DIALOGO ENTRE SAN
Pedro i Balmaceda
en las puertas del Cielo

  Tás, tás, tas………

       San Pedro

  Quién golpea tan ufano
A esta hora la puerta?
Es preciso estar alerta
Que no entre este tirano.
Oí decir hoi temprano
Que Balmacoda moria
I su alma ya venia
De tan penoso destierro;
La puerta luego le cierro
Aquí no entra tiranía.

       Balmaceda

     Tás, tás, tás………
  Abre la puerta Pedrito
Que al cielo quiero dentrar.
El Diablo me ha de buscar
Porque a Chile dejé frito:
Jamas cometí un delito
Miéntras yo fuí Presidente
Jorje Montt con mucha jente
Hizo que yo me ultimara,
I me cuerpo se enterrara
En setiembre, dia veinte.

       San Pedro

  Tú fuiste aquel traidor
Que a tu Patria traicionaste.
Miles de hombres ultimaste
Sin tener de Dios temor.
Encargo está del Señor
Que caigas al fuego eterno,
Verás temblar el averno
En la noche i en el dia.
Por tus grandes picardías
Véte Manuel al infierno.

       Balmaceda

  Pedrito fué la ambición
Que tuve por gobemar
Para poderle robar
El dinero a la Nacion.
Fué mui grando traicion
Pero ahora me arrepiento
I por eso triste siento
Un grave terror o espanto
No aumentes mas mi quebranto.
Abre la puerta al momento.

       San Pedro

  Mui tarde te arrespentiste
Ya no hai perdon para tí,
Véte pues luego de aquí,
Por loco el cielo perdiste.
El infierno mereciste
Hombre de mala conciencia.
Fué terror tu presidencia.
Horrible fama dejaste.
Miles de hombres ultimaste
Sin tenerles ¡ai! clemencia

     (Continuará)

       A REYES.

Nota: concluye en esta lira.

Ver lira completa

BRINDIS POR EL
Batallon Constitucion núm. 1

  Brindo por el batallon
Constitución número uno
Que se portó como ninguno
En el campo da la accion.
Defendió su pabellon
Con su estandarte glorioso
En su triunfo victorioso
Laureles se conquisto
Porque sin tregua lucho
Po la libertad i reposo.

  Por todos los jefes leales
Voi a beber una copa
I por la valiente tropa
De los constitucionales.
Soldados i jenerales
Se congratulan de veras
Bajo la noble bandera
De nuestra Patria adorada.
Viva Chile i su armada
Con su noble escuadra entero.

  Otra vez con atencion
Brindaré por las valientes
O mejor gran combatientes
De la Placilla i Concon
Que a los truenos del cañon
Al oir nunca temieron
I con valor combatieron
En pro de la santa causa
I al dictador con mas pausa
Los tormentos le vinieron.

  Brindaré con mas franqueza
Como estimulo de honor
Por el civismo i valor
De los bravos con sorpresa.
Otro acto de mas nobleza
No se ha visto ya en el mundo.
Nuestro Dios pues sin segundo
Quiso dernos la victoria.
Para siempre en la memoria
Ha de quedar mui fecundo.

  Al fin, por última vez,
Señores: voi a brindar
Por la dicha i bienestar
Del que mas valiente és
I que va sin interés
A su Patria a defender.
Es el sagrado deber
De todo fiel compatriota
I de sangre la última gota
Al mismo tiempo verter

Ver lira completa

LA NIÑA
que se envenenó por celos

  Para quitarse la vida.
La niña desesperante
Tomó veneno al instante
Entre pesar sumerjida
Por los celos se suicida
En una gran reunion.
Un doctor sin dilacion
Se fué a buscar con espanto
I la niña mientras tanto
Espiró con aflixion.

  El veneno que tomaba
Era arsénico mui fuerte
Recibiendo así la muerte
Cuando menos se pensaba.
Mui terrible lo celaba
Esta niña a su galan.
Como bien comprenderán
Tal cruel acto ejecutó
I este veneno tomó
Con la furia de Satan.

  De este suceso que hablo
Es justo que a decir me obligue
Fué en calle Manuel Rodriguez
Entre las Rozas i San Pablo
Si vario en el bocablo.
Disculpadme lector mio.
Por el diario yo me guio
“El Mercurio” esto relata:
Se dió muerte una incensata
En precencia de un jentio.

Ver lira completa

LA GRAN REYERTA DE
la calle de Huemul

  En calle Huemul afuera
Huvo un combate feroz
A puñalada entre dos
Se formó la pelotera.
Olegario Gutierrez era
Promotor de aquel motin,
Tomó parte un tal Martin
En esa guerra tremenda
I en lo mejor de la contienda
Huvo una de San Quintin.

  La mencionada reyerta,
O mejor dicho trajedia,
Fué el domingo doce i media
I en la noche mui decierta.
La jente toda dispierta
Estaba ya sin rodeo
Por temor a algún saqueo
Como si fuera el de agosto,
I la policía sin costo
A los hechores hizo reo.

