EL NIÑO
que nació con tres pies i con
tres cabezas

  ¡Por la sesta, lector mio!
Voi a contar con sorpresa
Del infante que ha nacido
Con tres pies i tres cabezas.

  Un suceso estraordinario
Ha venido a acontecer
En una pobre mujer
I que su nombre es Rosario.
No me traten de falsario
Si acaso en algo vario;
Por los diarios yo me guio
Para hacer la relacion
I que causa admiracion,
¡Por la sesta lector mio!.

  Esta mujer en Mendoza
Con su marido vivia
I dos hijos que tenia
En su pobrísima choza.
La noticia mui curiosa
Se esparció con lijereza;
De estraña naturaleza
Daba a luz este baron
I lo que llama atencion
Voi a contar con sorpresa.

  En la rodilla tenia
Un piesito bien formado
I su padre ha procurado
Exhibirlo noche i dia.
Mucha plata recibia
Por su hijo tan querido;
Conservarlo no ha podido
Para dar con él funcion,
I se admiran con razon
Del infante que ha nacido.

  No se pudo bautizar
Por nacer como lo indico.
Alcanzó a crecer el chico
Pero no pudo gatear.
La jente particular
Lo[g]ró verlo en una pieza
Sumerjido en la pobreza
Tratado con gran cariño,
I en alarma nació el niño
Con tres pies i tres cabezas.

  Al fin podia comer
Lo que le daban, señores,
I toditos los doctores
Se pudieron convencer
En uno i otro poder
El fenómeno pasaba
I con facilidad tomaba
Diariamente su alimento.
Al año murió el portento
Que al mundo tanto admiraba.

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POR FATAL ENAMORADO

  Me levanté en calzoncillo
I la vieja me pilló.
En aquélla noche oscura
A huascazos me agaarró.

  Estábamos acostados
En ese rato feliz
Como una bulla sentí
Me le gané al otro lado,
Con la cabeza tapado
A mí me pilló un chiquillo
Con el cuero de un chinguillo
Azote éste me pegó.
Al ver la cosa mal yo
Me levanté en calzoncillo.

  Pues salí por un rincon
Con grande furia arrancando
En una acequia pasando
Ne dí un feroz encontron.
Fué tan recio el tropezon
Que un grande grito di yo
Hasta mui lejos se oyó
Ese terrible lamento.
Este fué mi perdimiento
I la vieja me pilló.

  La vieja boca de zuela
Me llevó a un cuarto amarrado
De las manos me ha colgado
Poque nada le recela.
Me hizo acordar de mi abuela
Con su terrible amargura.
Estaba ciega en locura
I sin poderme soltar
La tuve al fin que pagar
En aquella noche oscura

  Mui maltratado quedé
Con su paliza tremenda.
Asi el templado se enmienda
I es cierto lo que conté.
Desde entonces me dejé
De las payasadas yo.
Este chasco me pasó
Digo que es cierto i deveras
Echándome puerta afuera
A huascazos me agarró.

  Al fin, afuera salí
I las carnes me miré,
Hecho tiras me encontré
Dije yo ¡ai pobre de mil
Tanto fué lo que me afliji
Que parecia animal.
De una manera brutal
Fuí azotado en el momento
Me sirvió esto de escarmiento
Para no ser mas fatal.

       A. REYES

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A mi querida

  Es tanto lo que te quiero,
Que no habrá comparacion,
Adorada prenda mia
Dueña de mi corazon.

  El rato que no te veo
Es para mí un cruel tormento,
Se aumenta mi sufrimiento
I solo verte deseo.
Con mirarte me recreo
I de tí una dicha espero
Dichoso me considero
Cuondo te tengo en mis brazos,
I digo al sentir tus pasos
Es tanto lo que te quiero.

  Dia i nocheimajinando
En tí paloma me llevo,
Solo a decirte me atrevo
Que en tí lo paso pensando
Quisiera estarte adorando
Porque con justa razon
Me ha de tener compasion
Por este amor verdadero,
I te digo yo primero
Que no no habrá comparacion.

  Parece que mi alma llora
Cuando no estais a mi lado;
Me tienes tú hoi encantado
Hechicera encantadora.
Tu amor mucho me devora
I nunca tengo alegría.
Seguiré yo en mi porfía
Solo por verte un instante.
Acuérdate de tu amante
Adorada prenda mia.

  Un favor voi a implorar
Traspasado en mi dolor,
Que tú al ver mi fino amor
No me lo habis de negar.
Entonces si podré estar
Tranquilo de mi pasion
I a tu celestial mansion
Mui luego me entregaré
I siempre yo te diré
Dueña de mi corazon.

  Al fin, mi prenda querida
Me despido en el momento
Con mi alma mui contenta
Por haberme dado vida,
La cuan ánte estaba herida
Por el rayo de tu amor.
Ya se me pasó el dolor
Por creer que sois constante.
Yo seré tu fiel amante
I jamás, ¡por Dios traidor!

