El poeta porteño,

     Yo soi el poeta porteño
     Guapo i mui autorizado
     No se me para delante
     Ni el hombre mas ilustrado.

  Si por la literatura
Cantais i fantasiais tanto
No te dé asombro ni es[p]anto
Si te hago alguna censura
Mira que en ciencia i cordura
Talvez el sábio es pequeño
Yo difusamente empeño
Hago aquí por distraerme
I si quieres conocerme
Yo soi el poeta porteño.

  Si algún verso a lo divino
A cantar estás dispuesto
Pronto te lo contraresto
Aunque sea el mas latino
Fijate que soi ladino
Del cacho caracoleado
Al hombre mas elevado
Lo hago bajar de opinion
I soi con el criticon
Guapo i mui autorizado.

  Si cantas por la escritura
No me causa inconveniente
Porque conservo en mi mente
Memoria, ciencia i cordura
Hablarte en abreviatura
Seria verte ignorante
El sabio mas operante
Conmigo petulancea
De la manera que sea
No se me para delante.

  Si profanais por ser recio
Te convenceré soberbio
Lo que nos dice el proberbio
No hai que hacerle juicio al necio
Hacis de ti poco aprecio
Haré zancudo mal criado
Cantores autorizados
Conmigo poco han cundido
Por eso es que no he temido
Ni al hombre mas ilustrado

  Por fin si tú eres versado
Es decir practico enorme
Te pido que te conforme
Por el chasco antepasado
O si estas prevaricado
En la escritura latina
Cuales son las quince esquinas
Que tienen cinco compuertas
Tres cerrada i dos abiertas
Para el agua cristalina.

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El agua i el fuego.

     El agua i el fuego están
  Sus poderes cotejando
  Definidos han de ser
  Para el dia de san blando.

  Dice el agua universal
Sin mi no habrá ni un bautismo
El fuego dice lo mismo
Sin mi no pueden pasar
Vapores de tierra i mar
Sin tar yo no correrán
También dice el agua el pan
Sin mi no se puede hacer
I en esta porfia fiel
El agua i el fuego están

  El fuego dice mantengo
Al universo enterito
Porque el Autor infinito
Me dió este poder que tengo
Pero el agua dice vengo
Tus calores apagando
En nada te voi dejando
Aunque brames como el viento
I estan estos elementos
Sus poderes cotejando

  Dice el agua si faltase
El mundo moro seria
I ni un cristiano podria
Existir o bautizarse
Esta es la fuerza que me hace
Atacarte fuego infiel
Pero el fuego dice cruel
Yo te gasto sin resquicio
I para el dia del juicio
Definidos han de ser.

  Dice el fuego el Poderoso
Me echó para bien de todos
Por eso de todos modos
Mis poderes son grandiosos
Al universo espacioso
Del frio lo voi sacando
I vos agua vais dejando
Con frio al pobre viviente
Calentarás al paciente
Para el dia de san blando

  Por fin la agua en su porfia
Al fuego lo que le alega
Que ningún cristiano llega
Sin ella a ver al Me[s]ia
I dice el fuego en seguida
Sin mi tristes pasarán
De frio se morirán
Sin mi pujanza crecida.
I en esta grande porfía
El agua i el fuego están.

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Ejecuc[cion del reo Mendoza]

  Con la triste ejecucion
Pedro Mendoza pagó
El crínen que cometió
En tan fatal ocasion.

  Cuando en los diarios salia
Ya su pena capital
El público en jeneral
Tristeza i gusto tenia
Por su grandiosa osadía
Que ostentaba por razon
La Corte de Concepcion
Tal pena le sentenció
I así su crimen pagó
Con la triste ejecucion.

  Cuando aquel dia fatal
Llegó para el pobre reo
La jente según lo creo
Se hallaba como un panal
Queriendo ver fusilar
Al que al colono mató
I cuando a vista salió
I al banquillo fué sentado
Lo que habia perpetrado
Pedro Mendoza pagó.

  Estando ya presentado
En el banquillo Mendoza
Con voz tremenda i furiosa
Se negó de ser atado
Ni tampoco ser vend[ado]
De la vista consintió
De esa manera murió
Aquel pobre sér nervioso
Pagó en el banco afrentosó
El crimen que cometió.

