo,
Hago a los astros jirar.

  Despues que le critiqué
Sus faltas al poeta bruto,
Haciéndose el disoluto
Quiere darme con el pié.
En lo que le pregunté
Faltó su conocimiento;
Pero con atrevimiento
Contestó i al sabio poeta
Lo hago andar como cometa
Por medio del firmamento.

  Al fin, conteste en diseño,
Palomino desde atras,
Para los dos soi capaz,
Solo yo en versar soi dueño.
Ya que es tan grande su empeño
Salga al frente cara a cara,
Con tal de que no mermara
En su inicua poesía
Mi nombre me borraria
Si alguno me la ganara.

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Contrarresto a lo divino

  Llegó Nuestro Salvador
Al pié del Calvario i dijo:
Aquí fenece el mal hijo,
Inundado de sudor.
Fué potente su valor:
En el madero sangriento
No se le sintió un lamento
A aquel Dios tan justo i bueno.
Tranquilo estaba i sereno
La noche del prendimiento.

  A donde el Judío Errante
Llegó el humilde Jesus:
Cargando la enorme cruz,
Iba casi agonizante.
Con un dolor incesante
María, triste llorando,
Vió que lo andaban buscando,
Se enternecia por eso;
Cuando lo tomaron preso
Estaba en el Huerto orando.

  Pidiéndole suplicante
Se allegó con tanta fé:
Agua quiero, tengo sed,
I dámela en el instante;
Pero aquél hombre ignorante
Le dijo al Omnipotente:
Pasa de aquí prontamente,
Que de atras te sigo yo,
A donde te destinó
Pilatos traidoramente.

  Que le conceda un favor
Por cariño o por piedad,
Ya que con tanta crueldad
Mortifican al Señor.
Mas se aumentaba el rigor
I todo Él lo soportó;
Nadie se compadeció
Ni por verlo mal herido;
Iba tan desfallecido
La primer vez que cayó.

  Al fin, en la cruz clavado,
Sufriendo un suplicio atroz,
Murió por el hombre, Dios,
De piés i manos atado
En el madero sagrado
Sin poderse resistir.
No hai pluma con qué escribir
Su vida, i el blanco lirio
Así acabó su martirio
Al fin con mucho sufrir.

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Jesús
MARCHANDO CON LA CRUZ A CUES-
TAS EN DIRECCION AL GÓL-
GOTA.

       Contrarrestado

  Llega Nuestro Salvador
A donde el Judío Errante,
Pidiéndole suplicante
Que le conceda un favor.

  La noche del prendimiento
Ya Jesucristo sabía
Que iba a llegar su agonía,
I siempre estuvo contento.
Sin pensar en el tormento
Oró por el pecador;
Con santo i divino amor
Salió de donde Caifás,
I a la presencia de Anás
Llegó Nuestro Salvador.

  Estaba en el Huerto orando
Con Pedro, Juan i Santiago,
Cuando recibió el mal pago
Que allí lo estaba esperando.
Sin suber cómo ni cuándo,
Del enemigo triunfante
Júdas venia delante,
Que era el que lo iba entregar,
I Él así pudo pasar
A donde el Judío Errante.

  Pilatos, traidoramente,
Le firmó la cruel sentencia
Al Redentor, sin clemencia,
Por darle gusto a la jente,
Sabiendo que era inocente
Aquel Dios sin semejante.
Fatigado i anhelante
Entre su martirio cruel,
Se atracó donde Samuel
Pidiéndole suplicante.

  La primer vez que cayó
Fué a los cuatrocientos pasos,
I apoyándose en sus brazos
Humilde se levantó.
María, cuando lo vió,
Clamó con tierno fervor
Al infinito Hacedor;
Según lo que aquí interpreto,
Pedia, pues, en secreto
Que le conceda un favor.

  Al fin, con mucho sufrir
Llegó al lugar del destino
Moribundo, el Unitrino,
Donde ya iba a morir.
Dijo: yo he de revivir
Despues que esté sepultado.
Para ser glorificado
Estos tormentos prefiere:
Por eso, en cuanto hombre, muere
Al fin en la cruz clavado.

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El contrarresto

  Al Gato, poeta talquino,
Diré, al seguirle la gresca,
Que no hai quien no lo aborrezca
Por lo sucio i lo cochino.
Quiere afrentarme este indino.
Pero comete un error.
Siendo que es estafador
De los carros el pequen,
No habia de hablar mas bien
El mui célebre inspector.

  Por lo bruto i sin vergüenza
Le voi a menear guaraca;
I si otras cosas me saca,
Déme esplicación estensa.
Mui pronto halla el que comienza
Quien le arregle bien la cuenta;
De este modo gasta ostenta,
Es la verdad la que cuento:
Robando que es un contento
Por tener para la imprenta.

