Eduardo Sanchez en la prision.

  Eduardo Sanhcez en la prision
Se encuentra mui condolido
Penoso i entristecido
Próximo a la ejecucion.

  En una selda solitaria
Con grillos i con cadenas
Sufrirá la última pena
En la misma penitenciaria
Por su accion estrafalaria
Está lleno de confusion
Ya no hai apelacion
Para este reo delincuente
Que llora lágrimas a torrentes
Eduardo Sanchez en la prision.

  Ya la sentencia fué latal
Para este desgruciado ya
Donde en afrenta morirá
Como un asesino criminal
Yo me pongo a contemplar
De ese drama sucedido
Ya lo que ha cometido
Pronto lo irá pogando
Porque su fin se va acorcando
Se encuentra mui condolido.

  Quedaron los once reos
Destinados en la sentencia
Que esperaban con impaciencia
I no cumplian sus deseos
Se informaron del salteo
¡Qué desgracia ha infundido!
Este reo está invadido
De toda clase de sufrimientos
Entregado a los tormentos
Penoso i entristecido.

  Este reo será ejecutado
Por autor de lo que se trata
En las Higueras de Zapata
El saltes fué ejecutado
Muchos fueron capturados
Con bastante indignacion
Y a Sanchez sin dilacion
Prontamente lo apresaron
Donde lo sentenciaron
Próximo a la ejecucion.

  Al fin pide perdon
Para ástes de morir
La ejecucion ha de cumplir
Con bastante indignacion.
De todito carazon
El b[ell]o perdon exije
En los tormentos no se aflije
Porque a veces está conforme
Por su gran delito enorme
Que sus faltas hoi corrije.

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Contrapunto del alma con el
cuerpo

  —Adios, cuerpo que me voi;
—Adios, alma, compañera;
—Voi a rendir yo mi cuenta;
—I yo quedo aquí en la tierra.

  —Cuerpo malo, ingrato i fiero,
Cruel, duro i detestable
Estar contigo no es dable,
Porque sois mal compañero.
De tí despedirme quiero
I determino desde hoi
Separarme porque estoi
Mui enojada contigo:
Ya no quiero más tu abrigo
Adios, cuerpo, que me voi.

  —Alma, tú bien me segulas
Por donde quiera que andaba;
I en los gustos que pasaba
Tu tambien te complacías.
¿Por qué entónces tú no huías
I andabas tan placentera?
Justo ha de ser que yo muera
Si tu candor ofendí
I la cárcel tuya fuí,
¡Adios, alma compañera!

  —Dime, cuerpo, ¿qué saqué
Con andarte acompañando,
Por tus gustos suspirando
Sin atender a la fé?
Contempla cómo estaré,
Puesto que mi fin se acerca
I ya Dios nos dice ¡alerta!
Adios, cuerpo, compañero,
No sé la suerte que espero,
Voi a rendir yo mi cuenta!

  —Alma, dijiste que yó
Mui mal compañero fuí
I que te apartas de mí
Porque el plazo se cumplió.
Como la hora se llegó
Que conmigo no anduvieras
I me dejas en la tierra,
¡Adios, pues, alma inmortal.
Vos te vais al Tribunal
I yo quedo aquí en la tierra!

  Al seno de Abraham
Llegarás en dulce calma
Llevándole tú la palma
A este cuerpo mortal,
La hora habia de llegar,
Pero de esto no te asombres:
Allí van ricos i pobres
De pago i solemnidad,
I a todos se les dará
El premio que aspira el hombre.

       A. Reyes.

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Triste lamento del Reo Salas y
niega a la madre

  Dios mio, yo padecí
I sufrí tan triste suerte,
Que a las puertas de la muerte
Hoi dia me encuentro aquí.
De pequeño conocí
Que iba a ser fatal mi estrella,
Pues sin darle yo querella
Mi madre me abandonó,
Por lo cual hoi dia yo
Muero por causa de ella.

  La mamita llegó a verlo
En el dia del suplicio,
Pero él no le hizo juicio
I la jente pudo verlo.
Esta pobre, al conocerlo,
Con gran tristeza lo habló,
Pero el reo la negó
I no le quiso escuchar:
Subió al carro celular
I su adios no recibió.

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El combate de dos inmigrantes

  En la calle de las Rosas
Estaban dos inmigrantes
Luchando en un restaurante
En salagarda espantosa,
I la jente novedosa
Se reunió en ese dia.
Al ver lo que sucedia
Formaron un alboroto
Llendo a comer los poroto
Al Hotel de policia.

  De platos i de botellas,
Mostradores i armazones,
Quedaron las quebrazonos
Dejando tremenda huella.
I despues de las querella
Los vichos va mencionados
Al cuartel fueron llevados
Por tan feroz laberinto
I en ese fatal recinto
Se encuentran acurrucados.

  Uno de ellos salió herido
En aquella gran tormenta;
Los diarios no dieron cuenta
Porque nunca lo han sabido.
Publicarlo no han querido
Para bien del estranjero;
El suceso es verdadero
I a relatarlo estoi listo
Porque yo mismo lo he visto
I lo ha visto un barrio entero.