  Ante el público de jente
Dijo el reo en voz mui dina
De lo que se me acrimina
Voi a morir inocente
Pero como pobremente
Moriré aqui por razon
Ya que mi injusta nacion
Me dió sentencia de muerte
Moriré como se advierte
En tan fatal ocasion.

  Por fin ensoberbecido
Este hombre murió diciendo
El del crimen tan horrendo
Yo no soi otro habrá sido
Furioso i enloqucido
En el banquillo esto hablaba
El padre que lo auxiliaba
En aquel triste momento
Dice que el fusilamiento
Al público horrorizaba

       PEDRO VILLEGAS.

Impreso por P. Ramirez.—Echaurren 6.

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Desigualdà ante la lei.

  El sabio mas arbitrario
No me podrá interpretar
Que haya visto fusilar
Algún hombre millonario
Porque seria un falsario
De primera realidad
Hablo con seguridad
Por la lei que al hombre mata
Que como no tiene plata
El pobre al banquillo va.

  Todo rico he de espresar
Va libre si hace una muerte
I al pobre se le convierte
A la pena capital
¿Por qué? porque el tribunal
I la injusticia lo ordena
Infeliz nacion chilena
De vos qué dirá el neutral
Que al pobre autor criminal
A muerte se le condena.

  Si un rico a otro ha ultimado
Por un acaloramiento
En el instante o momento
Pone por cierto abogado
Pero un pobre desgraciado
Qué abogado podrá ver
Por esta causa es infiel
Para el pobre la justicia
Por la mas cruel injusticia
Afusilado ha de ser.
  No ven Fragua i Pio Rio

El del cruel despresamiento
Cual es que fusilamiento
Alguno les ha salido
¿Por qué? porque rico han sido
I de Santiago estimados
I si tales desgraciados
Fueran pobres por Dios mio
Que tiempo ya hubiesen sido
Toditos ajusticiados.

  Por fin en nuestra nacion
Son los abusos mayores
A los pobres malhechores
Les dan triste ejecucion
El rico como es de don
Jamas le quitan la vida
Porque los de tarro hoi dia
No se balean se infiere
I el pobre en el banco muere
Pagando su falta impía.

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La acequia Grande.

     En este último aguacero
  Grande fué la inundacion
  El canal de San Miguel
  Inundó a la poblacion.

  Por la Aguada ha principiado
La inundacion se interpreta
Causando ruina completa
Al distrito mencionado
Desde el llano han lamentado
I el barrio del Matadero
Se ha visto de limosnero
El que jamas la ha pedido
Hé aquí lo que ha ocurrido
En este último aguacero

  El zanjón fué desbordado
Por su crece i sus corrientes
Dejando a aquellos vivientes
En un lamentable estado
El intendente ha mandado
Hacer una suscricion
Al ver en la situacion
Que ahí todos han quedado
I entre aquellos desgraciados
Grande fué la inundacion.

  Cien pesos dió el intendente
Según el diario lo dice
Para aquellos infelices
Que prodigan al presente
Con la lluvia i norte al frente
Que a todos les fué tan cruel
Se han hallado en el deber
De mendigar i es preciso
Por los estragos que hizo
El canal de San Miguel.

  El mui honorable cura
Don Miguel Prado en razones
Organiza suscriciones
Para aquellas criaturas
Que en tan triste desventura
Se hallan por la inundacion
Este cuadro por razon
Conmueve al hombre mas cruel
Viendo que el canal aquel
Inundó a la poblacion.

  Por fin, amados señores,
Dice el diario i asegura
Que el Camino de Cintura
Sufrió estragos mui mayores
Todo Santiago en clamores
Se encuentra como refiero
El barrio del Matadero
I el llano Aguada en razon
Quedó por la inundacion
Lo mismo que pordiosero.

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El puente de calicanto.

     ¡Oh puente de calicanto!
  Recreativo paseo
  Tristeza da ahora verte
  Devorado del recreo.

  ¡Oh invierno terrible ambiente!
Con tu fuerza destructora
Destruiste sin demora
A tan magnifico puente
Jamas podrá el ser viviente
Fabricar igual portanto
El público como encanto
Lo siente en su poderio
I dice al verlo caido
¡Oh puente de calicanto!