  Lo voi a dejar en prensa
A este pije palangana;
Hasta la otra semana
Daré mas correspondencia,
Si él siguiera con la ofensa
Lo mismo que pregonero.
¡Qué traza de pordiosero
Hijo de la negra chancha,
Con esa boca tan ancha
Me dijo que era ratero!

  Hasta que siga el camino.
Le iré zurrando a esta bestia;
Si halla que es mucha molestia
Le cambio el rumbo i el tino:
Por mas que sea latino
Tengo que irle atracando;
Pero si sigue chillando,
Claro es que no le conviene
Al pobre, que se mantiene
A fuerza de andar robando.

  Trabaja este distinguido,
Sin tener temor ni susto,
En la rapiña a su gusto
Ya se encuentra convertido.
Yo, por no estar prevenido,
Me voi a ir al pasito:
Hablándole mui clarito,
Le suplico sin quebranto
No disparatee tanto,
Al fin, amigo Gatito.

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Contestacion
AL GRAN POETA TALQUINO, PEDRO
JOSÉ ROJAS, CONTRARRESTADO

  Al Gato, poeta talquino
Por lo bruto i sin vergüenza,
Lo voi a dejar en prensa
Hasta que siga el camino.

  El mui célebre inspector
Le dijo en una versáina
Al público, con jaráina,
De que yo era vendedor.
¡Bueno con el deshonor
Que me sacó este pollino!
Parece chonchon costino
Por sus muchas musarañas.
Le publicaré sus mañas
Al Gato, poeta talquino.

  Por tener para la imprenta
Le hizo robar a la Empresa:
Usando de tal vileza
El sujo sacó la venta.
A cada una cuarenta
El a recortar comienza;
I yo aquí con una lienza,
Aunque con memoria poca,
He de coserle la boca
Por lo bruto i sin vergüenza.

  Me dijo que era ratero,
El sujo con mucha gana;
Pero él de la Empresa Urbana
Es el primer patraquero;
Dé esta mancra, dinero
Tiene cuando ménos piensa.
El ladronismo en herencia
Es solo lo que ha tocado;
I por ser tan mal hablado
Lo voi a dejar en prensa.

  A fuerza de andar robando
Se viste con elegancia;
Pero esta es una ignorancia
Que se le está comprobando.
Lo que yo le estoi sacando
Es tocante a su destino;
Antes, peor que peregrino
Era, cuando era gañan.
Le zurro a este charlatan
Hasta que siga el camino.

  Al fin, amigo Gatito,
No crea que es un capricho:
Todo lo que yo le he dicho
Es porque es usted maldito.
Por mas que hable, no me ajito
Ni se me turba el sentido.
Ya está bien reconocido
En todo Talca este lele:
Por ver si halla quien lo vele
Trabaja este distinguido.

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Contrarresto
DEL MUNDO AL REVES

  Vide a un hombre correr
Mas veloz que el pensamiento,
Tan rápido i tan violento
Por el aire sin caer;
No lo pude conocer
Porque no quiso pararse;
Contra un cerro estrellarse
Lo ví, i se perdió en la hondura.
Estando la noche oscura
Vide al sol eclipsarse.

  Debajo de un encarpado
Marchaba este hombre formal,
Causando un terrible mal
Por el vasto despoblado.
Desde lo mas encumbrado
Lo vi que se vino al suelo,
Cortando el denso velo
Sobre un altísimo monte;
I mirando al horizonte
Vide la luna en el cielo.

  Destroza al mas esforzado
Sobre la faz de la tierra,
Haciendo a todos la guerra
Rabioso, desesperado;
Da temor verlo enojado,
Porque es mas peor que centella;
Dicha fuerza, que sin ella
En las rejiones se pierde:
I arriba de un árbol verde
Vide una preciosa estrella.

  Encima de una mujer
Se ve este hombre temerario,
Con empuje involuntario,
Sin pensar lo que va a hacer;
Se principia a suspender
Rápidamente, lijero.
En su tiempo pasajero
Se mece sobre la espuma;
Para revisar la suma
Ví la pluma en el tintero.

  I a un preso sentenciando
Ví que estaba en un juzgado,
Con un alto majistrado
Sobre leyes alegando.
La cruel sentencia firmando
Sin algun punto faltar,
Lo comenzó a condenar
Diciendo con altivez,
Un ladron corriendo al juez
Al fin vide en un lugar.

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Versos del mundo al reves
CONTRARRESTADO

  Vide a un hombre correr
Debajo de un encarpado:
Destroza al mas esforzado
Encima de una mujer.

  Vide al sol eclipsarse
Sin sus rayos apagarse;
Vide, estando seco el mar,
Contra las peñas chocarse:
Vide a un muerto levantarse
Vivo en su mismo ser;
El agua la vide arder,
Pues para mi fué rareza:
Sin tener piés ni cabeza,
Vide a un hombre correr.