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Carta del reo Salas a su tia

  Reciba, querida tia,
La carta que le remito:
Le anuncio que mi delito
Lo voi a pagar hoi dia.

  Desde un principio hasta el fin
Mi suerte ha sido fatal,
Viniendo ahora a ultimar
A la señore Bredin,
De la manera mas ruin,
Como a las ocho del dia.
Por cierto mi alevosía
Luego tendré que pagar
I esta carta de pesar
Reciba, querida tia.

  Tia, yo me separé
Del lado de mi mamita
I con mi alma mui contrita
Otro camino tomé.
Al poco tiempo despues
Le pedí con tierno grito
De su casa un rinconcito
I nunca me lo cedió:
No le dé pesar atroz
La carta que le remito.

  Al poco tiempo me ví
En miseria sumerjido
I un hombre mui conocido
Me dió alojamiento allí
I mui luego conocí
Que me dejaba solito.
Me vine al tren derechito,
Donde mi madre venia
I este favor que pedia
Le anuncio que es mi delito.

  Cuando ya llegué a Santiago,
Mi madre me abandonó,
I por esta causa yo
Me propuse echar un trago.
Belmar al ver el estrago
Que el licor en mi alma hacia,
Aunque no me conocia
Me invitó a hacer aquel hecho
Que con tan justo derecho
Lo voi a pagar hoi dia.

  Todo mi padecimiento
Se lo dije en esta carta:
Para el miércoles sin falta
Va a ser el fusilamiento.
¡Adios, yo quedo contento,
I rueguen a Dios por mí:
Mi suerte seria así
I se cumple mi destino:
Se despide su sobrino
Manuel Salas el infeliz!

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Ejecucion de los reos Salas
y Belmar

  Un poco ántes de las ocho,
Entre un tumulto de jente,
Llegó repentinamente
El carro por el Mapocho,
I traía dos gancocho,
Dos reos i dos banquillos,
Mujeres, hombre i chiquillos
Les cerraban todo el paso
Por ver siquiera a su paso
La barra i sus dos anillos.

  Los diez soldados llegaron
Al frente ya de la puerta
I el jentío estaba alerta
I al banquillo se acercaron.
Mui luego los retiraron
I la descarga se oyó:
El tal Salas no murió
Al instante, pues lo vieron
Que se movia, i le dieron
Otros tres tiros, por Dios!

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Carta del reo Belmar a la madre

  Reciba el último adios
De su hijo desgraciado
Que va a ser ajusticiado
En un patíbulo atroz.
I espero de que mi Dios
Me perdone este gran yerro:
Voi a salir del destierro
Con justa resignacion;
No le cause confusion
Ni venga hoi al entierro.

  Aquí le hago presente
De que ya voi a morir
I la muerte he de sufrir
Con mi corazon ferviente.
A mi padre i mis pariente
Anúncieles, pues, mamita
Que mi alma necesita
De toditos el perdon
I mi triste situacion
Ya nadie a mi me la evita.

  Mamita me he confesado
Tres veces en este dia
I le doi la despedida
Despues que mucho he llorado.
Muchas veces he pensado
Con tristeza sin igual
En este el golpe fatal
Que pronto yo sufriré
I se despide de usté
Su hijo Tomás Belmar.

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Historia de un tunante
II.

  Lectores quedamos pues
en que triste contemplaba
La huella i el caballo muerto
I de pena asi lloraba
Cuando llegó en ese instante
Un huasito pobre i me habla
I con frases mui sensillas
Pues me dijo estas palabras
amigo véndame el caballo
Le doi dos pesos en plata
artiro le dije bueno
Con alegría en mi alma
Recibí la plata entonces
i me compré una chupalla
Corriendo me fuí al despacho
a llenar mi vacia guata
Ahi compré pan i queso
i remojé la garganta
con un trago de trinquiforti.
Revuelto con un poco de agua
Una simpática morena
En el chinchel despachaba
i tenia unas chasquillas
Que los ojos le tapaba.

       (Continuar á)

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El terromoto
DEL 13 DE MAYO

  Hoi se recuerda con dolor
que en un tiempo no remoto
hubo un gran terromoto
en Santiago con terror

  La jente toda con desmayo
presto a la plaza recurria
i pues nos recuerda ese dia
en la procesión de Mayo

  Con toda solemnidad
la procesión sale hoi dia
en nuestra culta ciudad
único recuerdo en la vida

  A las cuatro de la tarde
Sale hoi la procesion
I presurosos iran
Los fieles con devocion

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Salteos i asesinatos

  Como treinta salteadores
En una casa robaron
A tres heridos dejaron
Los temibles malhechores
I entre todos los autores
Ultiman al dueño de casa
Siendo la policia escasa
No han pillado a los ladrones
I ante de las oraciones
Señores este hecho pasa

  En el fundo la Candelaria
Ejecutaron el salteo
Era bueno que esos reos
Fueran a la penitenciaria
Por la acion tan temeraria
Dentro de poco ya se van
Hoi si ya escondidos están
Los han de pillar al fin
I en las prisiones por ruin
Al doble las pagaran.

       Adolfo Reyes.

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