  Quien podria imajinar
Ni el sabio mas arbitrario
Que este invierto temerario
Nuestro puente iba a voltear
Jamas podrán trabajar
Otro puente igual lo creo
Ni maestros curopeo
Que traigan lo harán igual
Porque era el puente cabal
Recreativo paseo.

  Si el puente no ha resistido
El invierno en tales casos
Es porque los polvorazos
Algo le habian sentido
No crean que se ha caido
Por el invierno tan fuerte
La pólvora le dió muerte
I al verlo en tal desarreglo
Dice por el puente el pueblo
Tristeza da ahora verte.

  Miéntras Chile sea, nó,
I pongan jente de sobra
No harán talvez una obra
Como la que se cayó
El puente que se perdió
Era el único paseo
De Santiago mui bien veo
No faltando a la verdá
Ahora aquella obra está
Devorada del recreo.

  Señores, Chile en verdá
Sin haber ningún quebranto
En vez de haber adelanto
Menoscabándose va
Hoi cómo está la ciudá
Sin el puente mencionado
Qué motivos son los dado
Para que Chile se empeore
Por tan horrendos errores
Pobre Chile desgraciado.

Nota: La noche del 10 de agosto de 1888 el río Mapocho destruyó el Puente de Cal y Canto.

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Inundación en Valparaiso
Mas de cien personas ahogadas en las calles de la ciudad.

     La ruina en Valparaiso
  Causó espanto i ha asombrado
  En este ultimo aguacero
  Mas de cien han sido ahogados.

  El torrente principió
Del cerro de la Florida
I por la quebrada de Elia
Su gran curso destendió
Decir cómo esto pasó
Me parece mui preciso
Un estanque de improviso
Se desbordó i al salir
Ocasionó como vil
La ruina en Valparaiso.

  Por la quebrada de Yungai
El torrente hizo destrozo
Por cuadro tan espantoso
Hoi dia lamentos hai
Santo Dios por qué hoi estai
Con nuestro Chile enfadado
Por lo que hemos blasfemado
Tu lei nos das por castigo
I la ruina como digo
Causó espanto i ha asombrado

  Por Bellavista el torrente
Las casas las arrasaba
I todo cuanto pillaba
Lo destruia fatalmente
Dejando tan tristemente
A todo aquel barrio entero
Un cuadro tan lastimero
Conmueve a todo el jentio
Al saber lo que ha ocurrido
En este último aguacero.

  La plaza de la Victoria
Con la de Pinto tambien
De escombros llenas se ven
En verdad satisfactoria
Jamas podrá la memoria
Olvidar lo que ha pasado
Calle de Esmeralda ha estado
También en gran confusion
En tan triste inundacion
Mas de cien han sido ahogados.

  Por fin, el puerto señores,
Entero en verdá espresada
Por la ruina mencionada
Se halla en conflictos mayores
Pobres pobres moradores
Digan cómo se verán
Sin tener siquiera un pan
I mas de cien atestiguo
Alabergados como digo
En el hospital están.

       PEDRO VILLEGAS.
Impreso por P. Ramirez. — Echáurren, 6.

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Estragos del temporal.

     Hubo en el puerto brillante
  Un terrible temporal.
  Nueve buques se vararon,
  I esto da que lamentar.

  Primero una barca inglesa
Recien llegada de Europa
Fué varada como estopa
Por el mar i su braveza.
Qué confusion i tristeza
Tendrian los tripulantes!
El mar con fuerza irritante
Se encontraba por completo,
I lo que ahora interpreto
Hubo en el puerto hrillante.

  Cargamento de carbon
Dicha barquilla traia
I otra mas mercaderia
De mejor importacion,
Para espenderla en razon
En nuestra patria oriental.
Todo esto fué por el mar
Destruido bien sé yo.
Porque fué el que aconteció
Un terrible temporal.

  Tambien la tripulacion
De la barca mencionada
Toda fué por cierto ahogada
En esa triste ocasion.
Grande fué la conmocion
Que ahí todos soportaron;
Sin remedio naufragaron
En aquel puerto refiero;
En este último aguacero
Nueve buques se vararon.