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VERSOS
DE LA BAJA DEL CAMBIO

  El cambio se halla de baja,
La plata se nos perdió,
El ambicioso banquero
Creo qué se la guardó.

  En grande abismo está el pobre
I es preciso que se ataje,
Por mucho que este trabaje
No conserva nunca un cobre.
Aunque éste no lo malogre,
Dinero no guarda en caja,
Menos comprará un alhaja
Porque hoi el rico usurero
Atacando al despachero
El cambio se halla de baja.

  Están robando a discrecion
Todos estos caballeros,
Pues se hace altaneros
I empobrecen la nacion.
La culpa es del señor Montt
Que tal cosa permitió
El millonario aceptó
Hacer sufrir a nosotros,
I de un momento a otro
La plata se nos perdió.

  Dos pesos vale un bautismo
I un responso poco menos,
En poco tiempo están llenos
I el pueblo en el abismo.
Esto no es catolicismo
Sino que es robo del clero.
Reclamara el pueblo entero
Al respetable gobierno,
Pasaria al quinto infierno
El ambicioso banquero.

  Veintitres cobres cabales
Es lo que vale hoi un peso,
I estando hundidos por eso,
Hai que remediar los males
Son los pobres mui fatales
Según lo que opino yó,
Igual cosa sucedió.
En tiempo de Balmaceda.
Porque no hubiera moneda
Creo que se la guardó.

  Al fin, todos los banqueros
Son los que guardan la plata,
Los colgara de una pata
I le apretara el guargüero.
Con un buen puñal de acero
Les cortara la cabeza
Cortados presa por presa
A un cerro los botara.
Con el sol se calentara
I les saldria maleza.

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LAS CONDUCTORAS
PORTEÑAS.

  En el puerto hai conductoras
Son astutas i mui pillas
Que se hacen las mui sencillas
I son mui recortadoras.

  La Adelaida boca de rana
Siempre se lleva paseando,
I lo pasa enamorando
Hasta que le dá la gana,
Se va ésta mui de mañana
I no llega a buenas horas.
Porque serán sus demoras
Pregunto aquí en la ocasion.
De tan rara condición
En el puesto hai conductoras.

  La veinticuatro, Goleta
Mui bien el clavo se saca,
Va al café de algún canaca
I el zancudo allí la aprieta
Esta es una gran coqueta
Que se amarra con evillas.
Fíjense en las maravillas.
Que andan en los carritos.
Para engañar futrecitos
Son astutas i mui pillas.

  La cuarenta i tres, señores,
De todas es la peor
I no tiene a nadie amor
I siempre incluye en errores,
Pues dá ramitos de flores
Que van con muchas semillas.
De la tienda «Dos Castillas»
La están a ésta apretando
Por eso yo estoi contando
Que se hacen las mui sencillas.

  La 16, es la Peluquera
Que al trabajo no ha salido
I me creo que habrá ido
Afilar bien su tijera;
Esta es mujer mui lijera
De las buenas corredoras.
Toditas estas señoras
Parientes de Lucifer,
A nadie saben querer
I son mui recortadoras.

  Al fin, pues las conductoras
Todas son mui conocidas
I talvez serán nacidas
En las mas fatales horas.
Se tienen por mui señoras
Como que son mui capaz
Lectores aquí verás
Que les espreso a toditos
Para ganar cortecitos
No hechan nunca pies atras

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EL ITALIANO
QUE MATÓ A OTRO ITALIANO

  Un italiano malvado
A un paisano lo mató,
Vino éste i se dió un balazo,
Mierto en el acto quedó.

  Peleando estaban los dos
Saferi Zinder colono
Con ardor i mucho encono
Sacó el revólver i pegó.
Al instante allí cayó
El pobre desventurado
I su cuerpo ensangrentado
Fué recojido al momento.
Hizo lo que aquí les cuento
Un italiano malvado.

  Agusto Schefferli el muerto
Fué luego hallado en verdad.
Mui pronto la autoridad
A su cuerpo lo vió yerto.
A las orillas de un huerto
Con Zinder se disgustó
I un arma luego sacó
I apuntándole en la frente
Por varios inconvenientes
A un paisano lo mató.

  Por no ser éste pillado
I su delito pagar,
Se puso un rato a pensar
I quedó bien cerciorado.
De nuevamente ha sacado
Para hacer otro fracaso
Anduvo como seis pasos
I en la cien se colocó
Por detalles que doi yo
Vino éste i se dió un balazo.

  En Victoria ha sucedido
El hecho que causa horror
I en un profundo dolor
Ha quedado conmovido.
Nunca habia sucedido
Como lo que ahí pasó.
El pueblo se conmovió
Al ver el suceso horrible
Con agonia temible
Mruerto en en el acto quedó.

  Al fin, Zinder, digo yo
Por el fuego fué abrazado
Completamense quemado
Por el disparo que dió:
Al poco rato se hoyó
Con tristeza i aflixion
Vieron con justa razon
La mano que le pasaba
En el lugar donde estaba
De cenizas un monton

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LITERATURA

  Cubre la sutil neblina
Con su manto el denso velo;
Al pintar el alborada
Cantan las aves del cielo

  Hasta el pequeño animal
Alaba a Dios i engrandece
El infinito florece
Todo el reino vejetal.
Esto es lo mas principal
Porque el hombre asi lo opina
Que la aurora matutina
Hace esparcer al nublado.
Cuando aparece a su lado
Cubre la sutil neblina.

