SENTIMIENTO DE AMOR

  Acuérdate sin vergüenza
Lo que tu me has prometido
Con alhagos lisonjeros
Engañarme habeis querido.

  Primeramente jurastes
Prometiendo no olvidarme,
Para poder cautivarme
Ese partido tomasteis.
Ahora infiel me olvidasteis
Por hacerme alguna ofensa
Mi alma a sufrir comienza
I tú de mí te retiras,
De tu promesa i mentira
Acuérdate sinvergüenza.

  Yo jamas me imajinaba
Que tal pago recibiera,
De un amor tan devera
Como tú lo declarabas.
Tus caricias me alhagabas
I me quitaba el sentido,
Tu ingratitud i olvido
Me quita toda alegría,
Recordando yo todavía
Lo que tú me has prometido.

  Con toda calma decias
Por tí hijita me muero,
Es tanto lo que te quiero
Que nunca te olvidaría
Si tú no me amas prenda mia
Yo ir al panteon prefiero.
Un mentecato embustero
Ha sido siempre ¡traidor!
Que me has prometido amor
Con alhagos lisonjeros.

  Ha sido mi triste suerte
Aquí yo te lo prevengo
El odio que ya te tengo
Me llega a dejar inerte,
Nunca mas quisiera verte
Por lo picaro que has sido,
Jamas oirás un quejido
De mi noble corazon
Para hacerme traicion
Engañarme habeis querido.

  Al fin, te doi el adios
No pienses en mi jamas
Por mostrarte tan tenaz
Yo me retiro veloz
En martirio mas atroz
Quisiera verte al instante,
Picaro, infame i farsante,
Amigo de hacerme lesa
Con el cariño i promesa
Haciéndote mui galante.

       Adolfo Reyes

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EL QUE LE CORTÓ LA OREJA
A UNA NIÑA

  Por una gran humorada
I sin tener una queja,
Le cortó, pues, una oreja
A su buena idolatrada.
Un jóven a la llegada
Esto hacer se le ocurrió
Así mocha la dejó,
Por escarmiento quizas
De esto no he sabido mas
I el indigno se pilló.

  Este suceso ocurrió
Como a las diez de la noche
Para el cuartel se mandó
Este hacerlo procedió
Sin saber por qué motivo
Este detalle yo activo
Lo daré con lijereza
I por esa torpe rareza
Hoi padece ya cautivo.

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DRAMA SANGRIENTO
EN LA CALLE DE SAN IGNACIO

  Un marido ferozmente
Tomó un cuchillo despacio
I en la calle de San Ignacio
Hirió a su mujer, prudente
Quiso huir lijeramente,
Pero luego fué pillado:
Sufrirá un castigo duro
Por haberla degollado.
I en un calaboso oscuro
Su delito habrá llorado.

  Un tajo le dió en el cuello
Que casi la degolló,
I al momento la dejó
Tendida sin mas resuello.
Fué tristeza ver aquello
Según dice el vecindario;
El tan atroz victimario
Hoi se halla en la prision
En tormento i afliccion
Como vil i sanguinario

  Es Lope Soto este hombre
Autor del drama sangriento,
Lo diré con sentimiento
Para que nadie se asombre;
Por este crimen sin nombre
El barrio se halla indignado
Hoi el diario ha declarado
Que ha sido el hecho cobarde
Como a las siete de tarde
En el barrio ya indicado.

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DISCULPACION A MI COLEGA
ROLAK

  A mi colega Rolak1
Le pido disculpacion,
Sobre la contestacion
Que hice sin mas vivac.
Aunque pobre i no de frac
Yo, a decirle me dirijo
Que su copla mui de fijo
La tomé por mui a mal
Por este error principal
El bello perdon exijo.

  Hoi le diré sin encono
Si en los dos ha habido errona
Si usted a mí me perdona
Yo, pues, tambien lo perdono
No lo hice por darme tono.
Como casi usted lo piensa
Por reparar una ofensa
Tal copla le dirijí
Pero como no era así
Ahora usted me dispensa.

  Por fin, colega, reciba
Esta justa esplicacion
I con gran satisfaccion
Deseo que siempre escriba
Que sin un presajio viva
Evitando toda arenga
Que nunca atraso tenga
En esta época actual
I cuando quiera hacerme mal
Sobre usted la ruina venga.