  Dos barcas mas en seguida
Por el mar bravo me cren
Fueron varadas tambien
En la tarde al otro dia.
Las lanchas en la bahía
Llegaban a zapatear;
Con furia infernal el mar
Se encontraba en ese estado;
Nueve buques se han varado,
I esto da que lamentar.

  Por último, en la bahía
Las lancha estaban bailando.
I el mar se hallaba guapeando
En aquel tremendo dia.
Frente a la Cabriteria
Se varó otra barca mas:
El mar furioso i sagaz
Ha hecho miles destrozos
l el pueblo triste i penoso
Se asombra al verlo tenaz.

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LA BRUJA
de la calle de Tarapacà

     En la capital, señores,
  Ya se acabó la pobreza:
  Llegó una bruja de Francia.
  A descubrir la riqueza.

C alle de Tarapacá
Es donde está la adivina
Que predice cuanta ruina
Con el tiempo llegará.
La jente creida está
De sus engaños i errores;
Ella a los espectadores
Los engaña con su traza
I adivina cuanto pasa
En la capital, señores.

  Esta vieja diariamente
Al público está estafando,
Con su baraja salteando
Al que a ella se presente.
Yo no sé por que la jente
Hoi es de tanta simpleza,
Que de una vieja traviesa
Se engañen sujos i sujas.
Lo cierto es que por la bruja
Ya se acabó la pobreza.

  El que por casualidad
Pierda talvez su dinero,
Ocurra pronto i lijero
A calle Tarapacá.
Una mujer hallará
Allí que con arrogancia
I con cierta petulancia
Le dirá a algún indiscreto:
A descubrir los secretos
Llegó una bruja de Francia.

  Esta bruja millonaria
Con el tiempo se va a hacer
Engañando hombre i mujer
Con su ciencia estraordinaria.
Hasta en la penitenciaria
Descubrió un robo en las piesas
Esta es una gran sorpreza
Que a todos les ha causado.
Diciendo que ella ha llegado
A descubrir la riqueza.

  Por fin la bruja es decirle
Con el tiempo va a echar guata,
Porque va a juntar mas plata
Que los banqueros de Chile.
Lo que junte algunos miles
Talvez se ponga enterada;
Pero a la vieja malvada
No le vaya algo a pesar,
I me la vayan a echar
Con la cola bien caldeada.

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El crìmen de lo Miranda.
Horroroso crimen contra la vida i el pudor de una mujer.

     En lo Miranda, señores,
  Hubo la muerte mas cruel:
  Los dos pechos le cortaron
  A una pobre mujer.

  Las dos de la madrugada
Serian cuando llegaron
Los que el crímen perpetraron
En esa hora avanzada.
Ella, viéndose asaltada,
Les dijo a los malhechores:
De mi no tengan temores,
Porque no los venderé.
I este crímen fué, diré,
En lo Miranda, señores.

  La mujer, al cerciorarse
Del crímen que triste tuvo,
Por salvarse pronto anduvo;
Pero no pudo salvarse.
Imposible era librarse
De mano asesina infiel,
Que ese crimen vino a ser
En aquel momento advierto,
En una mujer, por cierto,
Hubo la muerte mas cruel.

  Los dos hombres al momento
Que a la mujer ultimaron
A rejistrar empezaron
Aquel fatal aposento.
En el rejistro un asiento
Que fuera bueno no hallaron;
A descansar se sentaron
Contemplando a la finá,
I para mayor crueldá
Los dos pechos le cortaron.

  Despues de haber contemplado
A su víctima, se fueron,
Porque encontrar no pudieron
Lo que allí habian pensado.
A la mujer ¡Dios amado!
La dejaron como a Abel,
Asesinada, han de creer,
Tendida en su propio lecho,
Cortándole hasta los pechos
A una pobre mujer.

  Por fin, estos criminales
Que hicieron tan triste muerte
Merecen sufrir la suerte
De las fieras infernales.
La policía estos males
Los debe de remediar,
Si es que no quiere dejar
Ni un bandido delincuente
De los que continuamente
Matan en la capital.

       PEDRO VILLEGAS.

Impreso por P. Ramirez.—Echáurren, 6.

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