Ver lira completa

EL GRAN CRIMEN DEL
reo Pozo

  Lectores el reo Pozo,
El que hizo fechoría,
Sin temor al otro dia
Un guardian mató furioso.

  Este famoso bandido
De la plaza de San Diego,
De cólera estando ciego
Otra muerte ha cometido:
Intenciones ha tenido
De fugarse presuroso
Con otros del calabozo
Trataron de sublevarse.
Ha dejado que acordarse
Lectores, el reo Pozo.

  De la gran penitenciaria
Salió la voz de tal crimen
Entre los reos que jimen
Con alarma estraordinaria
La medida necesaria
Se tomó como podia.
Mui seguro se tenia
Al autor tan incensato,
I su apodo es el de Pato
El que hizo fechoría.

  Pozo fué el que tomó
En un descuido al guardian
Quitandole el yatagan
I con él lo degolló.
Sin movimiento quedó
En la mas cruel agonía.
Oh! que horror no causaria
Ese crimen inaudito
Cometiendo el gran delito
Sin temor al otro dia.

  Un soldado tomó al reo
I de las manos lo ató
I despues le remachó
Los grillos según me creo.
La sentencia con deseo
Hoi se espera sin reposo.
Con el banquillo afrentoso
Su crímen ha de pagar:
Queriéndose sublevar
Un guardian mató furioso.

  Al fin, ya no habrá clemencia
Con este vil desgraciado.
Presto el Consejo de Estado
Le ha de imponer de sentencia.
Ya cometió la violencia
A[  ] de estar perpétuo.
Ha sido su hecho indirecto
I con muchísima crueldad
Dejo fama en la ciudad
Este Pato sin respeto.

Ver lira completa

LA PALOMILLA
de la calle de Duarte

  Es tan grande palomilla
la que hai en la calle Duarte,
que no habrá en ninguna parte
quien le iguale a esta cuadrilla;
causa mucha maravilla
ver por la mañana en la fresca
tanta dama pintoresca
en la puerta mui sentada
atajando la pasada
i su boca haciendo muesca.

  Cuando alguna vez yo paso
lo que me fijo primero
que si pasa un caballero,
lo pelotean del brazo;
si ven pasar algún huaso
lo hacen entrar a la fuerza.
he visto jente perversa
pero como esta no tanto,
hai veces que a cuerda i canto
una a una se dispersa.

  Se parece aquel festin
una maceta de flores
de diferentes colores
del mas florido jardin;
se hechan tanto colorin
cual si fueran un payaso,
como nadie le hacen caso
mas huyen de aquel panal
que se halla cerca al canal
a la distancia de un paso.

  Otra, lector te has fijado,
cuando pasas por ahí,
de que arriscan la nariz
para uno i otro lado;
si las miras enojado
empiezan con ademanes.
se arremangan los fustanes
i hacen mil morisquestas.
así lo pasan las coquetas
pensando en hacer sus planes

  Al fin, lector no conviene,
hablar sobro esta cuestion.
porque, según mi opinion.
fatal resultado tiene;
pues yo temo si se viene
i me busca la palomilla
para darme alguna trilla
sin haber jamás sombrado,
por eso quedo asustado
si alguna de éstas me pilla.

       Adolfo Reyes.

Ver lira completa

LA HUELGA DE LOS
cocheros de los carros urbanos

  En huelga se declararon
los cocheros de la empresa
talvez por mucha pobreza
el sueldo les agotaron.
A las seis se levantaron
i se fueron calle abajo
a quitarlos del trabajo
a los de la empresa nueva:
no consiguieron tal breva
porque pusieron atajo.

  Por cierto tienen razon
toditos a levantarse
porque salen al pagarse
con multas una porcion,
no hai consideracion
con esos pobres empleados
que salen tan amolados
por la miséria de un peso,
dieron órden de dar preso
a los que están descarriados

  Con abusos semejantes,
¿dónde iremos a parar?
No se podrá trabajar
desde ahora en adelante
por falta insignificante,
les quitan un peso o dos
si corre el carro veloz
o si despacio camina
por amolarlos no atina
el inspector mui precoz.

  Una lucha sostuvieron
entre ámbos partidarios
porque hubieron unos varios
que endilgaron i salieron,
pocos carritos se vieron
el dia juéves dieziocho
por el lado ultra-Mapocho
uno que otro aparecia,
la jente se asolearía
poco menos que un morocho.

  No sé que habrá resultado
de los furiosos huelguistas;
parece que de las listas
han de ser muchos borrados,
tienen derecho sobrado
si abandonan el servicio
i entonces será el perjuicio
mas grande para la empresa
i aun no hallará la lesa
algún cochero novicio.