  El otoño reverdece
Todo el campo i la pradera
I la corriente lijera
Al arroyo lo enternece.
Reverdecido aparece
El fértil i voráz suelo
Con el fino i grande hielo
Despues de tanto sufrir
Al fin la viene a cubrir
Con su manto el denso velo

  Cuando ya viene el invierno
Los árboles se desojan
I sus ramas se acongojan
Cual si fuera el gran averno.
Asi lo creyó el Eterno
Tener la tierra sembrada
I de plantas mui poblada
Por todito el mundo entero
Alaban al verdadero
Al pintar el alborada.

  Un alimento agradable
Siempre al hombre proporciona
En aquella fértil zona
Al paladar admirable
A la vista es mui afable
De regocijo i anhelo
Con su grandioso consuelo
A Dios están alabando.
Cuando el dia está aclarando
Cantan las aves del cielo

  Al fin, todas las montañas
A Dios rinden obediencia
Porque la grande esperiencia.
Ha contado estas hazañas
Desde la humilde cabaña
Se eleva a Dios oracion
Haciéndole peticion
Su nombre glorificar
Que lo deben adorar
De todito corazon.

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CANTARES

Si quieres que te lo diga,
Cantando te lo diré;
Mi padre i mi madre fueron
Un hombre i una mujer.

  Yo te amaba con locura,
Tu me amabas con pasion.
Metió sus manos el cura,
I ahí acabó la funcion.

  Dicen que los ojos son
Del alma claros espejos,
Por eso la ingrata mía
Tiene esos ojos tan negros.

       A. Reyes

Imprenta Ercilla, Bandera 21-K

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MUCHAS COSAS

  Cuando nuestro padre Adán
Estudiaba jeografía
Nuestra madre Eva quería
Que entrara de sacristàn
I le dijo capitán
Toma el tren en la Angostura
Que el Camino de Cintura
No se puede transitar.
Adán se fué sin chistar
A oir la misa del cura.

  En el camino encontró
A Napoleón el primero,
Que llevaba en el sembrero
La rosa de Jericó.
Allí mismo le surró
I le dijo: esto te pago
Por estar aquí en Santiago
Rascándote la viruta,
Hijo de una… disoluta,
I no te vas a Chicago.

  Se fué el otro en una lancha
Diminuta como un bote;
Entró en ella don Quijote
Que venia de la Mancha;
Al punto le abrieron cancha
I el manchego mui formal
Se sentó sobre un costal
I sacando del bolsillo
Una flauta i un platillo
Tocó el himno nacional.

  Oyólo desde la orilla
La princesa de Calcuta,
Que con la Samba Cañuta
Merendaba una tortilla,
I esclamó: por la parrilla
Del bendito san Estéban,
Si estos náufragos no prueban
El chacolí de Rancagua
O la chicha de Aconcagua,
Bonito chasco se llevan!

  Al concluir esta oracion
Tan sutil i edificante,
Montado en un elefante
Llegó el cuyano Sansón
I dijo: yo soi matón
De lo fino i de lo caro,
I si algún pequén o traro
Quiere habérselas conmigo
Venga al punto sin testigo
Donde la Pancha Lecaro.

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DATOS INTERESANTES

  Ya se sabe sin cuestion
Que Fuentes el coronel
I Blanlot Holley con él
Están en la Legacion
De Norte-América i son
Vijilados noche i dia
Por tropa de policia
I el Gobierno ha reclamado
Para que sea entregado
Uno i otro a la justicia
Mr. Egan con malicia
A los dos los ha negado

  Dicen que el mister mandó
A su Gobierno una nota
Por el cable en que le nota
Todo lo que aquí pasó
I tambien le preguntó
Si a Fuentes entregará
La contesta llegará
Mui pronto, he oido decir,
I así se va definir
Lo que con ellos se hará.

  Tambien agrega la jente
Que ya no habrá mas motin,
Por que pillaron al fin
Todo el plan completamente,
El gobierno dilijente
Armas halló i municiones
Que se llevó en carretones
A la misma policía,
I sus dueños hoi en dia
Se encuentran en la [  ]

  Se dice que a la hora de esta
Todos los encarcelados,
Están incomunicados
Por órden que se respeta,
Ahí dormiran la siesta
Quien sabe por cuantos dias,
Los pobres sin alegrías
Esperando la sentencia,
De castigo o de clemencia
Según las bellaquerías.

  El gringo Droulli se halla
Por lo mismo encarcelado,
Porque tenia guardado
Debajo de una muralla,
Muchos tiros de metralla
Cien fusiles, municion,
Para hacer revolucion
Cuando llegara el momento,
I esto, niños, que les cuento
Lo sabe ya la Nacion.

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