En la calle Recoleta
Esto vino a suceder:
Le dió quince puñaladas
El marido a la mujer.
Con afliccion y con pena
A contar principiaré
Tal como este crímen fué:
De la lamentable escena,
Con mi voz clara y serena
Digo cual aspierto poeta:
Doi la noticia completa
En mis versos al instante;
Y la dejó agonizante
En la calle Recoleta.
Julio Errázuriz se llama
El autor de este suceso;
Por infame el diablo leso
Cayó lijero a la trama
Y la victima en la cama
Se siente desfallecer;
Sin poderse contener
Llora y dice con jemido:
Por causa de mi marido
Esto vino a suceder.
Un año há que era casado
Con la tal Celia Quintana;
Ella era buena cristiana,
De carácter reservado,
Y trastornóse el malvado
En la semana pasada,
Dándole sérias tajadas
Este criminal altivo,
Sin saber por qué motivo
Le dió quince puñaladas.
El estaba de cochero
Y su mujer de sirvienta;
Tranquila, alegre y contenta
Lo pasaba con esmero
En casa del caballero
Lezaeta, en mi entender;
Quiso hacerla fenecer
De piés y manos atada
La dejó en sangre bañada
El marido a la mujer.
Por último, al hospital
A la victima llevaron,
Y las heridas curaron
De su cuerpo, natural;
Y al marido criminal
Se capturó por infiel
Y fué llevado al cuatel
Por su acción estrafalaria:
Allá en la Penitenciaria
Daránle sopas en miel.