Ver lira completa

ALEVOSO
asesinato en Quillota

  En Quillota un criminal
a su mujer ultimó.
el cráneo se lo partió
con un trozo de nogal

  Al fundo de lo «Hualtada»
llegó dicho matrimonio.
reñian como un demonio
el esposo i la finada.
El juéves de madrugada
de un feroz golpe mortal
le dió la muerte fatal
a la esposa el asesino
donde a desgraciarse vino
en Quillota un criminal.

  El marido es Pedro Mena,
i ella Juana Escobar.
buscaron presto un lugar
mientra estaban en la buena,
despues que dieron la cena
este suceso ocurrió,
el dueño de casa sintió
un mui estraño alarido
i fué que el buen marido
a su mujer ultimó.

  Yo no sé porqué razon
estos pobrecitos seres
los maridos a las mujeres
le dan muerte, ¡qué aflixion!
Me horroriza el corazon
narrar este crimen yo.
tan horrendo aconteció
en el pueblo ya nombrado
que a la mujer un malvado
el cráneo se lo partió.

  Despues que hizo la muerte
el asesino furioso
arrancó mui presuroso
i se ocultó por gran suerte.
Lector, podrás convencerte,
que lo ha hecho intencional.
haciéndose un criminal
sin temerle a la justicia
mató a su mujer propicia
con un trozo de nogal.

  Al fin, a última hora,
dicen que no lo han pillado
pero que nunca han cesado
de buscarlo sin demora,
Si el perdon ya hoi implora
mui angustioso, a mi ver,
ne no lo podrá obtener
porque se hizo asesino,
ya seria su destino
de morir o padecer.

Imp. de «La Justicia, Nataniel 98-A

Ver lira completa

LA MUJER
que se casó con seis maridos

  Jamas ninguna ha podido
esta misma gracia hacer
como esta astuta mujer
casarse con seis maridos.

  Aficionada a la voda
era pues esta madama
i ha tenido mucha fama
en elegancia i en moda;
apreciada fué entre toda,
por eso suerte ha tenido.
Al poco tiempo un querido
la pidió para casarse,
quien del jóven apropiarse
jamás ninguna ha podido.

  Se casó i al otro dia
las echó de madrugada
con su ropa bien atada
toda llena de alegría.
No contenta todavía,
hizo empeño de volver
a casarse de por ver
para robarle al marido,
i otra mujer no ha podido
esta misma gracia hacer.

  Con esta ya van dos vece
que esta niña se casaba
i al marido abandonaba
i se quedaba en sus trece.
Como a tanto se atreviese,
no huvo tiempo que perder;
con un rotito, a mi ver,
se fué a casar a Mendoza.
No hai mujer mas veleidosa
como esta astuta mujer.

  Con esta, lector, van tres
hazañas mui victoriosas.
Nadie sabia estas cosas,
no conocian talvez,
hizo amistad otra vez
con un mozo bien vestido,
a casarse los dos han ido
i dos meses con él vivió,
por el estilo procedió
casarse con seis maridos.

  Al fin, lo que sucedió
mis lectores, la pillaron
i la pena le aplicaron
cuando ya se sentenció.
Ella misma confesó
toda diablura que hizo,
pero nunca decir quiso
como ella se llamaba,
presto fué incomunicada
a la prision de improviso.

Ver lira completa

SENTIMIENTOS DE AMOR

            Acuérdate sinverguenza
lo que tú me has prometido;
con alhagos lisonjeros
engañarme habeis querido.

            Yo nunca me inmajinaba
que tal pago recibiera
de un amor tan devera
como tú lo declaraba;
mi suerte i dicha esperaba
como mi corazon pienza,
si por burla o por ofenza
de mi tú te retiras
de toditas tus mentiras
acuérdate sinverguenza.

            Con mucha calma decias
bien mio yo te adoro;
a cada momento lloro
por tí pues estrella mia,
mui pálido te ponías
penoso i entristecido
ahora en completo olvido
me dejas fasineroso,
olvidando veleidoso
lo que tú me has prometido.

            Yo jamás quiciera verte
aquí pues te lo prevengo,
el odio que ya te tengo
me llega a dejar inerte,
solamente en la muerte
mi bien i mi dicha espero,
es la suerte que prospero
ingrato infiel i traidor,
que me has prometido amor
con alhagos lisonjeros.

            Pues no tengo corazon
para poder esplicarte.
i al mismo tiempo echarte
una fuerte maldicion
ha sido mi perdicion
el haberte consentido,
i por lesa he sufrido
aunque tan cruel me pesa,
con cariños i promesa
engañarme habeis querido.

            Al fin verte yo quiciera
en patibulo afrentoso
por picaro i veleidoso
sufiendo de mil manera,
en una horca te biera
yo decirlo soi capàz,
el gran castigo tendrás
por traidor i embustero
porque si mueren yo espero
te ha de llevar Satanás.

                        ADOLFO REYES

Ver lira completa