Tarde vine a comprender
Que yo no era omnipotente!
Mi grandeza y mi poder
Derrumbóse de repente!
Quise ser el absoluto,
De mi patria soberano,
Y solo llené de luto
El hogar de tanto hermano.
Cómo es posible tambien
Resistir la oposicion
Sostenida por el bien
De nuestra Constitucion?
Yo mi patria he deshonrado
Con mi funesta ambicion;
A mi antojo he gobernado
Sin escuchar la razon.
De las madres los jemidos,
Los suspiros de las viudas,
Los ayes de los heridos,
Ni sus quejas tan agudas.
Puede tanto la ambicion
Que se olvide el sentimiento
Mas noble del corazon
Por las iras del momento?
Por el cónsul arjentino
He salvado mi pellejo!
Suerte aciaga, cruel destino;
Quien pudiera estar mas lejo.
Fuí de Chile tan temido!
Lo que va de ayer a hoi!
Quien creyese que vencido,
Impotente y solo estoi!
Con Alcérreca y Barbosa
Yo creí ser invencible,
Torpe suerte que engañosa
Pretendia un imposible.
Ya que me encuentro en derrota
Sin enperanza ninguna,
Ni cercana, ni remota,
Voi a tentar la fortuna
Les propondré el entregarme
Y a así a fuerza de elocuencia,
A ver si puedo salvarme
Con mi arrogante presencia.
A. VALDIVIESO.