1 Muy dificil que Reyes escribiera esta “disculpación” a Rolak y menos con un verso tan pobre. Seguramente la lira fue publicada por R. Larrañaga y puso esto como burla.

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PURO AMOR

  Te diré negrito ingrato
Que soi firme en el querer,
No me hagas mas padecer
Si no me queres me mato.

  Ya lo tengo prometido
Por bajo de juramento,
De no dejarte un momento
Ni echarte nunca en olvido.
El placer he recibido
Al verte ya en este rato
Cuando miro tu retrato
Triste sola me llamento
Todo mi padecimiento
Te diré negrito ingrato.

  Quizas en dura prision
Yo no sufriria tanto
Por eso con tierno llanto
Me dá pena i confusion
Dobles mis martirios son
Cuando no te llegue a ver
Quisiera que vuestro ser
Estuviese en mi presencia
I decirte con frecuencia
Que soi firme en el querer.

  Que feliz será mi suerte
Estando juntos los dos
O en la de no, mui veloz
Me causaria la muerte.
Jamas nada me divierte,
Ni gusto puedo tener,
Me siento desfallecer
Con mi pasion tan ardiente
I te pido que al presente
No me hagas mas padecer.

  Tengo siempre un desvario
Por darte pues un abrazo,
I tenerte en mi regazo
Como amante i dueño mio,
Te conozco mui sin brío
I tambien como insensato,
Te diré sin arrebato
Que tu seras un traidor
Yo mui presto i sin temor
Si no me queres me mato.

  Al fin ¿podré separarme
O salir de este martirio?
No, i quedar con un delirio,
Eso seria matarme.
Si mal pago queres darme
Ven a decirmelo aquí.
Me harias un bien a mí
I quedaras mui tranquilo,
La respuesta en un asilo
Tengo que esperar de tí.

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BRINDIS DE UNA PLACINA

  Dijo una alegre placina
Brindaré con armonía
Por toda mi casería,
Que viene aquí a mi cocina
Yo quiero echar a la tina
A toda chocolatera,
O a la famosa ventera
Que me haga la competencia,
Tendrán que pedir clemencia
Para que tengan casera.

  Tengo yo chocolatito
Tan compuesto como suave
Yo tengo casuela de ave,
Con caldo tan esquisito
Vendo todo al contadito
Para no poder quejarme;
Un vaso voi a tomarme
Por mi dicha i bienestar
Si no quisiera brindar
Eso seria matarme.

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LOS BRINDIS DE UN
CUADRINO

  Con este vaso de vino
Quiero gustoso brindar,
Por dicha tan singular
De mi famoso destino;
Soi valeroso cuadrino
I entre todos mui nombrado,
A mí jamas me han pegado
Porque soi el mas valiente,
Respetado entre la jente
En el barrio mas poblado.

  Cuando salgo del trabajo
Es tanto mi regocijo,
Todos los dias de fijo
Saco la carne a destajo;
Pues agarro [calle abajo]
Gritando como una fiera,
Al fin de alguno manera
Busco el alivio mui justo,
I ahora quiero con gusto
Brindar yo por mis caseras.

  Cuando merezco salir
En mi renombrado pingo,
Todito el dia domingo
Yo me suelo divertir;
Si alguna vez quiero ir
A la fonda o al recreo,
Parece que ya me veo
Bailando de punta i taco,
Mas vivo que un huasamaco
Cuando se halla en el rodeo.

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LITERATURA

  Da gusto ver la pradera,
Con un verdor delicioso:
Cuyo placer es hermoso,
En la bella primavera.

  En los jardines las flores,
Con la lluvia se enternecen
Dando delicia florecen,
De diferentes colores,
Se presentan con primores
Toda avecilla parlera
Se verá la cementera:
Bella, frondosa, abundante;
Con un encanto incesante
Da gusto ver la pradera.

  El campo todo cubierto
Se ve con toda hermosura,
Del sol su rayo fulgura
El magnifico desierto.
Las aves forman concierto
Con el cántico armonioso,
¡Oh! qué dicha es ver con gozo
El bello monte o la sierra
I las fases de la tierra.
Con un verdor delicioso.

  Da gusto ver el paraje
De las bellas avecillas,
Que cantan con maravillas
En elevado ramaje,
El mas precioso paisaje
Se ve brillar portentoso,
Aspecto maravilloso
Observa el hombre con fé;
Al ver los campos diré
Cuyo placer es hermoso.