  Vide la luna en el cielo
Vestida sin tener galas;
Vide un ave sin alas
Encumbrar el raudo vuelo;
Ví la escarcha sin conjelo,
Sin hacienda un hacendado,
Sin letras al abogado
I sin espinas las rosas;
He visto todas estas cosas
Debajo de un encarpado.

  Vide una preciosa estrella
Sin tener globo jirando:
A un mudo vide hablando,
I un camino habriendo huella;
Vi criando a una doncella
I a un chiquillo embarazado;
Ví sin letras a un letrado,
I cobarde a un valiente:
Con una furia eminente
Destroza al mas esforzado.

  Ví la pluma en el tintero
Escribiendo sin papel;
Ví un artista sin pincel
Hacer de una coma un cero;
Vide un año sin enero
I un invierno sin llover:
También vino un ciego a ver
Con prontitud i mui listo.
Todo esto que yo he visto
Encima de una mujer.

  Al fin, vide en un lugar
Que me causo una gran risa,
Al altar diciendo misa
I a un padre vuelto altar:
Vide a un contento llorar,
Con pena estaba cantando;
A un tullido ví bailando
Sin sus piernas mui lijero;
Vide a un juez prisionero
I a un preso sentenciando.

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CONTRARRESTO
a lo adivino

  Al cuarto dia de fijo
Nuestro Divino Señor,
Lleno de su santo amor,
Buscó al hombre en su escondrijo.
Es un misterio prolijo
De verlo que ha renacido.
Te adoro Señor, te pido
Con un respeto profundo;
Ascendió a este mundo
Despues de haber descendido.

  Volvió Dios a aparecer
Donde la Vírjen María,
Despues de cruel agonía
Por darnos a conocer
A aquel humanado Sér.
Con cariño i por piedad
Enseñaba la verdad
Que es lo que mas se desea,
Por todita la Judea,
Siempre con toda humildad.

  Antes que nadie lo viera,
Sobre la faz de la tierra
La verdad pura se encierra,
De una i de otra manera
Para que el hombre creyera
En su divina justicia;
Pero siempre con malicia
De los inicuos sayones
Temblaron sus corazones
Cuando ya se dió noticia.

  Se presentó a una mujer
Despues que fué sepultado
El Señor glorificado
Siempre en su buen parecer,
Su potestad le hizo ver
Al impío en sus recreos,
I buscando sus torneos
Por cumplir la mala suerte
Quisieron darle otra muerte
Escribas i fariseos.

  Se fué al cielo en cuerpo i alma,
Donde su Padre amoroso
Llega el Hijo virtuoso
A cubrirle con la talma,
Reluciente como el alba
Se humilla a pedir mercé;
Como en su vida se vé
Despues que estaba perdida
Bendita i arrepentida
Al fin Magdalena fué.

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Jesus se junta por última
vez con los apóstoles
I SE ELEVÓ EN CUERPO I ALMA
A LA GLORIA

  Al cuarto dia de fijo
Volvió Dios a aparecer,
Antes que nádie lo viera
Se presentó a una mujer.

  Después de haber descendido
Donde Abraham el patriarca,
Volvió a la misma cómarca
A ver aquel cruel judio,
Al que lo habia ofendido.
Con gran dulzura le dijo:
Yo soi de María el hijo,
Vengo i me verás al lado
De todo el apostolado
Al cuarto dia de fijo.

  Siempre con toda humildad
Se presentó el Poderoso,
Lleno de gloria i de gozo
Por toda la cristiandad;
Demostró su santidad,
Su grandeza i su poder
Y no quisieron creer
En esa divina ciencia;
A hablar con mas elocuencia
Volvió Dios a aparecer.

  Cuando ya se dió noticia,
Diré aquel dia pleno,
Para ver al Nazareno
Venian con gran malicia,
A ver con ánsía i codicia
Corrió la Judea entera.
El mismo Salvador era
Porque así el Padre lo quiso,
I apareció de improviso
Antes que nadie lo viera.

  Escribas i fariseos,
Cuando tuvieron aviso,
A seguirle un nuevo juicio
Vinieron con mas deseos;
Cumpliendo con sus empleos
Lo quisieron aprehender
Para hacerlo fenecer
Con su voz i tono altivo;
Pero el hijo de Dios Vivo
Se presentó a una mujer.

  Al fin Magdalena fué
La que tuvo aquella suerte,
Verlo despues de su muerte
Porque en él tenia fé.
Yo aquí lo aseguraré
Por ver si gano la palma,
Con pausa i con mucha calma
Aunque trabajo me cueste,
Que desde el monte Olivete
Se fué al cielo en cuerpo i alma.

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