  A toda planta el terreno
Con el riego fertiliza,
I la mas bella hortaliza
Da tambien su fruto bueno.
Ya el hortelano mui lleno,
De alegria placentera
Coje la fruta primera
De tan fecundo trabajo
Que plantó sin agasajo
En la bella primavera.

  Al fin la naturaleza
Embellece toda planta,
I su verdor tanto encanta
Con la notable belleza
Crece pues con sutileza,
Por obra del Acedor,
Que es el supremo Creador
I dá a todo el movimento,
En la tierra i firmamento
Por la grandeza mayor.

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EL LACHO QUE MATÓ
A SU QUERIDA PORQUE LA PILLÓ
CON OTRO

  A su querida un amante
De un balazo la mató
Porque un dia la pilló
En brazos de otro marchante.

  En el pueblo de San Luis
Estos dos seres vivian
Donde alegres componian
Un hogar bello i feliz
I jamás ningún desliz
Se notaba un solo instante.
Fué su fin desesperante
Proponiendo ya citar
Como vino a asesinar
A su querida un amante.

  Una vez salió temprano
El lacho tan desgraciado
I volvió mui desairado
Con revólver en la mano.
Al ver la niña al ufano
A la cocina corrió.
Mui furioso la siguió
Para darle triste muerte.
I en esta critica suerte
De un balazo la ultimó.

  Despues del crimen horrendo
El hechor huyó lijero
I la noche en un potrero
Pasó tranquilo durmiendo.
Este delito tremendo.
Con furor lo cometió.
Tan cruel castigo le dió
Para vengarse el nefando
I con otro lacho hablando
Porque un dia la pilló.

  Siguió camino mui luego
Hasta llegar a Mendoza
I una niña mui donosa
Le ofreció su amor de fuego.
El jóven perdió el sociego
Por dicha dama arrogante
Pero le dice anhelante:
—¿Qué se burla usted de mí
orque ayer no mas la ví
En brazos de otro marchante?

  Al fin lector se quedó
Con su prenda apetecida
Pero luego esta querida
La talquina le jugó.
Parece que le ligó
A este pobre galán.
De allí se fué a Tucuman
I la buscó con empeño,
Pues la halló con otro dueño
En un grande restaurant.

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DRAMA SANGRIENTO
LOS TRES GRANDES ASESINATOS EN EL
SALTEO DE LUMACO

  Un crimen horripilante
De salvajismo i crueldad
Se ha cometido en verdad
Del modo mas aterrante;
Esta noticia alarmante
Es por cierto verdadera,
De tan horrible manera
La familia pereció,
I esta escena aconteció
Mui cerca de la frontera.

  Era familia completa
Inquilina de una hacienda,
Sin presajiar la contienda
Se dirijia en carreta.
Por combinacion secreta
Salió un feroz vandolero,
Pidió fuego al carretero
Quien fósforos le pasó;
Pero de éste recibió
Un garrotazo mui fiero.

  Los otros tres compañeros
De aquel bandido tenaz
En ultimar los demas
Ya se empeñaban lijeros;
Entre ayes lastimeros
Atados de gruesos lazos
Les daban de garrotazos
A las victimas ¡por Dios!
Merecen arrancar dos
Con mas que lijeros pasos.

  ¡Oh que vil carniccría!
Cometieron con violencia,
Matando a la niña Hortencia
Que diez años no tenia.
Un chacal con ironía
Como un atros victimario
A la señora Rosario
Le dió la muerte mas cruel,
Puñaladas a granel
Dióle este gran temerario.

  Por interes de adueñarse
Las prendas de mas valor,
Ha sido este asalto traidor;
I de la justicia ocultarse
Pudieron al fin pillarse
Con el fruto del botin,
José Santos San Martin
El que comandaba,
Todo lo que éste salteaba
Tendrá que pagarlo al fin.

  De los mas sobresalientes
Que robaban con descaro,
Era San Martin Jenaro
Con Vilos i un tal Cifuentes,
Estos estan seriamente
Por las muertes en procesos;
Mui convictos i confesos
Se encuentran hoi ante el juez,
Con la mayor tirantes
Han de pagar esos presos.

  Poca diferencia hai
Con el crimen del Peral
I de otro sin igual
Por el barrio de Yungai.
El gran salteo de Llai-Llai
Causó mucha indignacion
Ya no hai comparacion
Con el presente, lector,
Ha sido de gran terror
Este asalto a traicion.

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